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César Dussán y su arduo trabajo por mantener el legado histórico y cultural de su pueblo, Aipe

Un historiador y gestor cultural que ha dedicado gran parte de su vida a rescatar y resaltar el patrimonio cultural de su municipio, Aipe en el Huila.
Angy Lorena Salas

Cuando alguien en el pueblo necesita saber algún dato histórico sobre Aipe, Huila, todos los caminos conducen a la misma persona: César Augusto Dussán Quiroga, ya sea a través de sus libros o yendo directamente a su casa, donde amablemente recibe a las personas que acuden en su ayuda, ya que siempre está dispuesto a compartir su conocimiento con sus paisanos y visitantes 
Nació el 1 de diciembre de 1957 en Aipe, parte de su infancia y adolescencia la vivió allí pero luego su familia se trasladó a Pitalito y posteriormente a Neiva, luego de unos años decidió regresar a su pueblo donde trabajó en varios oficios; ingresó el sector público y se desempeñó como secretario del Concejo, ocupó varias secretarias de despacho, fue concejal del municipio y aspiró a la alcaldía donde obtuvo una amplia votación.

Se casó con la docente Mireya Roa, con quien tuvo tres hijos, César, Natalia y Esteban, “al estar casado con una profesora vi la necesidad de implementar procesos de investigación en torno a la tradición oral porque veía que a muchos niños les dejaban trabajos en la escuela y no tenía fuentes de consulta”, es así que decidió estudiar comunicación social en la universidad UNAD.

Obras literarias
Al terminar su proceso educativo continuó recolectando información mediante entrevistas a adultos mayores, “ellos me iban contando sobre las tradiciones, todo ese componente cultural, con  esas grabaciones empiezo la elaboración de varios libros”, dice.

Para el año 2006 escribe su primer libro llamado, Aipe, Huellas del Habla popular; en 2011 elaboró dos más, uno de ellos, Algarabía Aipuna, que es una cronología de las fiestas tradicionales del San Juan y San Pedro, iniciando desde el año 1986 hasta el 2011 cuando el festival cumplía 25 años de celebración.

Cuenta don César que el proceso para poder reunir información tuvo que hacerla con base a testimonios, menciona que el archivo municipal está en total abandono y no es posible darle uso por el mal estado en que se encuentran los documentos, fue una de las razones por las cuales duró 15 años escribiendo esta obra.

“Cosa graciosa me pasó fue ir a preguntarle a nuestras reinas populares, cosas como, ¿en qué año fue su participación’ - no me acuerdo - ¿a quién le entregó la corona’ - tampoco me acuerdo - ¿usted a quién se la entregó? - no me acuerdo -, entonces fue más complejo reunir los datos”, menciona el escritor.

Afortunadamente, don César desde 1986 se dio a la tarea de guardar todos los folletos de programaciones de donde logró obtener más información.En ese mismo año, 2011, también lanzó su libro Aiprendiendo, un escrito que contiene conocimientos generales del municipio y que, según Dussán, le ha servido mucho a los niños, niñas y a jóvenes universitarios para el desarrollo de sus tareas.

Saberes y Sabores de la Palma Real, es uno de sus últimos libros, fue publicado en el año 2018 y allí se refiere al árbol insignia de Aipe. Actualmente, está trabajando en otra obra literaria en donde pretende hablar sobre esos personajes ilustres que quizá nadie sepa que existieron.


Legado arqueológico y paleontológico
Durante todos esos procesos investigativos que desarrolló don César, también quiso contribuir al tema arqueológico y paleontológico del pueblo, empezó a adquirir piezas y material que encontraban los guaqueros y que comercializaban a terceros ajenos al municipio.

Tanto fue su interés, compromiso y sobretodo amor por este trabajo, que decidió montar un museo en su casa, cabe resaltar que César Augusto fue uno de los creadores de la Red Departamental de Museos del Huila, en este espacio que adecuó en su hogar reunió más de 50 piezas entre arqueológicas y paleontológicas, algunas de ellas fueron donadas por personas que las encontraban, pero la mayoría las compró.

“Hice el esfuerzo de adquirirlas, tuve, incluso algunas desavenencias con mi esposa porque ella decía que esa plata nos podía servir para invertir en la casa, entonces yo le explicaba que si no hacía ese esfuerzo de preservar esa pieza, iba a salir de Aipe y con ello se estaba perdiendo todo un historial, así que ella fue entendiendo y medio la razón”, recuerda.

Los profesores llevaban a sus estudiantes al museo en donde don César les explicaba acerca lo que allí se encontraba, lastimosamente se presentaron algunas complicaciones por el espacio y tuvo que cerrarlo y tomar la decisión de donar todo este material a una empresa del municipio que quiere implementar un nuevo museo,  “yo sé que esto nos va a servir a todo el municipio, los niños y las niñas  van a tener allí la posibilidad de ir a conocer todo legado cultural que nos dejaron nuestras etnias ancestrales y también todo lo que tiene que ver con la paleontología”, agrega el aipuno.

Guía turístico
Con el fin de poder visibilizar los atractivos turísticos que se tienen en el municipio, estudió en el Sena un técnico en turismo y posteriormente hizo todo el proceso para obtener la tarjeta profesional como guía turístico a través del Ministerio de Industria y Comercio de esa época, desde ese momento empezó recorrer el territorio llevando a turistas a conocer y disfrutar de las riquezas naturales existentes en Aipe.  

Menciona que, “tratamos de crear una operadora de turismo con gente de aquí, lamentablemente donde están los atractivos no hay apoyo, los propietarios no entienden que tener un atractivo dentro de una finca es una posibilidad de obtener un ingreso y toda la dinámica que genera el turismo”.


Propulsor del cooperativismo
Para el año 1986, según cuenta Dussán, el tema del cooperativismo estaba muy desacreditado en el pueblo porque todo lo logrado en años anteriores se había perdido, se lo habían robado y fue entonces que con un par de amigos se les ocurrió crear una cooperativa de ahorro y crédito. 

“Hicimos la primera reunión donde fueron tres personas, como era de ahorro y crédito, decidimos empezar a ahorrar de una vez, recolectamos en ese entonces como 2.500 pesos, ya en la siguiente reunión se unieron como cinco asociados más y cuando nos dimos cuenta, ya teníamos 17.000 pesos” agrega.

Tanta fue la acogida que tuvieron que fueron creciendo cada día más y se animaron a hacer el curso básico de cooperativismo que lo dictó el Departamento Nacional de Cooperativas que tenía sede en Neiva en ese tiempo. Hoy por hoy, 38 años después, esta cooperativa es una de las empresas más prósperas del municipio, maneja en cartera de casi 28.000 millones de pesos y se están acercando a los 9.000 afiliados asociados.

Es un aficionado a la numismática,  tiene una buena colección de billetes antiguos de Colombia, en su poder reposa uno de 124 años, emitido en el 1900,  con este inició la colección que fue un regalo que le dejó su papá. Tiene una galopa en madera de más de 100 años; un Villamartín, planchas antiguas, máquinas Singer y otros artefactos que aspira que se vayan a un museo.

"Yo siempre que consigo algo no lo hago pensando en venderlo porque yo no manejo anticuarios, lo hago pensando en eso, porque ahora con eso la tecnología los jóvenes  ya no saben ni que es una máquina de coser, ni una plancha de carbón de esas que usamos usaron nuestros abuelos y nuestros padres, todas esas cosas que ya no se den por la tecnología”, señala Dussán.

 

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