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Mujeres que son monumentos: 'Rita 5:30 p.m.' en el Parque Nacional de Bogotá

La escultura, obra del maestro Enrique Grau e inspirada en una serie de cuadros que pintó el artista, rinde tributo a la liberación femenina.
Yaneth Jiménez Mayorga

Un cuerpo semidesnudo, de caderas anchas, piel mulata y pose sugestiva, vestido con un corsé rosado, sombrero azul y tacones altos sobresale en la carrera 7 con Avenida 39 en el Parque Nacional Enrique Olaya Herrera de Bogotá. Se trata de Rita 5:30 p.m., la escultura del artista Enrique Grau, que desde el año 2000 se erige en Bogotá, siendo la única pieza escultórica del maestro ubicada en el espacio público de la ciudad. 

De cinco metros de alto, voluptuosa figura hecha en acero, “la Muñeca del Parque Nacional”, como muchos transeúntes suelen llamarla, explica Helena Fernández, líder del equipo de bienes inmuebles y monumentos de la Subdirección de Protección e Intervención del Patrimonio del Instituto Distrital de Patrimonio Cultural de Bogotá, “es una escultura elaborada en láminas metálicas cruzadas con una figura bidimensional que se repite dos veces, como en un juego geométrico que permite que la figura sea observada desde cualquier lugar”. 


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Instalada el 18 de diciembre del 2000, fecha coincidente con el cumpleaños número 80 de Grau, ha sido descrita en un texto anónimo como “una prostituta triste y vieja, que cada vez que son las 5:30, recuerda que su tiempo se acaba paralelo a su belleza, Rita cobija grafitis de amantes y demonios en sus piernas de bronce, lo hace con paciencia y amor, porque en sus piernas negras y voluptuosas solo hay lugar para la tristeza y el desahogo. Rita es así, callada, nunca ha cantado y nunca a nadie le ha importado, a no ser que sea para mirarla”. 

Erigida de pie, con las manos en la cintura en un posición fuerte, “simboliza a la mujer que reclama sus derechos, con una actitud desafiante y liberadora, que exige igualdad, y deja atrás las ataduras del machismo. Fue elaborada en un gran tamaño, a manera de hacer que toda persona que pase por su lado sienta el poder femenino, el de una mujer parada firmemente en el espacio público, que no teme”, agrega Fernández.  


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La Rita 5:30 p.m. del Parque Nacional surge de la representación de Rita-un personaje recurrente, y la más famosa de las mujeres que pintó Grau, identificada principalmente en dos momentos: una exposición de dibujos que hizo el artista en la década de los 60, y una exposición de esculturas de bronce en los años 80 en la Galería Aberbach de Nueva York titulada ‘12 bronces para la historia’, donde aparece Rita en diferentes momentos del día: Rita 10:30, Rita 3:30.

De las diferentes versiones de Rita que pintó el artista se destacan: la del óleo original que recreó en bronce, en la que la robusta modelo semidesnuda, está recostada en un diván, mientras conversa por un teléfono al tiempo que bebe aguardiente de una botella de Néctar y fuma cigarrillos Pielroja;  y la de “Bogotá, bautizada Rita 5:30 p.m. porque era la hora favorita del artista”, acota Helena Fernández. 

Esta Rita, lastimosamente también ha sido víctima de actos que han atentado contra ella. “Tristemente, como otras obras y espacios de la ciudad, ha sido grafiteada, rayada, otros le han pegado calcomanías, pero no porque sea un ataque directo hacia la escultura y a lo que representa sino porque aún persiste una falta de apropiación de los espacios de la ciudad , de poca empatía y de falta de cultura ciudadana con el espacio público”, afirma Helena. 


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No obstante, ha sido restaurada en varias ocasiones por la administración distrital, que hace unos años hizo un trabajo integral de restauración de la escultura quitándole puntos de corrosión, algunas zonas que habían perdido su policromía  y realizando mantenimientos regulares con la brigada de atención a monumentos.

Gracias a ello, hoy Rita 5:30 p.m. sigue en pie, y manteniendo su espíritu, que como se lee en su placa es un homenaje a la restauración étnico urbana: “Al instalarse en el entorno urbano la obra de arte toma como función la educativa omnipresencia de la cultura, señalando además de sus formas y sus vacíos las intenciones patrocinadoras y las diferentes valoraciones del pasado con la integridad institucional”. 

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