Un recorrido por la vida política de Luis Carlos Galán, a 35 años sin su voz
Hace 35 años, Colombia fue testigo de una noticia que enlutó la campaña presidencial de 1990 por el asesinato de Luis Carlos Galán Sarmiento, candidato por el Nuevo Liberalismo, durante un acto público en la plaza de Soacha.
Se trataba de uno de los candidatos que podía asumir la Presidencia de Colombia, en medio de un contexto turbulento por la guerra del Estado contra los cárteles de la droga y del cual Galán levantó su voz por el accionar de estas organizaciones criminales.
En Radio Nacional de Colombia, queremos recordar la trayectoria política y los hechos posteriores al asesinato de Luis Carlos Galán.
Galán, el ministro de Educación
Nacido el 29 de septiembre de 1943, Galán perteneció a una familia de clase media-alta perteneciente al partido liberal. Terminó sus estudios en la Universidad Javeriana en Derecho y Economía a finales de los años sesenta, luego comenzaría a trabajar como periodista en El Tiempo.
Sin embargo, su influencia en el mundo político y mediático le valió para ser ministro de Educación entre 1971 y 1972, durante el gobierno de Misael Pastrana Borrero. Este es un video que muestra el momento de su posesión en el cargo:
Un artículo de Señal Memoria recuerda que: “Mientras estuvo en el cargo, uno de los principales acontecimientos a los que tuvo que hacer frente fueron las protestas del Movimiento Estudiantil del 71”.
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En el archivo de Señal Memoria, se encuentra una entrevista retransmitida por la HJCK, en la que Galán es entrevistado por una periodista de la UNESCO, cuando era ministro de Educación, sobre los motivos que inducen a los jóvenes a la rebelión:
“El joven ha visto un contraste entre esos medios de aculturación nuevos y el sistema educativo, lo que lo hace consciente de las fallas de la sociedad, porque encuentra que ese sistema educativo no lo satisface, no le resuelve una serie de problemas, no le muestra un horizonte definido y al ver esto tiene una plena prueba que el sistema está fallando”, decía el entonces jefe de la cartera de Educación.
Una facción disidente del Liberalismo
Luego, fue elegido senador de la República por Santander en 1978 y fundó el partido Nuevo Liberalismo, como una disidencia del partido Liberal, un año más tarde junto con Rodrigo Lara Bonilla. Con la aparición de esta nueva agrupación política, sería candidato presidencial en 1982, quedando de tercero con 745.000 votos.
En 1982, Galán sería reelegido al Congreso de la República junto con Lara Bonilla. Durante ese año, comenzaron las denuncias hechas por Lara, y acompañadas por Galán, sobre posibles infiltraciones del narcotráfico en muchos sectores de la sociedad y la política, en las que señaló a Pablo Escobar. Esto le valió para ser nombrado ministro de Justicia durante el gobierno de Belisario Betancourt.
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Sin embargo, las cosas se tornarían oscuras en el país tras el asesinato del ministro Lara, que agudizaría los conflictos del Estado contra los cárteles del narcotráfico en el que terminaría como víctimas el magistrado Hernando Baquero Borda, el senador de la Unión Patriótica Pedro Nel Jiménez y el director de “El Espectador” Guillermo Cano, entre muchos otros.
Luis Carlos Galán sería escogido como candidato presidencial para las elecciones de 1990. En un artículo de Señal Memoria se destacan las banderas del político: “Galán consideraba inapelable la lucha contra la corrupción, que había alcanzado niveles de escándalo como consecuencia del auge del narcotráfico y construyó su ideario político sobre principios de igualdad y justicia social en una sociedad con una democracia renovada”
“Colombia vive una situación muy grave. Los demócratas independientemente de las diferencias que tengamos, debemos identificar los temas esenciales que tengan que ver con la supervivencia del Estado colombiano, su sistema democrático y los principios fundamentales que lo inspiran”, dijo Luis Carlos Galán en el programa Al Banquillo en 1988, que recoge Señal Memoria.
Galán, 35 años después
Aquel 18 de agosto de 1989, Luis Carlos Galán había sostenido encuentros en la mañana con normalidad, mientras que en las calles de Soacha no presentaba riesgos para la seguridad del candidato, donde iba a realizar un acto de campaña.
Durante la noche, según relata un artículo del Centro Nacional de Memoria Histórica: “Galán se bajó de su carro blindado, se montó a un camión y emprendió su desfile hasta las calles principales de Soacha, se subió a la tarima y minutos después de su saludo al público tres ráfagas se escucharon. El candidato ya estaba en el piso, sus tres escoltadas lo llevaron al carro; él tenía los ojos abiertos, pero no pronunciaba palabras”.
Cuando iba a llegar al hospital de Kennedy era “demasiado tarde. El candidato había muerto. Miles de personas lloraron y gritaron en su entierro en el Cementerio Central de Bogotá”.
Los primeros condenados por el magnicidio de Luis Carlos Galán fueron José Édgar Téllez Cifuentes, alias “Pantera” y Johan Lozano Rodríguez en 1999. Así mismo, se investigó la posible participación del político liberal Alberto Santofimio Botero, quien fue condenado por la Corte Suprema de Justicia sobre el 2007 y se ratificó en 2023.
Por otra parte, en el asesinato de Luis Carlos Galán se vinculo al máximo líder del cartel de Medellín, Pablo Escobar, y a alias “Popeye”, quien dio testimonio años después y “fue declarado responsable del homicidio del candidato”.
Dentro de los hechos, también se involucró al director del DAS, Miguel Maza Márquez, “por haber puesto en riesgo la protección del candidato liberal, al cambiar su esquema de seguridad. Maza Márquez encargó a Jacobo Alfonso Torregrosa en la misión de cuidar a uno de los hombres más amenazados del país; también a Torregrosa se le acusa de cometer graves faltas que facilitaron la acción de los sicarios”.
En el 2021, la Fiscalía llamó a juicio a 2 generales retirados Óscar Peláez Carmona y Argemiro Serna Arias por su presuntamente participar en el magnicidio de Luis Carlos Galán en 1989. A pesar de que la Fiscalía ordenó que no se les privara de la libertad, se puso en duda la declaración de los uniformados debido a que estaban encargados de garantizar el esquema de seguridad de Galán.
