Historias tagangueras: De cómo una idea está salvando una bahía
Allí habitó el pueblo indígena que le dio el nombre y que hoy, a pesar de los cambios vertiginosos que se han dado en el mundo, es el hogar de los descendientes de esta cultura maravillosa, que sobreviven del turismo y de la pesca.
La magia de sus atardeceres, la calidez de sus aguas, las callecitas en tierra donde los niños corren descalzos y libres, las escuelas de buceo y la posibilidad de admirar de cerca corales, arrecifes y peces coloridos, son quizá lo que año tras año atrae a viajeros nacionales y extranjeros, muchos de los cuales vuelven para quedarse.
Foto: Vanessa Vallejo
En los últimos 10 años, esta villa de pescadores ha comenzado a crecer y de las pocas calles que se contaban, hoy ya se ven los cerros y casi toda la extensión de la bahía construidos con casas y hoteles para los viajeros, lo que inevitablemente ha tenido un fuerte impacto ambiental en el área y sus alrededores.
Y es en esta parte de la historia cuando llega Carlos Andrés Vanegas Silva, un músico y buzo bogotano de 38 años que como muchos otros, prefirió dejar el aire fresco de Bogotá para venir a vivir a esta villa encantada en el corazón del caribe colombiano. Llegó hace cinco años a Taganga y hoy es reconocido por el trabajo ambiental y comunitario que viene desarrollando en la Bahía.
“Cuando llegamos aquí muchos de los corales ya estaban muertos, eran blancos y los peces se habían ido. Desde hace un año que comenzamos a sacar basura de los senderos, arroyos, las calles y del mar, se han recompuesto los corales, que han recuperado su color y han vuelto los peces que aquí habitan”, afirma Carlos.
Diskoncept fue su experimento y apuesta, un colectivo que hoy viene integrando a los pobladores de la villa, líderes comunitarios e indígenas, asociaciones, corporaciones, entidades regionales, artistas, músicos y escuelas de buceo, con el fin de entre otras cosas, contribuir a la limpieza de las playas y el mar de Taganga.
Foto: Facebook de DiskOncept
Las brigadas de limpieza comenzaron hace más de un año y hoy van ya por la número 51. “Hoy se sacaron cerca de 454 kilos de basura entre plásticos, pañales, papeles, botellas, etc. Cosas que boto la gente a la playa y las recogimos, por eso es importante no solo recoger sino sensibilizar a través del arte y la educación. Por ejemplo en las primeras brigadas llegamos a recoger hasta 3 toneladas de basura y pues hemos visto un cambio”, afirma Vanegas.
Las actividades están abiertas a las personas en general que quieran colaborar con la limpieza y es un gesto de paz ambiental ver como muchas de las personas que participaron en la Brigada 51, eran en su mayoría turistas nacionales y extranjeros que se suman a la iniciativa. Las recolectas de basura se dan en las playas, el mar y los senderos de arroyos que en época de sequía se vuelven depósitos de estos materiales, pero que con la llegada de las lluvias suelen acabar depositando en el mar muchos kilos de basura.
“Las empresas de plásticos están generando una grave problemática ambiental a nivel mundial, ya que crean el plástico pero no tienen una política para hacer lo posible por recogerlo. Yo soy buzo y he visto peces y animales grandes sufriendo por causa del plástico y a uno le da pesar, donde uno menos cree hay una bolsa plástica haciendo daño”, afirma Fredy Daniels, músico percusionista y líder comunitario de pescadores en Taganga.
“Este muchacho llegó aquí a Taganga y comenzó a hacer sus brigadas y nadie le prestaba atención. Después me le uní cuando comencé a ver que lo que él hacía era bueno y vengo con mis hijos y mis nietecitos, a todo el taganguero que le pueda decir que venga. Fue difícil porque la gente aquí es incrédula, porque nos han dado muy duro y han venido a prometer y después no nos han cumplido”, dice Daniels.
Pero el trabajo de Diskoncept no se limita solo a Santa Marta y es así como Carlos nos comenta que hace algún tiempo hicieron la campaña SOS Manzanares, que reunió a varios colectivos ecológicos entre ellos “Salva tu río”, para recoger basuras de este río que atraviesa la ciudad pero que con el paso de los años se ha ido convirtiendo en el depósito de cientos de toneladas de desechos de todo tipo que caen directamente al mar. Igualmente han desarrollado limpiezas en otras playas de la ciudad como el Rodadero y la Bahía de Santa Marta.
Foto: Facebook de DiskOncept
“No hay que esperar a que alguien haga algo para cambiar. Cuando se juntan las cosas pequeñas se hacen cosas grandes. Si alguien tiene algún problema ambiental en su cuadra, en su comunidad, háganoslo saber, somos especialistas en ir y transformar. El problema no es de otro, es responsabilidad de cada uno… nosotros fuimos el problema, nosotros mismos somos la solución”, concluye Carlos Vanegas.
Si bien el inicio fue difícil, es bueno ver cómo entidades como el Departamento Administrativo Distrital de Medio Ambiente - Dadma, la empresa de Basuras de Santa Marta ESPA, el Ministerio de Cultura, el gremio de los restaurantes de la zona y los grupos comunitarios se han ido sumando a las brigadas, que además son ambientadas con la presentación de grupos musicales y colectivos artísticos diversos que hacen parte de la actividad.
Si desea participar de las actividades, quiere hacer una denuncia o solicitar ayuda, puede tener mayores informes en: https://www.facebook.com/diskOncept123/?fref=ts
