El agua trajo el cine a Colombia, llegando por Panamá hasta Barranquilla, de ahí al río grande la de Magdalena, la arteria fluvial más importante del país, arribó en su caudal hasta Bogotá y desde entonces ha sido protagonista de cientos de historias que no se terminan de escribir.
En las aguas del río Magdalena se han fraguado correntosas y melancólicas historias que tramo a tramo se han metido en las laderas de los municipios que cubren los más de 1.500 kilómetros que recorre el torrente del río en Colombia; mitos, leyendas, cuentos y narraciones que forman parte de la cultura colombiana. Estas son algunas de las películas que han encontrado en el río grande el mejor escenario.
En 1906, nueve años después de la llegada del invento de los hermanos Lumiére a tierras colombianas, se realizaron pequeñas filmaciones de la etapa inicial del cine silente: “La muerte de un mosquito en el Río Magdalena”, “Vista del Bajo Magdalena en su confluencia con el Cauca” y “Puerto Cambao” donde confluyeron las primeras escenas del inmenso río que en ese entonces era la única vía para llegar al centro del país y Bogotá.
“Bajo el cielo antioqueño” 1925
Sin embargo, el primer largometraje producido en las riberas del Magdalena fue “Bajo el cielo antioqueño” en 1925. Un drama romántico costumbrista en el que aparecían las familias antioqueñas más acaudalas de la época, dirigido por Arturo Acevedo Vallarino. Algunas de las escenas se desarrollaron en Puerto Berrío, Antioquia y sus alrededores.
“Allá en el trapiche” 1943
Fue la primera película sonora con secuencias en el río. Una comedia musical costumbrista dirigida por Roberto Saa Silva que contaba con actores de readioteatro conocidos por el público colombiano, en la que se usaron los escenarios naturales y paisajes de las aguas del Magdalena.
“El río de las tumbas” 1964
Filmada en la población de Villavieja en el Hulia y dirigida por Julio Luzardo. En aquel pueblo aislado y tranquilo, el río dejó de traer peces a llevar en sus aguas los cadáveres testigos de la violencia que se desencadenó luego del trágico Bogotazo.
Gabo en el Magdalena
Para Gabriel García Márquez, el río más allá de llevar a cuestas sus historias es una metáfora de la vida misma; de lo que trae, de lo que se va , de lo que se desaparece con la corriente y lo que se queda. Así se refleja en sus libros y en las adaptaciones al cine que se han realizado sobre los mismos.
“Tiempo de Morir” 1985
Bajo la dirección de Jorge Alí Triana y el guión del mismo Gabo, éste largometraje argumental pone sus cámaras en el Magdalena medio visitando los pueblos del departamento del Tolima.
“Crónica de una muerte anunciada” 1987
El director Francesco Rosi se dejó cautivar por el paisaje, por las naturaleza y la magia del río en Mompox, para contar la venganza de los hermanos Vicario a Santiago Nasar por la deshonra de su hermana Ángela.
“El amor en los tiempos del cólera” 2007
El filme de Mike Newell encontró en Mompox el escenario ideal para retratar en grandes barcos de vapor que navegaban en el río Magdalena, la historia de amor entre Florentino Ariza y Fermina Daza.
"Bolivar soy yo", "María Cano", "El Colombian dream", "El ángel del acordeón", "Los viajes del viento", entre otras cintas, han tenido como telón de fondo al río. Ese torrente de agua que en sus silencios, en su misterio, y en su magia lleva en sus piedras las historias infinitas de una tierra movida por la brisa y por la olas del río grande de la Magdalena