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Falleció Joaquín Bedoya, patriarca de la parranda

Una enfermedad terminal se llevó ayer, viernes 21, a Joaquín Bedoya, uno de los grandes abanderados del sonido parrandero paisa junto con sus hermanos, José y Agustín. Bedoya será recordado por temas siempre bailados en diciembre como “Aguardiente pa’l chofer”, “Échele más agua a la sopa”, “El corbata gastador”, “El doctor sardinero”, “La dulce toma”, “El ñanga ñanga”, “Las veteranas” y “El farol borracho”, entre otros.

Joaquín Bedoya nació en 1943 en Frontino, Antioquia. Sus inicios en la música se dieron de la mano de José A. Bedoya, su hermano mayor, quien ya había cobrado fama como pionero de la música guasca. Fue él quien le enseñó a tocar la guitarra. Su primera grabación, según recordaba, fue compuesta por los temas “El espanto” y “Desconfíale a las mujeres”, grabadas para Discos Victoria hacia 1960. Luego llegarían sus primeras composiciones, “El relojito” y “El fiambre de Estela”. Algunas de esas piezas, como “La juventud” y “La negra contenta”, fueron grabadas por El Combo de las Estrellas y Policarpo Calle. En total grabó más de 50 producciones discográficas.

En 1975, al lado de Adriana Holguín y José Muñoz integró el grupo Los Raros, bautizado así en homenaje al clásico tema “Como yo soy tan raro”, de Gildardo Montoya.

La música de Joaquín Bedoya se caracteriza por su estilo picaresco y de doble sentido, sin llegar a ser vulgar. Tal como se lo explica a Alberto Burgos en su libro “La música parrandera paisa”: “Siempre poniéndole un poco de picardía, claro que no muy fuerte, porque si uno lo hace muy vulgar no sirve para las casas, pues en las casas hay niños”.

Tras el deceso de Joaquín Bedoya, habrá motivos para que en diciembre sigan sonando sus grandes clásicos.

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