"Red de Mariposas" lleva a Bruselas las secuelas de las mujeres afectadas por el conflicto
"Ninguna mujer está protegida en Buenaventura ni por el Gobierno ni por las leyes", dijo a Efe una de las portavoces de la ONG, Mery Medina, quien explicó que la "Red de Mariposas" y sus 120 voluntarias han prestado apoyo psicológico y médico a más de 1.000 mujeres y niñas en sus cuatro años de funcionamiento.
Representantes de esa ONG, reciente ganadora del premio Nansen para los refugiados que concede el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR), se reunieron en la capital comunitaria con el Consejo de Refugiados Noruego (CRN) y de ese organismo de Naciones Unidas.
El Consejo de Refugiados Noruegos presentó también el último informe sobre el conflicto armado en Colombia, centrado especialmente en la región de Buenaventura, en el Pacífico.
Colombia cuenta con cinco millones de ciudadanos desplazados y Buenaventura posee una de las mayores tasas de violencia y desplazamiento debido a la escalada del conflicto entre grupos armados ilegales, según datos del ACNUR.
Con frecuencia, las mujeres se convierten en el blanco de los hombres de esos grupos, que las violan y las someten a todo tipo de violencia "sistemática" en esa región, denunció a Efe Medina.
Por su parte, la portavoz del ACNUR Francesca Fontanini dijo que las mujeres son torturadas, violadas o asesinadas como venganza entre grupos armados rivales en esa región, en la que paramilitares y narcotraficantes luchan por el control sobre las rutas de tráfico de drogas.
El propósito de la "Red de Mariposas" es enseñar a las mujeres a defenderse en el conflicto armado y reclamar sus derechos, y dejar claro a las víctimas que "no son culpables" de lo que les ha ocurrido.
Las voluntarias explicaron que se han encontrado casos como la violación sistemática de una madre que teme que sus hijas adolescentes pasen por el mismo calvario, el rapto y asesinato de un hijo que después fue descuartizado o los abusos sexuales que sufría una niña huérfana por parte de sus primos.
"Para nadie es un secreto que nosotras también hemos pasado por esa violencia", matizó Maritza Asprilla, quien observó que el "comadreo" es la forma de acercarse a las víctimas a través del respeto, la verdad, la solidaridad y la confianza.
Así las voluntarias se mueven con cautela por los barrios más peligrosos para dar un apoyo personalizado a otras mujeres y denunciar delitos: "En cada barrio hay una mariposita", aseguró Asprilla.
Las coordinadoras de las "mariposas" explicaron que ofrecen apoyo personalizado a las víctimas de los abusos y, además de contribuir a su educación, organizan talleres para darles conocimientos prácticos que les permitan ganarse la vida y conocer sus derechos.
Por su parte, la portavoz Gloria Amparo Arboleda denunció la falta de ayudas públicas y criticó que la ciudad portuaria e industrial de Buenaventura, con un índice de pobreza del 80 %, es "una de las regiones más olvidadas" de Colombia.
"Soñamos con tener un espacio de emergencia que, dentro de unos años, se convierta en un espacio de escuela, experiencias, apoyo y solidaridad", concretó Arboleda al ser preguntada por los principales retos de la ONG. EFE
