Por: Joel Escobar González
Los pueblos Rrom o también conocidos como gitanos, según versiones de algunos historiadores llegaron a Colombia en la época de la conquista española en 1492, pero la mayor migración de estos fue hasta el período entre la Primera y Segunda Guerra Mmundial que sucedió en Europa, quienes buscaban un territorio con mayores garantías.
Diego Niño, coordinador de promoción de derechos para pueblos indígenas y gitanos del Ministerio del Interior, coincide con esta versión: “Los gitanos que actualmente están en Colombia, algunos llegaron por la ruta de la frontera con el estado venezolano, otra ruta mediante la cual ellos llegaron fue a través de Centroamérica, o sea cruzando la frontera con Panamá”, indicó.
Según Niño el destino de los gitanos era llegar al sur del continente a países como Chile, Uruguay, Argentina, algunos siguieron su ruta pero otros decidieron asentarse en Colombia, por lo que empezaron a moverse por el territorio nacional, ya que por su cultura son un pueblo nómada y luego debido a factores internos como el conflicto armado, tuvieron que buscar un lugar fijo para asentarse.
Según cifras del Ministerio del Interior, actualmente en el país hay 11 Kumpanias, que son un tipo de organización comunitaria similar al de un resguardo o cabildo indígena, las cuales están distribuidas en: Cúcuta (Norte de Santander), Pasto (Nariño), Ibagué y Ataco (Tolima), Sahagún (Córdoba), Sampués y San Pelayo (Sucre), Sabanalarga (Atlántico), Envigado (Antioquia), Girón (Santander) y 2 en Bogotá.
Por tradición los rrom han sido nómadas, pero desde hace unos 10 años muchos de ellos han decidido vivir en un lugar fijo, por lo que algunos problemas como el hacinamiento se han empezado a evidenciar, ya que en una casa pueden vivir hasta 4 familias, como lo asegura Eduardo Gómez, representante de la Kumpania en el Tolima.
“Hemos estado ya más asentados, estamos viviendo más en un hacinamiento digámoslo así, no tenemos la libre circulación por el territorio, en este momento unas Kumpanias vivimos en arriendo, 3 a 4 familias en una misma casa, pues ahorita por la misma inseguridad tenemos que vivir en viviendas seguras”: afirma Gómez.
Dentro de esas necesidades también está el tema de la salud, el cual es uno de los que más les preocupa a los gitanos, como es el caso de Lupe María Gómez de la Unión Romaní, una de las dos Kumpanias de Bogotá, quien resalta que pese a que la cobertura del seguro médico ha mejorado sobre todo en la capital, en las demás regiones donde están aún hay mucho por hacer.
“Ya las cosas están mejorando un poco, pero no en todos los pueblos, aquí en Bogotá estamos bien, en el Cami del Galán reciben a los gitanos: los mayores, los niños, los jóvenes. Pero en otras partes del país el seguro médico es algo pesadito para ellos”: afirma Lupe.
Todas estas peticiones son llevadas a una Mesa Nacional del Diálogo, la cual se desprende de una política pública que está sustentada en el decreto 2957 del año 2010, con el cual se reconoce oficialmente al pueblo gitano como una parte importante de la nacionalidad colombiana, según lo resalta Niño del MinInterior.
“Mediante esta herramienta jurídica se reconoce al pueblo gitano como parte esencial de nuestra nacionalidad, se reconoce la existencia de la presencia de este pueblo en distintas zonas del territorio nacional y además se establece una instancia de interlocución que es la Mesa Nacional de Diálogo con el pueblo Rrom”, resalta el funcionario.
Dentro de esta política se establece que el Ministerio del Interior en conjunto con otras entidades públicas, empezarán a trazar una hoja de ruta para la creación de un plan de vida gitano el cual se concerta dentro un método de protocolización con esta población, que según el Censo del 2018 realizado por el DANE lo conforman 2.649 personas.