El mangostino es un fruto que llegó un día entre las provisiones de los mineros ingleses que arribaron a San Sebastián de Mariquita en lo que hoy es Tolima, hace más de 200 años. Hoy es uno de los frutos más apetecidos de la región, con un sabor único entre agrio y dulce, y con el cual es posible elaboran el tradicional dulce de mangostino.
Paola Acero, una joven mariquiteña y cultivadora, nos cuenta que con orgullo que esta fruta hace parte de sus raíces, por eso decidió transformarla para crear un manjar que se acompaña con queso campesino de la región. Esta emprendedora hoy es una de las principales exportadoras del fruto que sale desde Colombia a varias partes del mundo; impulsó la creación de la asociación de productores de mangostino con la cual buscan obtener la denominación de origen, y conformó una empresa que procesa derivados como el yogur, el arequipe y el dulce de mangostino.
Su elaboración es sencilla, la pulpa del mangostino es el insumo principal, junto con panela orgánica y agua. Los sabores del dulce y del queso campesino forman una mezcla única, que luego de refrigerado queda listo para disfrutar, siendo apetecido por mariquiteños y turistas.
Pero antes de ser convertido en dulce, el mangostino tiene una importante historia en el municipio, no por nada en su honor fue nombrada la sede de la alcaldía municipal de Mariquita como ‘El Palacio del Mangostino’, también tiene su propio festival de música denominado ‘El Mangostino de Oro’, un árbol insignia en la Plaza Mayor José Celestino Mutis y una ruta turística.
La primera semilla de mangostán púrpura, como se le conoce en otros lugares del mundo, germinó en las veredas El Porvenir y Guacas. Los mineros ingleses llegaron a estas tierras atraídos por la fiebre del oro. Entre faena y faena dejaban en los caminos las semillas del fruto.
El árbol creció desapercibido hasta algunos años después cuando dio su primera cosecha. Estos terrenos de Mariquita, ricos en minerales y con unas condiciones climáticas similares a su lugar de origen permitieron que se multiplicara.
La pulpa exquisita se popularizó rápidamente entre los lugareños, pero muy pocos se atrevían a cosecharla, pues para la primera producción debe esperarse por lo menos siete años. Hoy, el mangostino es “el rey de las frutas” en Mariquita. Es tal la importancia del mangostino que fue llamada “manjar de dioses” por el compositor Antonio José Quintero, en la canción que escribió en su honor.
“Cuando llega un puente festivo y no tenemos mangostino se pierde el mercado”, sentencia James Salazar, un vendedor de fruta quien llegó desde Manizales hace tres años. “Sirve para muchas cosas, pa' la presión, pa´ la próstata, tiene muchas propiedades”, recalca mientras ofrece el producto a los transeúntes. La fruta contiene altos porcentajes de antioxidantes, vitaminas B1, B2, B6 y vitamina C. Así mismo, tiene propiedades antibacterianas, antiinflamatorias, antimicóticas y antialérgicas.
Un sueño heredado
Paola Acero además de cultivadora es la anfitriona de turistas y curiosos que llegan a las calles empedradas de una de las ciudades más antiguas de Colombia. Recibe a los visitantes con un desayuno en la tienda familiar Exotigur.
Ella lidera un recorrido que va desde las calles empedradas del municipio, por la vía hacia la entrada de las Cataratas de Medina, hacia la Finca Villa Garcinia, el tesoro que dejó su padre antes de morir.
El agrónomo Gustavo Acero había ideado diferentes proyectos en torno a esta fruta, la cual había estudiado por años, pero se quedaron estancados cuando fue asesinado hace cerca de veinte años por grupos armados. El cultivo de mangostino, calcado en su libreta de académico e investigador, fue encontrado por casualidad en años posteriores, cuando su familia había desistido de Villa Garcinia.
Paola tomó la libreta en las manos y desde ese momento cambió su vida: “Los sueños de mi papá se convirtieron también en los míos y eso me hace muy feliz”, recalca con alegría entre los árboles que él dejó plantados, antes de verlo por última vez, cuando apenas era una niña.
También implementó la Ruta Agroturística, la cual, concluye en los charcos y chinchorros a lo largo de la quebrada Aguas Claras después de una caminata que surca árboles de mangostino de doscientos años.
“Más que un agrónomo, era un visionario”, concluye Paola en lo alto de una loma en la vereda El Porvenir, mientras recuerda a su padre y mientras prolonga la historia de la tierra del mangostino, ahora a través de del dulce sabor de la “fruta de los dioses”.
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Jesús Díaz - Chaparral, Tolima,br>
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Juan Torres - Quibdó,
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Jéssica Molano - El Tambo, Cauca,
Juan Camilo Charrupí - Florida, Valle,
Juan Carlos Arana – Florida, Valle,
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Luis Ipuana – Fonseca, La Guajira,
Geraldine Zapata – Ituango, Antioquia,
Karla Giraldo – Ituango, Antioquia,
Jeisson Cañón - Villavicencio,
Meller Miranda - Villavicencio,
Carlos Abel - Villavicencio,
Betty Fajardo – Pasto, Nariño,
Diego Burgos – Pasto, Nariño,
Gelitza Jiménez - Puerto Leguízamo, Putumayo,
Horacio Villareal - Puerto Leguízamo, Putumayo,
Sally Flores - San Andrés,
Carlos Barraza - San Andrés,
Edgardo Ochoa - San Jacinto, Bolívar,
Rosember Anaya - San Jacinto, Bolívar,
Heliana Ortiz - Bucaramanga,
Natalie Ramos - Bucaramanga.