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Coronavirus: ¿cuáles son los retos de la gestión cultural en tiempos de pandemia?

La cultura es uno de los sectores afectados por la pandemia, ¿cuáles son los retos y las oportunidades futuras para esta gestión?
Ángel Batista

 

El distanciamiento social y las diferentes medidas sanitarias que se han asumido para atender la emergencia sanitaria han cambiado la vida de los colombianos. Estos cambios han tenido repercusiones económicas, en las interacciones sociales e incluso en el consumo cultural. Por eso, hoy le pondremos la lupa a cómo han afectado estos tiempos a la gestión cultural, su importancia y los retos que tendrá que asumir a futuro.

Para empezar, convendría definir la labor de la gestión cultural. La Unesco la define como las estrategias encaminadas a planificar, organizar, monitorear, liderar, hacer seguimiento y distribuir procesos culturales en una comunidad o en un grupo específico.

Así, su importancia radica en la oportunidad de construir comunidad, de generar vínculos y de mostrarnos como seres diversos mediante las manifestaciones culturales propias de nuestra idiosincrasia. Pero, ¿cómo generar encuentros y construir esa comunidad en medio del distanciamiento social?

“El sector cultural como lo conocemos ha estado prácticamente paralizado. A pesar de esto, los procesos culturales se han mantenido vivos porque han buscado nuevas herramientas como por ejemplo las redes sociales”, comenta Juan Esteban Ruiz, vocero de Acento Mestizo, sello discográfico independiente.

En Colombia, músicos, artistas, promotores y demás agentes del sector cultural coinciden en que hay mucho por trabajar para que a la gestión cultural se le otorgue su verdadero valor dentro de un país tan rico como el colombiano; sin embargo, por eso mismo ven con esperanza el futuro.

“Me parece importante que en los últimos años la pregunta por la importancia de la gestión cultural se ha venido abriendo paso en Colombia. La gestión cultural lo que hace es proponer el diálogo entre diferentes actores para dinamizar procesos culturales. Es una vocación muy bonita porque nace de la convicción pero que a su vez necesita mucha rigurosidad en su práctica para hacer frente a las problemáticas culturales que van surgiendo”, complementa Ruiz.

Esa misma preocupación por la rigurosidad que deben asumir los líderes locales en los procesos de gestión cultural es compartida por la academia que ha empezado a ofrecer modelos formativos en gestión cultural.

“Creemos que es muy importante el liderazgo de los gestores locales-culturales. Son esas personas las que se encargarán de liderar procesos de construcción de tejido social, a través de las artes y prácticas culturales, con el reconocimiento de la diversidad y de las tradiciones propias del sector”, afirma Catalina Ceballos, directora de la maestría en gestión cultural de la Universidad EAN.

Dadas las circunstancias actuales, la mencionada maestría ha decidido adaptarse y ofrecer la modalidad Presencialidad Asistida por Tecnología (PAT), de tal manera que no sea necesario trasladarse hasta las instalaciones de la institución.

En el contexto del confinamiento, además, los gestores también se han visto afectados en el ámbito económico. Como en cualquier empresa, las afectaciones en el sector cultural se han hecho evidentes en el congelamiento de proyectos, en los recortes de nómina y en la falta de liquidez para tomar decisiones.

“La afectación también podemos verla como una propuesta de cambio. Hemos aprovechado esta situación única para hacerle una reingeniería y empezar a ver todo desde el lado del consumidor de cultura y llegar a instancias que antes no pensábamos a través de la virtualidad. Los gestores lo que necesitamos en este momento y a futuro es el acompañamiento de la empresa pública y privada, así podemos seguir creando y proponiendo proyectos para el beneficio de nuestra comunidad”, asegura Paola Ramírez, gestora cultural en Tolima, Huila y Quindío.

Así, la apropiación de los canales digitales parece ser el futuro de la gestión cultural. En este futuro, la innovación en las formas en que interactúan los actores del sector será clave y las redes sociales superarán su rol de complemento y se plantean como canales principales de visibilización y de consumo cultural.