Por: Richard Hernandez
Muchas veces los ciudadanos desconocemos el gran patrimonio cultural que tiene la capital colombiana en lo referente a monumentos y esculturas. La falta de apropiación de estos testigos mudos que están llenos de memoria e historia, hace que estas obras de arte se deterioren y sufran actos vandálicos.
Según Diego Parra, subdirector de intervención del Instituto Distrital de Patrimonio Cultural, Bogotá cuenta con más de 350 esculturas y monumentos en espacios públicos. Entre ellos están el Museo vial de la Avenida El Dorado, con obras de arte modernas, contemporáneas del maestro Edgar Negret, Fernando Botero, Hugo Zapata y Eduardo Ramírez Villamizar.
Además, la ciudad cuenta con más de 50 monumentos escultóricos conmemorativos a los próceres y mártires relacionados con la independencia.
Según Parra, la primera escultura en Latinoamérica a Simón Bolívar está en la Plaza de Bolívar, que es del año de 1846. Asimismo, hay conjuntos escultóricos como el del Parque Nacional a Rafael Uribe Uribe.
“Bogotá es un museo a cielo abierto y está repleta de monumentos como el Obelisco a los Mártires, el Templete del Libertador en el Parque de los Periodistas, la escultura a Nicolás Copérnico en el Parque de la Independencia, La Gran cascada de Negret en el Parque El Virrey y el monumento de Banderas en la localidad de Kennedy, el cual estamos restaurando completamente”, aseguró el arquitecto.
Este monumento de Banderas que es uno de los más grandes del país, lo realizó el escultor bogotano Alonso Neira Martínez en 1948 con motivo de la IX Conferencia Panamericana. Pero por el asesinato del dirigente liberal Jorge Eliecer Gaitán, el 9 de abril de ese mismo año, esta escultura nunca fue inaugurada.
La obra está conformado por 20 astas con sus banderas alrededor del centro que representa a los países invitados a esa conferencia y la asta central es la bandera de Colombia. En la base de cada asta se encuentran 6 esculturas de mujeres que representan diferentes virtudes.
Las 120 esculturas de mujeres que están realizadas en concreto presentan una afectación importante: están vandalizadas, rayadas y grafiteadas. Además, a todas les hace falta partes, en especial de la nariz y la boca.
“Justamente lo que vamos a hacer es restaurarlas integralmente, no van a hacer pintadas, sino devolverles esa materialidad original, restaurar las piezas que le hacen falta y volver a que tengan esa imagen tan imponente como la tenían en 1948”, señala Parra.
El documento “Colección de arte, área de escultura. Desnudos en la avenida Las Américas en 1948” de Carolina Vanegas Carrasco, que se encuentra en el portal web del Museo Nacional, evidencia la posición de la iglesia frente a esta obra:
“Las reacciones de la iglesia católica ante la construcción del Monumento de Banderas no se hicieron esperar, en 1947 en el periódico El Catolicismo se publicó una carta que envió el arzobispo Ismael Perdomo al presidente de la República Mariano Ospina Pérez, en la que se refiere al Monumento de Banderas en estos términos:
-Su excelencia no dejará de comprender que tales esculturas, colocadas en uno de los sitios más importantes de la capital y expuestas por lo mismo a las miradas de todos, constituyen un serio peligro para la moralidad pública y merecen franca reprobación conforme a las normas de la Iglesia.-
El presidente Ospina responde que todas las obras de la avenida de las Américas están a cargo de la comisión organizadora de la IX Conferencia Panamericana y que él se encargará de hacer llegar a la comisión, dicha opinión”.
El Instituto Distrital de Patrimonio Cultural ya terminó la primera etapa de la restauración del monumento de Banderas, el cual consistió en reforzamiento de las astas, el cambio del sistema de izaje y la confección y elaboración de las banderas.
Esta etapa fue desarrollada por expertos restauradores en bienes muebles que siguieron unos estándares de conservación y restauración.
La segunda etapa que ya se encuentra en curso, es la de la restauración integral de las 120 esculturas, el reforzamiento estructural de cada una de estas astas y la intervención de todo el espacio que conforma este conjunto escultórico. La inversión total asciende a 1.700 millones de pesos.
“Nos hemos articulados con el Jardín Botánico, para realizar el mantenimiento del jardín porque la rotonda tiene un diseño paisajista; con Transmilenio vamos a hacer una intervención porque ahí tenemos la estación Banderas y con el Instituto de Desarrollo Urbano (IDU), lo concerniente al puente peatonal que tiene la estación de Transmilenio, para que la gente pueda tener un acceso fácil al monumento”, indicó el arquitecto.
La última intervención que se le hizo al monumento Banderas fue hace 14 años, pero fue solamente a nivel estructural. Esta es la primera vez que se está haciendo una restauración integral de todo el monumento.
Debido a que el viento en esta zona llaga con fuerza, habías sido retiradas las banderas del monumento, ya que ejercía un peso y una carga alta a las astas, el cuál se transmitía a las esculturas y se empezaban a dañar en su cimentación.
Por esta razón, se implementó un sistema de izaje con resortes que minimizan las cargas del viento, y también se confeccionaron las banderas luego de un estudio tanto de carga como de vientos, para asegurar la duración de la estructura y de las banderas.
El IDPC ha implementado un programa que se llama ‘Adopta un monumento’ en donde cualquier persona, fundaciones, asociaciones, empresas públicas o privadas e incluso universidades puedan adoptar alguna de estas obras.
Esta iniciativa está encaminadas a fortalecer las necesidades de los monumentos, esculturas y objetos de carácter patrimonial en espacio público en Bogotá. Estas son: restauración, mantenimiento, conservación preventiva, divulgación, defensa, investigación y pedagogía.
En el caso del monumento de Banderas, han buscado vincular a la comunidad con el fin de incentivar la apropiación social en torno al patrimonio cultural, para que se genere la identidad y que se entienda que el patrimonio cultural es de todos.
“Estamos trabajando con los artistas urbanos, con los barristas de los equipos de futbol y con diferentes actores en la localidad de Kennedy para que entre todos adopten este monumento. Ha funcionado mucho con otros monumentos de la ciudad, porque se genera esa apropiación y ese cuidado cuando uno entiende, los valores históricos y los valores patrimoniales que tienen estos monumentos, afirmó el arquitecto Parra.
Según el Instituto Distrital de Patrimonio Cultural, la meta para este año es completar la intervención de 250 monumentos conmemorativos y obras de arte en espacio público de los 350 que existen en Bogotá.