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¿Cuáles son los riesgos para Santander con el cambio climático?

La temporada invernal ha dejado más de 1.000 damnificados y el departamento permanece en alerta roja por desbordamiento de ríos.

Por: Angélica Blanco - Radio Nacional Bucaramanga.

En Santander, más de ochocientas mil personas, que representan el 39% de los habitantes del departamento, residen actualmente en zonas expuestas a desastres naturales como: inundaciones, deslizamientos de tierra y avalanchas. Así lo señala un estudio del Departamento Nacional de Planeación (DNP).

El riego se incrementa en temporadas invernales como la que está pasando Colombia por estos días. Según el informe, el nororiente del país se ubica en el puesto número 14 en la escala nacional, como uno de los territorios con más áreas de riesgo.

Las razones obedecen a que una zona como Santander tiene una caracterización singular:

“Vivimos sobre el segundo nido sísmico del planeta. Está ubicado en el municipio de Los Santos, donde tiembla nueve mil veces al año y esta liberación de energía tiene sus pro y sus contras”, cuenta Ramón Andrés Ramírez, director de la Unidad de Gestión del Riesgo departamental.

El funcionario indica que de los 87 municipios existentes, tan solo dos son planos (Puerto Wilches y Barrancabermeja) y los 85 restantes se esconden entre montañas, lo que los hace vulnerables en temporadas secas, donde se incrementan los incendios forestales y el desabastecimiento de agua.

“Pero cuando hay lluvias descubrimos que del 39% que es vulnerable, el 17% está geográfica y socialmente más expuesto. El motivo es porque habitan terrenos ubicados en zonas críticas donde los deslizamientos de tierra y las crecientes de las afluentes que bañan a la región, son frecuentes”, explica Silvia Calderón, directora de Ambiente y Desarrollo Sostenible del DNP.

En el índice también encontraron que los municipios que se podrían ver mayormente afectados en esta y próximas épocas lluviosas serían: San Andrés, San Miguel, El Peñón, Molagavita, Enciso, Gambita, Aguadas y otros que se abren paso en el sur del departamento.

Sin embargo, para el director Ramón Andrés Ramírez, uno de los que más le generan preocupación es San Vicente de Chucurí, que lo rodean cuatro quebradas, pozos de petróleo y fallas geológicas.

En ese municipio están a la espera de que se construya un centro de monitoreo que tendrá un valor aproximado de mil millones de pesos, que vigilará todo, pero con prioridad en 2 mil 800 casas que fueron construidas en terrenos no aptos. El mismo caso también se presenta en El Playón.

“En este lugar son realmente casos especiales. Recordemos que en 1979 pasó algo peor que la tragedia de Mocoa, pues se desapareció todo el municipio a causa de una avalancha y esos eventos tienden a repetirse, razón por la que es uno de los focos para la administración departamental”, señala Ramírez.

¿Cómo ha afectado esta temporada invernal a Santander?

59 casas al borde de una montaña que amenaza con caerse en un sector conocido como ‘La Corcova’, es lo que se ve de lejos en la vía que de Bucaramanga conduce hacia Cúcuta.

Foto: Gobernación de Santander.

Aquí, a la fecha siguen trabajando con maquinaria para poder dar apertura definitiva y no por horarios (como lo están haciendo).

De acuerdo con Moisés Guarín, director de la Concesión Autovía Bucaramanga Pamplona SAS, 1.600 metros cúbicos de tierra, lo que equivale a 214 volquetadas de material, dejaron incomunicados a estos dos territorios, donde quedaron atrapados conductores por cerca de dos días y 400 personas fueron evacuadas.

Hoy me rodean rostros de habitantes asustados y de expertos alertados por lo que pueda seguir pasando, porque según el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam) las lluvias tardarán un mes más.

Tengo botas pantaneras negras y el barro húmedo y marrón da cuenta de que la lluvia ha hecho de las suyas en esta zona.

Actualmente todas las vías están en riesgo, la UNGRD en Santander informó que 39 municipios han sido declarados con calamidad pública, van dateados más de 1.000 damnificados y diferentes emergencias relacionadas con el clima han provocado la muerte de cinco personas en las últimas dos semanas.

Por otra parte, derrumbes en diferentes puntos del nororiente colombiano, avalanchas y fallas geológicas han generado casos como el ocurrido en el municipio de Enciso, donde el corredor vial que conduce hacia Carcasí se desplazó 30 metros y destruyó las viviendas de 15 familias, que según Gestión del Riesgo, fueron reubicadas.

Más de mil damnificados es el saldo de la temporada de lluvias en el nororiente colombiano. Foto: Gobernación de Santander.

Roberto Bernal, coordinador de Gestión del Riesgo de Barrancabermeja, reportó que también el río Magdalena, que está vinculado a 20 departamentos de Colombia, de los cuales 8 quedan dentro de la cuenca, mantiene en alerta a las autoridades santandereanas, pues su caudal está a 24 centímetros de desbordarse.

Allí, a la fecha, 10 veredas se han visto afectadas y se prevé declaren calamidad pública en los próximos días para que el gobierno departamental aporte recursos, con el propósito de atender la situación e iniciar la entrega de ayudas humanitarias.

Comunidades ribereñas de todo el departamento han estado en alerta desde que inició la temporada de lluvias, porque hay alerta de crecientes súbitas y precipitaciones. Foto: Gobernación de Santander.

Pero como si fuera poco la agricultura también se ha visto golpeada:

“Se estima que las pérdidas por este tiempo han sido del 10% de lo que ganamos anualmente. Hoy los campesinos tienen que recorrer hasta el doble en las vías, porque están vueltas nada. Nosotros tenemos un aproximado de que Santander mueve cerca de 2 billones de pesos e imagínese la pérdida del 10% de ese presupuesto, es mucho dinero”, dice Hernán Guillermo Hernández, presidente de la Sociedad de Agricultores de Santander.

“Lo que está pasando es tan duro que estamos buscando con el Ministerio de Agricultura y con el Banco Agrario que haya una condonación, porque si se perdió todo, los proyectos de nuestros campesinos y agricultores deben ser compensados de esta manera”, detalla el director de Gestión del Riesgo, Ramón Andrés Ramírez.

Tal es el caso de los cultivos que fueron destruidos en Mesa de los Santos, donde además las viviendas quedaron sin techo y sin energía por varias horas el pasado fin de semana, tras las consecuencias de la granizada que cayó allí.

“Es por eso que al momento seguimos y seguiremos trabajando firmemente en todas las vías, municipios y ríos que sean necesarios. Pero solicitamos ayuda del Gobierno Nacional, porque sin duda, aunque esta no ha sido una temporada como la del 2010, donde se registraron más de 40.000 familias afectadas a nivel macro, sigue siendo gravísima y es definitivamente una tarea para próximos gobiernos, pues el clima cada día está más cambiante”, concluye Ramírez.

Por ahora, las recomendaciones para mitigar las emergencias, según el Departamento Nacional de Planeación son:

- Estar atentos a los boletines y a los pronósticos del Ideam, UNGRD, Consejos Departamentales y Municipales de Gestión de Riesgo y entidades operativas.

- Consultar el estado de las carreteras en las líneas disponibles para esto (#767 desde dispositivos móviles).

- Solicitar el inventario con el que debe contar cada municipio sobre los puntos críticos y de riesgo de cada zona del departamento.

- Evitar construir y edificar cerca a zonas de ríos.

- Avisar lo antes posible a los organismos de socorro cualquier emergencia registrada. Las líneas disponibles de Policía son 123 y Bomberos 119.

- Solicitar información sobre el suelo sobre el que se va a construir.

- Cuidar los caños, porque estos permiten que desagüen las aguas lluvias, lo que evita avalanchas.

- Proteger las cuencas hídricas.

- Reforestar (repoblar terrenos con bosques).

- Si vive en zona de ladera, verifique cualquier cambio en el terreno y de aviso.

- Motivar a sus vecinos a desarrollar Planes de Emergencia, donde establezcan quien será el responsable de informar a la comunidad y dirigir las actividades.

- Consolidar planes familiares de emergencia, que les permitan actuar de manera rápida en cualquier situación.

- Tener a la mano un maletín familiar de emergencia.

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