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En Anzoátegui la lluvia arrasó con años de trabajo y esfuerzo

"Son familias enteras las que vivían ahí y prácticamente las fincas quedaron acabadas, no sirven para nada, ni para volver a sembrar”, comentó Aguiar.

Por: Colprensa/El Nuevo Día

Desde el filo de una montaña, Jairo Aguiar, observa con tristeza en lo que quedó convertida su finca La Selvita, predio cafetero próspero que era el sustento y patrimonio de su familia hasta la noche del martes 9 de mayo, cuando una fuerte tormenta generó derrumbes que arrasaron también con fincas vecinas, varias hectáreas de cultivos y animales de engorde, en la vereda El Hatillo de Anzoátegui.

“Son familias enteras las que vivían ahí y prácticamente las fincas quedaron acabadas, no sirven para nada, ni para volver a sembrar”, comentó Aguiar.

A lo que hace referencia el agricultor, es que el terreno, ahora es solo roca y según los conocedores del tema, deberán pasar más de 10 años para que el suelo vuelva a recuperar su capa vegetal.

Los créditos no dan espera

A la situación de desolación que ronda por las veredas del Tolima, se le suma la de los créditos bancarios, pues varios de los productores que sobrevivieron a los estragos del fenómeno de ‘El Niño’, recurrieron a un préstamo para apostarle una vez más a los cultivos de café, plátano, banano y yuca.

Por ahora, los deudores de entidades como el Banco Agrario dependen de la gestión que puedan hacer los dirigentes locales.

Las obligaciones crediticias van desde los $2 millones en adelante.

30 minutos que cambiaron la vida

Carlos Santa, otro habitante de la vereda El Hatillo, contó que su vida cambió entre la noche del martes y la madrugada del miércoles 10 de mayo, “eso fue terrible, fui primero por ellos (hijos) y pensé que me pase a mí, pero que mis hijos estén bien”, narró el hombre.

Con la voz entrecortada, Carlos recordó que ese día solo escuchaba que la tierra emitía sonidos por lo que alertó a su esposa y a los niños de 9, 11 y 13 años, en medio del desespero y con los pies descalzos corrió huyendo del deslizamiento de tierra.

“En media hora se derrumbaron las ilusiones que teníamos, el futuro de mis hijos. En media hora solo quedaron derrumbes por todos lados… se acabó todo, el trabajo de 10 años”, dijo Santana.

En Verdún piden presencia del Estado

Wílmar Hernando Suárez, habitante de la vereda Verdún, tiene grabada en su memoria la hora exacta en la que comenzó la emergencia, “la tempestad comenzó a las 8:45 de la noche hasta la madrugada del martes. A partir de ese momento, la borrasca era impresionante, solo escuchábamos los sonidos de la tierra, pero no podíamos ver la magnitud de lo que estaba pasando”.

Suárez, hizo un llamado al Gobierno nacional, ya que indicó sentirse abandonado, “quisiéramos que el Estado mire hacia Anzoátegui y nos escuche”.

Añadió, que por el nivel del riesgo, en la noche duerme en un albergue junto a 15 personas más.

Las cifras siguen en aumento

El alcalde Óscar Tovar, indicó que los estragos de la lluvia indiscutiblemente son un golpe a la economía de Anzoátegui y que las dificultades apenas comienzan, pues además de determinar los daños en cifras, la gestión apenas comienza, pues por ser un municipio de sexta categoría, los recursos son limitados, especialmente para atender las emergencias que genera la naturaleza.

“Lo que más nos preocupa en este momento son las vías. La recuperación nos va a costar mucha plata, porque se fueron las alcantarillas, muros, bancas a lo que se le suma el tema de vivienda”, precisó Tovar.

Pero el tema de reubicación es uno de los más complejos, ya que el Municipio cuenta con un Esquema de Ordenamiento Territorial desactualizado y además no contaría con terrenos para construir nuevos proyectos de vivienda.

Con respecto al tema bancario, el mandatario dijo que en una reciente reunión de Gestión del Riesgo, se invitó a la gerente del Banco Agrario para que escuchara la problemática de sus clientes, solicitaron que “mandaran a alguien de allá (sede principal) que realmente tome decisiones, para conocer si les van a dar plazos, condonaciones o ayudar con algo”, precisó Tovar.

Agregó, que indiscutiblemente en esta situación se hace necesaria la intervención de la dirigencia política de la región.

En Venadillo la situación es complicada

El mandatario Ílber Beltrán, contó que los créditos son una de las mayores preocupaciones, por lo que se está adelantando un censo para empezar a buscar salidas a nivel nacional.

Del mismo modo, que la situación vial es tan compleja que para no dejar perder la producción en veredas como La Honda, el café se está regalando.

Y aunque se tiene maquinara trabajando de tiempo completo, según los operarios, abrir paso tardaría el resto de este mes. Este reporte indica que cerca de 30 familias, quedarían incomunicada por semanas.

Mientras que Malabar – Puerto Boy, la banca está amarrada con cables a un árbol, (foto) si este se llegará a caer, esta zona queda sin vía. Sobre el tema, la Administración municipal, dijo que se han enviado los respectivos reportes a la Secretaría del Ambiente y Gestión del Riesgo, sin embargo, hasta la fecha no se ha hecho una visita técnica. “Sabemos que el Gobernador estuvo en un corregimiento en límites entre Santa Isabel y Venadillo, pero no tuvo en cuenta al municipio y todo lo que está pasando”, dijo Beltrán.

No obstante, en medio de la adversidad, surgió la solidaridad, de las mujeres que pertenecen al programa Más Familias en Acción. Cientos de ellas se pusieron las botas, armaron mercados de la dotación que reciben al mes y los trasladaron a la parte alta de la cordillera, a donde hoy no hay acceso. “Es un golpe duro para la economía del Municipio, pasarán entre uno y tres años, para que los campesinos, recuperen sus cosechas de nuevo. Estamos pidiendo una voz de auxilio al Gobierno departamental y nacional, ya que se requiere maquinaria”, precisó el burgomaestre. En la vereda Vile, 37 familias perdieron los cultivos tras la inundación del río Magdalena.

Corregimiento Santa Teresa en el Líbano

En la mesa técnica que tuvo el Gobierno departamental en Líbano, se conoció que en Santa Teresa hay tres puntos críticos en los que se dificulta la circulación de personas, asimismo, que hay una parte donde la bancada estaría a seis centímetros de desaparecer.

Del mismo modo, se definió enviar un grupo de médicos, quienes ingresarán por la vía de Santa Isabel, ya que según el alcalde Germán Castellanos, tomará cerca de 10 días abrir paso. “Llegó una retroexcavadora del Comité de Cafeteros, la cual empezará en la Trina, baja al río, sube al Tesoro y empieza a destapar de ahí arriba, para buscar recuperar esta parte”, precisó el mandatario. El secretario del Interior, Ricardo Orozco, se comprometió a que entre hoy y mañana entregará elementos como colchonetas, frazadas, tanques, kits de aseo a Santa Teresa. De otra parte, en el corregimiento La Aurora, (foto), las vías están llenas de barro.

Dato

El promedio de lluvias para Anzoátegui al mes es de 125 milímetros. La lluvia más fuerte comenzó el 6 de mayo y hasta el día, la Oficina de Gestión del Riesgo municipal tiene un registro de 289 milímetros.

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