Cuando hablamos de dulce en el Valle pensamos en Buga y si hablamos de tradición, también. Así es, Guadalajara de Buga es, tradicionalmente, una ciudad muy llamativa para propios y extranjeros.

Su ubicación, en el centro del departamento del Valle reúne diferentes culturas y costumbres, pero principalmente, la ‘Ciudad Señora’, se engalana con su espiritualidad, su mágica arquitectura y la exquisita cocina colombiana.

El dulce manjar blanco es uno de los más reconocidos en el Valle. Este dulce es, por tradición, el más representativo de Buga; su receta es muy sencilla, pues es una simple mezcla de leche y azúcar pero, para quienes lo preparan, este tiene unos elementos que lo vuelven más complejo, y no todos los manjar blancos saben igual, unos más ricos que otros; así lo explica el sociólogo y profesor universitario Rienzi Armando Moncayo Rojas, bugueño y orgulloso de ser vallecaucano, quien por más de 30 años ha preparado y mantenido esta tradición culinaria.

“El sabor del dulce varía mucho dependiendo el tipo de leche, del tipo de fuego; si es carbón, leña o gas, varía según la paila, si es cobre rojo o amarillo o trae más bronce, o si es en aluminio o en hierro, no todos saben igual, pero sí les aseguro que saben rico”.

El ser de pueblo permite que aquellas tradiciones y costumbres de provincia se prolonguen en el tiempo y el profe tiene muy claro que tanto el origen de los ingredientes, como las costumbres propias aplicadas a su preparación, resultan en una mezcla de sabores y saberes que, hoy en día, tanto propios como turistas pueden disfrutar.

Estar en Buga nos hace sentir una sensación mágica, pues en esta ciudad se conservan casas con más de 200 años de historia. Por aquí pasaron varios próceres de nuestra independencia; su gente se ha esforzado por mantener viva la memoria histórica de esta zona del Valle.

Dentro de ese esfuerzo también se mantienen vivas tradiciones culinarias de más de 60 años, este cuento de la gastronomía es tan serio, que desde el 2020 se hace el concurso del Dulce Manjar Blanco, donde participan más de 50 productores, por eso nos dimos la tarea de buscar al ganador.

Después de adentrarnos por pasillos coloniales, con puertas gigantescas, y haber probado uno que otro plato, nos encontramos con don Rodrigo Cruz, quien obtuvo el primer lugar en el festival gastronómico `La ruta del manjar blanco 2020`, y nos contó sobre la tradición familiar con esta dulce insignia de Buga.

“Esta es una tradición de más de 100 años, la tradición la inició la bisabuela Carmen Escobar; ella con sus hijas iniciaron esto, después, continuó mi abuela y ella le enseñó a mi mamá y mis tías. Ellas siguieron con la tradición que ahora hemos aprendido, tanto mis primas como yo. Hemos convertido esta dulce tradición en un negocio familiar”.

‘Delicias ancestrales’ es como se llama el negocio familiar del que habla Rodrigo, una empresa que los ha mantenido unidos y que sigue preparando dulce de manjar blanco, un postre delicioso que representa a los bugueños y, también, a los vallecaucanos

“El manjar blanco es un ícono del Valle y nos conocen a nivel internacional. Yo doy testimonio que viene mucha gente que va a viajar para Europa, también a Estados Unidos y quieren llevar este postre, el que nos identifica ante el mundo como uno de los mejores sabores colombianos, todos saben que los íconos de Buga son el Señor de los milagros, el dulce manjar blanco y el cortado de leche”.

Sin duda alguna, si venís al Valle, te recomiendo darte una pasadita por Buga, quedarás fascinado con su hermosa arquitectura y su gastronomía, te encontrarás con chuletas exquisitas, sancochos de gallina y los más ricos y deliciosos postres y dulces. Colombia, un mapa de manjares.