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Neira
Dulce de corcho, un manjar caldense tipo exportación
Los ingredientes principales de esta receta típica del centro sur de Caldas son panela y pata de res.
Vanessa Sánchez y Andrea Cardona

Dos ingredientes son suficientes para que Carlos Alberto Ocampo García elabore todos los días el tradicional corcho de Neira, un dulce típico a base de panela y pata de res que le ha dado identidad a este municipio, ubicado en la zona centro sur de Caldas, a unos 45 minutos de Manizales.

Don Carlos Alberto vive en una casa ubicada a dos cuadras del parque principal del municipio y allí funciona su empresa artesanal de corchos. Desde los 12 años supo que la labor que aprendió de su familia sería su sustento de vida y así ha sido por 43 años. Los corchos Beto, como se llama su producto, son los mejores de Neira, al menos ese es el rumor que ha llegado a sus oídos y ese es uno de los alicientes para madrugar todos los días a las 6 de la mañana a trabajar en su negocio.

Todo lo que hace lo vende. Dice que su corcho es distinto a los demás que se producen en el municipio porque lleva menos panela. La receta de este manjar la aprendió de su mamá y su abuela y así ha llegado a venderlos en Japón, Estados Unidos y Panamá.

“Mi abuela aprendió a elaborar los corchos en la vereda El Crucero, en Neira. Unas gitanas le enseñaron la receta y ella empezó a producirlos. A lomo de mula los enviaba desde la vereda hasta un almacén que quedaba en el parque de Neira y que era propiedad de Alejandro Jaramillo. Cada 8 días traían 50 paquetes y así se empezó a conocer el corcho en el municipio”, contó don Beto.

Dulce de corcho
Foto: Vanessa Sánchez y Andrea Cardona.

Los corchos son todo para don Beto. Vive solo, no tiene esposa ni hijos y dice que no ha conocido a una mujer que aguante el trote de trabajar en su fábrica. En Manizales compra las patas de res, las cocina en la olla pitadora y luego de cuatro horas retira el exceso de aceite, las deshuesa y las licúa. Ese proceso lo hace en su cocina, donde hay ollas de buen tamaño para preparar hasta ocho patas juntas. Siempre prende su radio y oye lo que le pongan.

Manos a la obra

En el patio de don Beto ocurre la magia de los corchos. Allí tiene la estufa a gas donde calienta las patas licuadas y poco a poco le agrega la panela que “debe ser de buena calidad, no muy clara ni muy oscura, para que el producto quede en su punto”, dice, mientras parte cada atado de esta melcocha con un martillo. En este proceso agrega 16 atados de panela y las revuelve. La mezcla queda a fuego alto hasta que se vea espesa y de color caramelo.

Tras apagar la estufa se deja reposar por tres horas. En ese momento, don Beto se lava las manos y empieza a tirar la mezcla. Con sus manos toma el caramelo de la olla, se ubica al frente de una horqueta, un tubo de acero inoxidable en forma perpendicular, que instaló en su patio y es donde la mezcla toma consistencia. Allí comienza a tirarla como si fuera una goma que va y vuelve entre sus manos.

Dulce de corcho
Foto: Vanessa Sánchez y Andrea Cardona.

Hay que tener fuerza, destreza y como él mismo dice, buena macana para evitar que los ingredientes se adhieran de las manos. Con cada golpe el corcho se transforma: con el tiempo pasa de color oscuro a claro y cada que necesita suavizar la mezcla le agrega panela en polvo. En este paso se demora dos horas más y todo depende de la cantidad de dulce que tenga en la olla.

“Esa mezcla es caliente y exige fuerza. Antes quedaba cansado de los hombros y las manos, ahora ya que le tengo el tiro no se me da nada. Eso sí, me está dando artritis porque esto es muy caliente”, comenta don Beto, mientras suena el choque de la mezcla contra la horqueta.

Cuando la mezcla está de color claro, don Beto la toma en sus manos y se dirige a la sala, donde se da la última parte del proceso. Sobre unas tablas de madera pone la mezcla en tiras gruesas y al cálculo. Repite esta acción hasta completar la medida para 80 paquetes de corchos. Las deja secar hasta el otro día y, cuando están secas, las corta en los bocados que finalmente empaca en bolsas.

“Este dulce se llama así porque es parecido a la textura de los corchos de las botellas de vino. Yo trabajo a ratos. A veces toca madrugar los fines de semana o festivos, pero eso depende de los pedidos. Yo he tenido mi empresa de corchos en Cali, Bogotá, Medellín, Buenaventura, Duitama y Tunja. Por periodos he vivido en estos lugares, hasta que hace dos años y medio que me devolví para Neira”, concluye don Beto, quien sueña algún día con tener una fábrica de corchos más grande.

Dulce de corcho
Foto: Vanessa Sánchez y Andrea Cardona.

Neira, la tierra del corcho

Neira es uno de los 47 municipios que conforman el Paisaje Cultural Cafetero y es conocido como “La puerta amable del departamento”. En honor a su dulce típico cada año en octubre se celebran las Fiestas Nacionales del Corcho.

En sus calles resalta una arquitectura en tapia, esterilla y guadua, herencia de la colonización antioqueña. Las construcciones que están conservadas se ubican en su mayoría en la calle real del municipio y sus fachadas son referencia turística del municipio.

El historiador, escritor y docente universitario, Gilberto Layton, asegura que uno de los retos que tiene el municipio es el turismo y potenciar la fincas cafeteras, su arquitectura y senderos naturales como un atractivo para los viajeros.

“Neira es un municipio enclavado en las montañas de la cordillera central. Va a cumplir 180 años y su sustento económico es la agricultura, el café, la ganadería y, en los últimos años, está trabajando por el turismo. En ese aspecto todavía falta lograr que sea una actividad que dinamice la economía”, dijo el escritor.

Algunos de los sitios turísticos en el municipio son: Pueblo Rico, Los Chorros, La Calle Real, el parque principal y la terminal de transportes, que está hecha en guadua. Su dulce típico es uno de los referentes para el turismo y se consume como acompañante de la mazamorra, con leche o a gusto del consumidor.

Dulce de corcho
Foto: Vanessa Sánchez y Andrea Cardona
Neira, Caldas
Foto: Vanessa Sánchez y Andrea Cardona
Dulce de corcho
Foto: Vanessa Sánchez y Andrea Cardona
Neira, Caldas
Foto: Vanessa Sánchez y Andrea Cardona
Dulce de corcho
Foto: Vanessa Sánchez y Andrea Cardona
Dulce de corcho
Foto: Vanessa Sánchez y Andrea Cardona
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