Escuela Pedagógica Experimental: un referente de la educación transformadora en Colombia
En la oficina del profesor Dino Segura se encuentra una placa que dice: "El IV Congreso Nacional de Enseñanza de la Física exalta la vida y obra del profesor Dino Segura, por su creación de nuevos ambientes de aprendizaje en la Escuela Pedagógica Experimental y su enorme aporte al abrir el camino de la investigación en la enseñanza de la física". Al final de la mención, se encuentra la siguiente frase de Albert Einstein: "El verdadero arte del maestro consiste en despertar la alegría, el trabajo y el conocimiento".
La Escuela Pedagógica Experimental (EPE), fundada hace 45 años por cinco profesores visionarios, se ha convertido en un referente en Colombia para la educación alternativa. Estos profesores, Miriam Ortiz, licenciada en matemáticas; Antonio González, licenciado en física; Pablo Torres, químico; Vicente García, ingeniero de sistemas (fallecido); y Dino Segura, licenciado en física, se unieron con la ilusión de crear una escuela diferente para sus hijos.
"En aquel entonces, nuestra urgencia era encontrar un lugar donde nuestros hijos pudieran educarse de manera decente. Utilicé la palabra 'decente' porque considero que la escuela tradicional es muy irrespetuosa y violenta. En ese momento, no sabíamos lo que estaba por venir. Creo que fue una determinación bastante irresponsable, ya que queríamos crear una escuela, pero no sabíamos cómo sería", comenta Dino Segura.
La escuela comenzó en el garaje de una casa en el barrio Patria, propiedad de Pablo Torres. Inicialmente, contaban con 17 niños, incluyendo a los hijos de los maestros fundadores y de otros colegas de la Universidad Distrital Francisco José de Caldas. La primera maestra fue Adela Molina, quien estuvo a cargo de la escuela durante más de 18 años.
Con el paso del tiempo, la EPE creció y tuvo que mudarse a una casa en el barrio Normandía. Sin embargo, debido al aumento en el número de alumnos, tuvieron que trasladarse nuevamente al kilómetro 4, vía a La Calera, frente al barrio San Luis. Durante la época dorada de la escuela, bajo el Gobierno de César Gaviria (1990-1994), llegaron a tener 600 estudiantes. Aunque actualmente la cifra se ha reducido a 300 alumnos debido a la pandemia, la EPE no tiene intención de convertirse en un megacolegio o expandirse a diferentes sedes.
La EPE no sigue los patrones tradicionales de la educación. No cuenta con un currículum, evaluaciones ni un Manual de convivencia. En cambio, se basa en la confianza y en la vivencia para generar dinámicas de equilibrio en la institución. El trabajo colectivo es otro pilar importante de la escuela, ya que promueve el respeto, la imaginación, la discusión, la argumentación y la búsqueda colectiva.
Dino Segura destaca que en la EPE se busca fomentar la resolución de problemas utilizando las disciplinas, las experiencias y el conocimiento de los estudiantes como herramientas fundamentales. Se busca que los estudiantes sean protagonistas activos de su propio aprendizaje, brindándoles espacios de libertad y autonomía.
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En la Escuela Pedagógica Experimental, se promueve la investigación y el trabajo en proyectos, en los que los estudiantes pueden explorar temas de su interés y desarrollar habilidades de indagación y análisis. Se busca que los estudiantes aprendan a cuestionar, a investigar y a construir su propio conocimiento, en lugar de recibir información de manera pasiva.
Además, se fomenta el respeto y la igualdad entre todos los miembros de la comunidad educativa. Se trabaja en la construcción de relaciones horizontales, en las que se valora la diversidad y se promueve el diálogo y la colaboración. Se busca que los estudiantes aprendan a escuchar, a respetar las opiniones de los demás y a trabajar en equipo.
Dino Segura enfatiza que la escuela tradicional es vista como violenta porque impone normas y disciplina de manera autoritaria, sin tener en cuenta las necesidades y particularidades de cada estudiante. En cambio, en la Escuela Pedagógica Experimental se busca generar un ambiente de respeto y confianza, en el que los estudiantes se sientan seguros y valorados como personas individuales.
A lo largo de los años, la Escuela Pedagógica Experimental ha tenido un impacto significativo en la educación en Colombia. Ha servido como modelo y fuente de inspiración para otros colegios y educadores que buscan una alternativa a la educación tradicional. El enfoque pedagógico basado en la libertad, la autonomía y el respeto ha demostrado que es posible brindar una educación de calidad, centrada en el desarrollo integral de los estudiantes.
Dino Segura y los demás maestros fundadores de la EPE han dejado un legado importante en el campo de la educación, demostrando que es posible transformar los paradigmas educativos y construir espacios de aprendizaje más humanos, inclusivos y respetuosos. Su trabajo ha sido reconocido y valorado tanto a nivel nacional como internacional, y su influencia perdura en la educación en Colombia.
