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Aprendizaje social y emocional para favorecer la convivencia en el aula

Por medio del aprendizaje social y emocional se puede ayudar a abordar diversas situaciones de inequidad.
¿Qué es el Aprendizaje social y emocional?
Foto: Pixabay
Paola Andrea Chaves

El aprendizaje social y emocional (SEL, por sus siglas en inglés) cumple un papel fundamental en la educación y por lo tanto en el desarrollo humano. 

SEL se puede entender como un proceso mediante el cual todas las personas adquieren y aplican conocimientos, así como habilidades para gestionar las emociones, lograr metas personales y colectivas, sentir y mostrar empatía por los demás, establecer y mantener relaciones de apoyo y tomar decisiones responsables para la vida. 

A su vez, este aprendizaje promueve la equidad educativa a través de un trabajo conjunto y respetuoso entre la escuela, la familia, y la comunidad, pues garantiza escenarios adecuados que van a favorecer experiencias de aprendizaje en la que se construyan relaciones de confianza y colaboración. 


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Por medio del aprendizaje social y emocional se puede ayudar a abordar diversas situaciones de inequidad y trabajar con las personas para lograr que las instituciones educativas contribuyan a la construcción de espacios seguros y de bienestar para todos. 

De acuerdo con el SEL las principales áreas de competencia ciudadana son

  • Autoconciencia: permite comprender las habilidades, emociones, pensamientos, y determinar cómo influyen en el comportamiento en los diferentes contextos. Incluye la capacidad de reconocer las fortalezas y limitaciones con un sentido de confianza y propósito puntual. 
  • Conciencia social: es la capacidad para comprender las perspectivas con los demás, incluyendo las diferencias y la diversidad de culturas y contextos. Incluye la capacidad de sentir compasión por los demás, comprender normas sociales, así como reconocer los recursos y apoyos de la familia, la escuela, y la comunidad. 
  • Autocontrol: se define como la habilidad para manejar las propias emociones, pensamientos, y comportamientos en diferentes situaciones. Incluye la capacidad para gestionar las emociones y la voluntad para lograr metas personales y colectivas. 
  • Habilidades para relacionarse: es la capacidad para establecer y mantener relaciones interpersonales adecuadas. Incluye la capacidad para comunicarse claramente, escuchar activamente y solucionar negociar conflictos de manera constructiva.
  • Toma de decisiones responsables: consiste en la capacidad para tomar decisiones y elecciones constructivas sobre el comportamiento personal e interacciones sociales en diversas situaciones. Incluye las capacidades para evaluar los beneficios y consecuencias de acciones que van a determinar el bienestar personal, social y colectivo. 
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