“Deberíamos educar para la muerte”: Camilo Russi, experto en acompañamiento de duelos

El fallecimiento de su abuelo cuando apenas era un niño marcó a Camilo Russi de forma muy significativa, y lo llevó, años después, a enfocar su propósito personal y profesional a brindar las herramientas para educar en torno a un hecho inevitable que tarde o temprano toda persona debe afrontar de distintas maneras: la muerte. 

“Mi abuelito era una figura muy representativa para mí. Era un ser amoroso, consentidor y muy sabio. Él padecía de un cáncer de páncreas muy agresivo que le causó la muerte; sin embargo, por esos estigmas que persisten, especialmente ante los niños, a mí no me hablaron de su enfermedad y no me permitieron asistir a su funeral. Yo quedé como congelado y no pude procesar ese dolor”, recuerda Russi. 

Años después, agrega, “estando en una sesión terapéutica a la que asistía por otras razones, mencionaron la muerte y ahí sentí como si mi abuelo se acabara de morir. En ese momento, me entró una inquietud muy profunda acerca de por qué no nos enseñan sobre un tema que todos vamos a vivir. Me pregunté cuántas personas no estarían cargando con estos duelos tan pesados sin herramientas para vivirlos”, señala Russi. 

Y es que según el experto, social y culturalmente aún se evita hablar de la muerte, se le ve como un verdugo, como algo negativo. “Hay una frase muy bonita de una película que se llama ‘El Juego de Ender’ que dice: ´cuando yo comprendo a mi enemigo lo suficientemente bien como para vencerlo entonces también lo amo´, que lo que nos indica es que no podemos odiar algo que no comprendemos, algo con lo que nos enemistamos, a lo que no le damos el espacio de comprender, cuando es una situación por lo que todos vamos a pasar”, afirma.  

Razones que incentivaron a Russi a meterse de lleno a leer, estudiar, investigar, a hacer cursos y a entrevistar a los expertos que han abordado la muerte desde diferentes miradas para crear actividades educativas tanto para aprender como para compartir dicha información y conocimiento. 

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De este trabajo surgieron iniciativas como la creación de la Escuela de la Muerte, el Congreso Internacional de Educación sobre la Muerte, el taller ‘Hacer las paces con la muerte para una vida más plena’, y más recientemente, el libro ‘El duelo duele… y eso está bien. Aprende a vivir situaciones de cambio, pérdida y crisis’, con las que Russi acompaña a las personas en duelo, entendido este, dice, como cualquier cambio significativo que se da en la vida de alguien, ya sea una ruptura amorosa, un cambio laboral, una migración, la muerte de una mascota, una enfermedad terminal, o el fallecimiento de un ser querido. 

“De ahí la importancia de hacer las paces con la muerte y con el duelo. La vida se vuelve más plena, se empieza a tener mayor claridad sobre ellos, y cómo abordarlos de una forma sana. Es como tener luz en esa cueva oscura que nos permite ver las cosas como son y no por ese condicionamiento cultural tan grande que aún existe en torno a la muerte y al duelo. Educar sobre la muerte evita no sólo mucho sufrimiento sino también otros aspectos como gastos del estado y enfermedades mentales y físicas”, apunta Russi.  

El duelo, duele

La muerte es uno de los momentos más difíciles a los que se enfrenta el ser humano e impacta todos los aspectos de la existencia: a nivel emocional, mental, físico, social, y- para quienes está dentro de sus creencias- a nivel espiritual. Por lo mismo, el duelo que cada individuo vive es personal. Cada quien lo afronta de una manera diferente, por lo que no existe una sola fórmula para transitarlo. 

“El duelo depende no solo de mis configuraciones mentales y emocionales, sino de cómo era mi relación con la persona o con esa situación que ya no está, lo que lo hace único, por lo que cada quien lo lleva a su ritmo, en sus tiempos, con sus emociones. Si en un momento la persona siente tristeza, eso es natural. La vida tiene de todo, altos y bajos, no se trata solo de ser feliz ni de compararse con otro sino de honrar lo que se siente en ese momento ya sea nostalgia, rabia, culpa, agradecimiento, o hasta alegría”, afirma Russi. 

Este es un punto clave, tanto para la persona que está en duelo como para quien acompaña a alguien en este momento de la vida, pues muchas veces, sin malas intenciones, o por desconocimiento, las personas alrededor tienden a invalidar ese dolor, a decirle cosas como: “ya no llores”, “déjalo ir”, “era lo mejor”, “ya dejó de sufrir”,  o “ya es tiempo de superar la muerte”. 

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“La raíz de todo esto es la falta de educación emocional. El dolor es dolor y hay que vivirlo, hay que transitarlo, no superarlo, como se suele decir, el duelo no se acaba, se transforma. Por eso, es importante que todos tengamos acceso a herramientas, al conocimiento y a experiencias que nos permitan vivirlo y también acompañar de una manera más empática al doliente. Educar para la muerte es esencial para la vida”, sostiene Russi.  

Más corazón menos control 

Para el experto es esencial que comprendamos que desde que nacemos comenzamos a morir. “Lo que llamamos vida es una transformación, un juego entre vida y muerte. A cada instante estamos muriendo. El duelo hace parte de la vida, por lo tanto no se supera ni termina, se integra. Tantos años después de la muerte de mi abuelo sigo en duelo, pero hoy mi duelo tiene forma de gratitud por lo aprendido, por su vida y por su legado”, comenta. 

Enseñanzas, aprendizajes, cambio de paradigmas y transformaciones que ahora Russi comparte a través de diversas herramientas educativas para acompañar desde el corazón y dejar de controlar desde la razón. 

“Una, es el Congreso Internacional de Educación sobre la Muerte que este año se realizará desde el 11 hasta el 15 de noviembre y que reúne a 40 expertos internacionales que cuentan sus experiencias sobre la muerte y el duelo desde diversas perspectivas: científica, médica, psicológica, espiritual, filosófica, musical. Es un evento gratuito, en línea, dirigido a la persona que esté o que haya estado en duelo, y para aquellos que quieran saber cómo acompañar el duelo de alguien, es decir, es un espacio para todos”, apunta Russi. 

A través de la Escuela de la Muerte, por su parte, provee contenido con diversas actividades de transformación personal con herramientas prácticas, amenas, apoyadas por profesionales en psicología, medicina, tanatología, docencia, y terapeutas, entre otros, en busca de hacer las paces con la muerte y lograr el estado de plenitud. 

Como complemento a ello, Russi lanzó el 2 de noviembre en el Gimnasio Moderno de Bogotá el libro ‘El duelo duele… y eso está bien. Aprende a vivir situaciones de cambio, pérdida y crisis’, el cual está dividido en tres secciones: la primera en la que se abordan 11 mitos que se ciernen en torno al duelo; en la segunda, las 11 preguntas, quejas y reclamos más comunes en el duelo; y en la tercera, ofrece 11 herramientas prácticas para vivir el duelo en paz.

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“El libro está escrito y estructurado de una manera muy amena, con un lenguaje sencillo, pues cuando se está en duelo uno no piensa igual, la cabeza no funciona igual y uno está física y mentalmente agotado, por lo que el libro no puede ser más complejo aún. Allí están contadas historias, casos de la vida real y ejercicios prácticos para abordar de manera preventiva el duelo y la muerte”, apunta Russi.  

El sueño del bogotano es que ojalá desde los primeros años de colegio se impartiera, de una forma respetuosa y muy profesional, la educación sobre la muerte. Porque para la muerte no hay edad, no concierne solo a los mayores o viejos.   

Si quieres conocer más acerca del Congreso, la Escuela de la Muerte y el lanzamiento del libro lo puedes hacer a través de la página www.educacionsobrelamuerte.com o en las redes sociales de Camilo Russi.