Firmantes de paz en Antioquia transforman territorio a través de la apicultura
En el municipio de Anorí, en el nordeste antioqueño, 20 firmantes del acuerdo de paz están trabajando y aprendiendo acerca de la apicultura. Además de contribuir a la construcción del tejido social y al cuidado del medio ambiente, estos individuos han optado por proyectos de vida con el objetivo de reintegrarse a la sociedad civil y contribuir al desarrollo del sector rural y del país.
Tras la firma del acuerdo de paz, se crearon los Espacios Territoriales de Capacitación y Reincorporación (ETCR), donde los firmantes de paz han apostado por sus proyectos de vida para tener la capacidad de competir equitativamente en el mercado laboral. Como parte de esta iniciativa, un grupo de 20 firmantes del acuerdo decidió embarcarse en el proyecto "Miel de la Montaña", centrado en la apicultura en la vereda La Plancha, ubicada en el municipio de Anorí, Antioquia.
"En la actualidad, estamos comercializando mieles naturales en tres presentaciones distintas: una de un kilo (mil gramos), otra de 580 gramos y otra de 280 gramos. También estamos produciendo mieles infusionadas con achote, caléndula, jengibre, uchuva y moringa. Con esto, buscamos que este proyecto sea reconocido y respaldado por todas las entidades y medios posibles para continuar creciendo y demostrar nuestro compromiso absoluto con la paz", manifestó Arley Betancur, socio y comercializador del proyecto Miel de la Montaña.
También le puede interesar:
Esta iniciativa se dedica a producir miel de alta calidad a nivel local y ha obtenido un reconocimiento significativo en el municipio, al punto de que actualmente ofrece servicios de envío a domicilio para su comercialización. Para garantizar la satisfacción de los consumidores de esta miel, los excombatientes llevan a cabo diversas actividades técnicas, como el mantenimiento de los apiarios, la revisión regular de las colmenas y la provisión de alimentos para las abejas, entre otras.
Al igual que cualquier otro proyecto, Miel de la Montaña ha enfrentado desafíos significativos. Uno de los más graves ha sido el aspecto económico, lo que ha llevado a los miembros a buscar otras opciones laborales. Sin embargo, siguen adelante, enfatizando que lo más importante son sus clientes y que, aunque las dificultades siempre se presenten, es fundamental enfrentarlas y seguir adelante.
"Para nosotros, lo más importante es nuestra clientela. Desde el momento en que lanzamos nuestros productos y la gente comienza a distinguirlos y hacer pedidos, eso es algo que tenemos en cuenta. Cualquier dificultad, por difícil que sea, siempre priorizaremos a nuestros clientes. Es cierto que hemos atravesado varias crisis que estuvieron a punto de hacer fracasar el proyecto, pero siempre decidimos continuar, ya que es nuestra contribución a la paz en el territorio", expresó Betancur.
Tejido social y medio ambiente
A lo largo de estos cuatro años, el proyecto ha sido reconocido por diversas entidades como un ejemplo de compromiso y esfuerzo por parte de los firmantes de paz para reconciliarse con la sociedad y consigo mismos. Han demostrado que existen alternativas de vida para dejar atrás un pasado marcado por el conflicto.
Miel de la Montaña aspira a contar con la participación de las comunidades, buscando unirse en el propósito de crecer y demostrar que la unidad entre todos los sectores contribuirá a fomentar la paz, algo que las víctimas del conflicto en Antioquia han buscado durante tantos años. Los excombatientes creen que la mejor forma de lograrlo es mediante la articulación en proyectos productivos.
"Creemos que estamos haciendo un buen trabajo con las comunidades, ya que nos acercamos cada día más a ellas. Cuando instalamos un apiario en cada finca del municipio de Anorí, estamos aportando de manera positiva a esa finca y a esa región. También compensamos a la gente por prestar su terreno, ya que parte de nuestro producto se les entrega y además les pagamos una cantidad de dinero, todo con el fin de avanzar juntos", enfatizó Arley Betancur.
El cuidado del medio ambiente es otro compromiso clave para los firmantes de paz que forman parte de Miel de la Montaña. Ellos tienen claro que la apicultura garantiza la continuidad en el tiempo de la naturaleza a través de la polinización de las plantas silvestres y cultivadas. Las abejas nativas tienen una gran importancia ecosistémica debido a los servicios de polinización que permiten la perpetuidad de los bosques y los cultivos. Además, la apicultura fomenta la economía local y regional, tanto en áreas rurales como urbanas.
"Miel de la Montaña es un proyecto que contribuye al cuidado del medio ambiente, ya que las abejas son responsables de la polinización de la mayoría de las frutas que consumimos en el planeta. Incrementar el cuidado y la población de abejas es una forma de hacer un gran trabajo en beneficio del medio ambiente", puntualizó Arley.
Desde la firma del acuerdo de paz, los excombatientes han creado una serie de proyectos con los cuales buscan dar a conocer y fortalecer su economía, demostrando su voluntad de construir la paz en los territorios. Miel de la Montaña es un claro ejemplo de ello, ya que sus integrantes continúan día a día, con gran optimismo, cuidando de las abejas, el medio ambiente y fortaleciendo la paz junto con la comunidad de Anorí, Antioquia.
