Acamco: una lucha por la supervivencia del cóndor de los Andes
El cóndor de los Andes, conocido como ‘el guardián del cielo colombiano’, es una de las aves carroñera más grandes del mundo. Este especie, que con su majestuosidad sobrevuela en las cumbres más altas de las montañas, se enfrenta a varios desafíos, entre ellos el cambio climático y el impacto que el ser humano ha tenido en su hábitat, y que ponen en peligro su supervivencia.
Si esta ave llegara a desaparecer, sería una tragedia ambiental, pues de acuerdo a cifras del Primer Censo Nacional de Cóndor Andino en Colombia, realizado en 2021 por varias organizaciones voluntarias, en el país quedan unos 60 cóndores.
Por esto, y ante el peligro crítico de extinción de este ejemplar, nació la Asociación Campesina Coexistiendo con el Cóndor (Acamco), en el Páramo del Almorzadero, ubicado entre los municipios de Cerrito y San Andrés en el departamento de Santander, con el objetivo de visibilizar el peligro que enfrenta esta especie emblemática de los cielos de Suramérica.
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Páramo del Almorzadero
Este páramo cuenta con cerca de 100 lagos, lagunas y ríos que recorren este espacio donde residen algunas de las especies más emblemáticas del país. Además habita el 30% de la población nacional de cóndores; pero estos, enfrentan ataques de cazadores y otros animales.
Leonardo es un santandereano zootecnista de profesión que, junto a 19 familias campesinas y el apoyo de la ‘Fundación Parque Jaime Duque’, creó esta asociación para tecnificarse, crear un sistema sostenible y a su vez, realizar jornadas de educación ambiental en colegios y con comunidades para fomentar la conservación de esta especie.
“Este proyecto surgió por la problemática del cóndor, porque este no encuentra carroña ya tan fácil porque la envenenan y lo están matando. Una de las soluciones a eso fue tecnificar el sistema de producción y volverlo pues semi-intensivo, menos menos invasivo, menos impactante en el ecosistema de páramo con instalaciones que se pudieran cuidar las crías, cuidar las ovejas, mejorar las condiciones productivas” expresó Flores.
“El principal trabajo es esforzarnos para que estas familias tengan las herramientas para que puedan cuidar sus ovejas y se eviten los ataques. Segundo, desarrollar jornadas de educación ambiental con campesinos, asociaciones y las instituciones educativas de la zona de influencia. Hemos visitado 11 colegios de 17 municipios de la zona de influencia del proceso y desde allí pues tratar de concientizar y sensibilizar en la conservación de esta especie que es magnífica, que es muy imponente al verla en su estado natural” agregó.
Actualmente, la ‘Asociación Campesina Coexistiendo con el Cóndor’ ha conseguido varios aliados y ante su impacto ambiental, ha logrado obtener grandes resultados de cambio, por ejemplo los participantes comentan que ha disminuido la percepción de amenaza que antes sentían frente a esta ave. Agregan que incluso, utilizando binoculares pueden identificar si es un macho o hembra.
Junto con la fundación Parque Jaime Duque, han desarrollado actividades de mejoramiento de las condiciones de la “Reserva natural Piedra del Cóndor", 230 hectáreas que se están cercando para tener únicamente fauna silvestre y una parte de restauración en una pequeña área de alrededor de 12 hectáreas para establecer un sistema de producción tecnificado de ovinos para ser el referente para los socios, la región y para otros páramos con condiciones similares.
La asociación sueña en convertirse en un referente para otros ecosistemas de páramo en donde puedan convivir todas las especies.
Además este proyecto tiene otras ramas, pues se está trabajando con un club de ciencias llamado ‘Niños, niñas y jóvenes coexistiendo con el cóndor’ conformado por los hijos, nietos, hermanos y sobrinos menores de las familias de la Asociación. Estos realizan actividades en torno a la concientización, sensibilización y crear ese sentido de pertenencia y responsabilidad con el territorio.
