La ministra de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Susana Muhamad, suscribió el 'Acuerdo de Cartagena del Chairá', para luchar contra la deforestación, durante la posesión del alcalde de ese municipio, Darwin Andrés Flores, y del gobernador del Caquetá, Luis Francisco Ruiz.
“Es un acuerdo histórico, en el que nos comprometemos a trabajar conjuntamente para lograr esa paz con la naturaleza, para ordenar el territorio alrededor del agua, para construir participativamente con las comunidades, para generar una economía de la biodiversidad”, afirmó Muhamad.
Este acuerdo reconoce la oportunidad de proteger la selva y revertir los daños causados por la pérdida de biodiversidad, contaminación y cambio climático.
Además, establece un compromiso con los nuevos gobernantes del departamento para reducir la deforestación, utilizando los Planes de Desarrollo Territoriales como vehículo, ratificando un acuerdo previo con comunidades campesinas.
Durante el acto se resaltó la relevancia del programa 'Conservar Paga', que a partir del próximo año ofrecerá incentivos económicos a comunidades campesinas, negras e indígenas comprometidas con la protección y conservación de la selva.
Según Minambiente el incentivo, mediante pagos por servicios ambientales, se triplicará, alcanzará los $900 mil y beneficiará a más de 10 mil familias en todo el país.
"Combatir la deforestación es uno de los temas ambientales que nos afectan en el Caquetá. Trabajaremos de la mano de la institucionalidad y las agremiaciones para promover una ganadería y agricultura sostenible con el ambiente", manifestó el gobernador entrante.
En el contexto de este Acuerdo, se destacan cinco puntos estratégicos que marcan la pauta del camino hacia la conservación ambiental y el desarrollo sostenible.
En primer lugar se destaca la aspiración de consolidar tanto a Colombia como al departamento de Caquetá como "potencias de la vida".
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Este objetivo implica un reconocimiento profundo de la biodiversidad en esos territorios, promoviendo una transición hacia prácticas ambientales y productivas que no solo revitalicen la naturaleza, sino que también dignifiquen la vida de sus habitantes.
Un segundo punto se refiere a la protección de las comunidades étnicas y campesinas, lo que implica el reconocimiento de las juntas de acción comunal, las diversas formas organizativas y la autonomía de estas comunidades como elementos fundamentales para la protección y recuperación de la Amazonía.
La tercera área de enfoque está relacionada con el ordenamiento del territorio y la búsqueda de la paz total en el departamento.
Este punto aborda la necesidad de encontrar alternativas viables para el acceso y uso de la tierra, así como la importancia de cerrar y estabilizar la frontera agropecuaria.
Además, se propone una transformación productiva y la promoción de economías basadas en la biodiversidad como parte integral de este proceso.
El cuarto punto del acuerdo se enfoca en la reducción de la deforestación y la promoción de la gobernanza ambiental.
Con esto, se busca concretar acuerdos sociales entre los diferentes actores del territorio, fortalecer los instrumentos de planeación y gestión de los bosques, así como conservar los ecosistemas estratégicos. Además, se promoverá la reconversión ganadera hacia prácticas más sostenibles.
En el quinto punto se estableció el impulso a la economía de la biodiversidad que conduce al fortalecimiento de los núcleos de desarrollo forestal y de la biodiversidad, la restauración de la conectividad Andino-Amazónica, el cuidado de bosques y fuentes hídricas, la diversificación de las fuentes de recursos económicos y el turismo.
"La realidad de tener una de las inversiones más importantes en la historia de la Amazonía es una oportunidad histórica para el desarrollo sostenible, la dignificación y la productividad en el Caquetá", afirmó la ministra Muhamad.