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Meliponicultura: niños y niñas protectores de las abejas en Saravena, Arauca

En este primer capítulo de 'Los niños nos enseñan' en el Radios Laboratorio de Radio Nacional de Colombia, vamos a aprender de una especie común, conocida como la apis mellifera
Esmeralda Ramírez

En el municipio de Saravena en Arauca conocimos una iniciativa de niños y niñas salvadores de las abejas de la institución educativa Concentración de Desarrollo Rural, quiénes nos enseña a apreciar la incansable labor de estos insectos visibilizando su importancia, brindándoles condiciones favorables para la repoblación mediante la creación de “meliponarios”, o casas de las abejas meliponas, una especie sin aguijón productora de miel y considerada sagrada por los mayas.

Estos alojamientos para abejas construidos por el hombre son cajas de madera llenas de ramas y palos huecos, que las protegen y les brindan condiciones favorables para su supervivencia.

“Anoche cuando dormía, soñé, ¡Bendita ilusión!, que una colmena tenía dentro de mi corazón; y las doradas abejas iban fabricando en él, con las amarguras viejas, blanca cera y dulce miel”. Poema de Antonio Machado.

No todas las abejas producen miel, tienen aguijón y pican, existen más de 20.000 especies, algunas no sociales viven solitarias, sin la comunidad de la colmena a las que siempre las asociamos, sin embargo en este primer capítulo de 'Los niños nos enseñan' en el Radios Laboratorio de Radio Nacional de Colombia, vamos a aprender de una especie común, conocida como la apis mellifera, abeja de miel o melífera, una especie sin aguijón que se cría para obtener los beneficios alimenticios de la miel, la cera y el propóleo.


Encuentra todos los capítulos de Radio laboratorio aquí.


La meliponicultura o cría de abejas sin aguijón es una práctica ancestral que debe recuperarse en estos momentos críticos donde la extinción de las abejas es evidente, la reducción de las colonias y especies de abejas en el mundo pone en peligro la biodiversidad de los ecosistemas, las causas principales son la agricultura industrial y los monocultivos, los insecticidas, el cambio climático y la falta de información y pedagogía para su cuidado.

El miedo infundado hacia las abejas y sus picaduras dolorosas y tóxicas a distanciado esta relación, cuando uno ve o escucha una abeja cerca reacciona automáticamente espantando y lastimando a este pequeño ser, ignorando los mensajes y las bondades de su presencia, ellas reaccionan cuando se sienten agredidas o en riesgo, por eso debemos aprender a cuidarlas y verlas como seres protectores de los ecosistemas y no como amenazas.

Debemos ser amigos de las abejas y comprometernos con su protección, cambiando el temor por conocimientos y acciones a favor de ellas, pues es gracias a la polinización que realizan de flor en flor, que las abejas sostienen la biodiversidad y el alimento de muchos seres, incluyendo a la especie humana, más del 70% de los cultivos en el mundo y la variedad de flores y vegetales que existen en la tierra se lo debemos a estos pequeños pero poderosos seres.

Los niños salvadores de las abejas que ayudan a mantener los meliponarios en Saravena, nos contaron varios datos curiosos sobre las abejas, por ejemplo que independientemente de la especie tienen dos pares de alas y el cuerpo cubierto de diminutos pelos sobre los que transportan el polen de las flores que se adhiere por la electricidad estática que se genera cuando vuelan.

Tienen dos estómagos, uno de ellos para descomponer el néctar que es regurgitado cuándo regresan a la colmena para convertirlo en miel. También nos contaron que las obreras recolectan el polen con las cestas de las patas traseras, las intermedias tienen una espina para coger la cera, las patas delanteras sirven para despegar el polen del cuerpo y limpiar las antenas.

Cada abeja tiene un rol específico dentro de la colmena, las nodrizas, las limpiadoras y las obreras constructoras que son las que tienen mayor experiencia. La abeja reina es la única hembra fértil de la colonia, es la que pone todas las larvas y la que más tiempo vive entre 3 y 6 años, solo existe una reina por panal que se encarga de la reproducción y la cohesión de la colmena.

La vida de una abeja obrera es corta, solo un par de meses o incluso días de labores imparables, pueden volar a más de 25 km/h y recorrer más de 8 kilómetros, pueden visitar más de 100 flores por viaje y llevar sobre su cuerpo tanto polen como su propio peso.

Hasta 70.000 abejas pueden agruparse en una colmena sana. Cuando una abeja descubre un campo de flores regresa a la colmena y danza describiendo la localización exacta del lugar con sus movimientos, la comunicación entre ellas tiene muchos códigos desde el sonido, los aromas y los movimientos siempre buscan la eficacia y el equilibrio, son ejemplo de unidad, fuerza e inteligencia colectiva, “son pequeñas, pero poderosas” aseguran los niños que salvaguardan a estas hijas del sol.

Son tantos los beneficios que nos dan las abejas que estamos en deuda con ellas, ahora necesitan ser valoradas y vistas, necesitan que más personas se interesen y ayuden a sembrar campos de flores, para asegurar el néctar que necesitan.

Esa es la propuesta del Radio laboratorio en este primer capítulo de la segunda temporada: 'Los niños nos enseñan' que nos introduce en un viaje donde Río, guiado por el aroma de las flores, el zumbido de las abejas y el sabor prodigioso de la miel, se da cuenta que cada vez hay menos campos y menos vida, porque éstos insectos se están extinguiendo, y encuentra en los salvadores de las abejas conocimientos prácticos para protegerlas.

En en este capítulo aprenderemos cómo transmitir el conocimiento mediante experiencias de cultivo de abejas sin aguijón a las nuevas generaciones con capacitaciones e intercambio de saberes, ayudando a conservar y mejorar el entorno de las abejas mediante la reforestación de campos con especies nativas y el cultivo de flores, eliminando el uso de agroquímicos en los cultivos, recolectar de manera moderada la miel. la cera y el propóleo, reconociendo sus bondades y los usos medicinales.

Por eso esta es una invitación para que el próximo domingo no se pierdan el contenido audiovisual de 'Los niños nos enseñan' para aprender de ellos, comprometiéndonos a promover espacios de protección para las abejas.

“Si la abeja desapareciera de la superficie del globo, al hombre sólo le quedarían cuatro años de vida: sin abejas no hay polinización, ni hierba, ni animales, ni hombres”. Albert Einstein.

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