Se reaviva polémica de cocheros en Cartagena por bienestar de caballos

Se reaviva la polémica de los tradicionales cocheros de la ciudad histórica de Cartagena por el maltrato animal. Después de que el pasado mes de diciembre murieron 12 caballos en una pesebrera al parecer por intoxicación, hace pocos días reapareció un video en redes sociales donde se ve un caballo desplomado en plena Avenida Santander.

María Victoria de Zubiría, representante de la Sociedad Protectora de Animales de la ciudad, indicó que no se está cumpliendo con el horario establecido por el Distrito para el trabajo de los caballos cocheros.

“Estos animales están expuestos a unas jornadas extremas que les imponen los mismos cocheros, porque la reglamentación del Distrito está clara y dice que pueden trabajar desde las 5 de la tarde hasta las 11 de la noche, pero no lo hacen y se ven a las 3 de la tarde circulando hasta 12:30 de noche”, afirmó.

Y advirtió: “Me pregunto a qué horas descansan los caballos y quién les está chequeando su alimentación. Hay decretos que dicen que deben haber dos caballos por coche, pero eso no existe, no cumplen con ningún tipo de reglamentación”.

Añadió Zubiría que desde la Unidad Municipal de Asistencia Agropecuaria -Umata- no les hacen los debidos controles, pues el maltrato es evidente. Destacó que desde el mandato del alcalde Dionisio Vélez (2013 - 2015), la Procuraduría había solicitado la suspensión del servicio de coches turísticos hasta que no estuviera normatizado y reglamentado; sin embargo, no lo quisieron hacer.

Por su parte, desde la Umata, ente encargado de la protección de los animales en Cartagena, su directora Luisa Horta manifestó que están haciendo los controles respectivos a los caballos cocheros de forma trimestral.

“Seguimos atendiendo a los animales que prestan su servicio como coches turísticos del Distrito de Cartagena, hacemos una revisión trimestral para conocer la condición corporal del animal y de esta manera cumplir con lo escrito en el decreto 0656 del 2014, que nos obliga a atender a los animales en condición de emergencia. Un ejemplo de esto es la vacunación contra la encefalitis equina venezolana a 149 animales que prestan su servicio como reacción animal", afirmó Horta.

Indicó que en la entidad tienen un registro de 274 familias vinculadas a la actividad de vehículos de tracción animal, y vienen adelantando un proceso contractual para contar con un albergue que permita alojar a los animales que sean apresados por la autoridad policiva o los animales que requieran un reposo especial en un lugar específico.

Los cocheros Yesid Soto, representante de la Asociación Cartageneras de Cocheros, expresó que en lo referente al horario de trabajo de los caballos son de seis horas, desde las cinco de la tarde hasta las 11 de la noche con tres a cuatro recorridos por día y destacó que son 400 familias que viven directa o indirectamente de esta actividad.

“De los 600 equinos que hay en Cartagena para nuestro gremio solo trabajan 118 caballos, los demás pertenecen a otras personas que no tienen ningún control. Todo acto que pasa con los caballos en Cartagena quieren hacer responsables a los coches de Cartagena. Han sucedido casos fortuitos, pero los caballos están en perfectas condiciones. Desde las seis de la mañana se les da su alimento, cada uno tiene su dieta y tenemos dos caballos por coche para que puedan descansar", expresó Soto.

Finalmente, Soto indicó que los caballos para ellos son como sus hijos y que no entienden cómo hay personas que quieren eliminar sus trabajos cuando este mismo atractivo existe en países del primer mundo.

“Ojalá existan programas y políticas para que al gremio de cocheros los sigan capacitando y de esta manera ofrecer un mejor servicio”, dijo.

Acción preventiva

El pasado 8 de julio, la Procuraduría General de la Nación, en una acción preventiva, requirió a la Unidad Municipal de Asistencia Agropecuaria las constancias sobre el estado de salud de todos los caballos cocheros en la ciudad.

La Procuraduría Provincial de Cartagena requirió esa información en desarrollo de una acción preventiva, iniciada para verificar el cumplimiento de las normas mínimas requeridas para ejercer esa labor en la ciudad, ante el desplome sufrido por algunos caballos durante la prestación del servicio.

A través de la apertura de la acción preventiva, el Ministerio Público busca garantizar los derechos colectivos a la seguridad, comodidad y salubridad pública, el goce al espacio público, así como a la conservación, protección y cuidado de las especies animales en la capital de Bolívar.