Alex Saab, un empresario colombiano cercano al gobierno venezolano de Nicolás Maduro, fue informante de la agencia antidrogas de Estados Unidos (DEA) y proporcionó información sobre los sobornos que pagó a funcionarios del país sudamericano, según documentos judiciales desclasificados este miércoles.
Saab, de 49 años, compareció por primera vez en octubre ante un tribunal federal de Miami, en el sureste de Estados Unidos, por conspirar para blanquear dinero.
De acuerdo con la Fiscalía, el empresario se convirtió en 2018 en una "fuente confidencial de la DEA" durante 12 meses.
En ese plazo, entregó más de 12 millones de dólares conseguidos con sus actividades ilegales a las autoridades estadounidenses, con las que firmó un acuerdo para entregarse y ser juzgado por el caso de blanqueo de dinero.
Horas después de la desclasificación de los documentos, Saab negó haber sido un informante de la DEA.
"El señor Saab desea aclarar que el único propósito de las reuniones" con las autoridades estadounidenses "era confirmar que ni él ni las empresas asociadas con él habían hecho nada malo", indica un comunicado emitido por el abogado del colombiano, David B. Rivkin.
"Cualquier supuesta interacción que tuvo lugar con el Departamento de Justicia y varios agentes de las fuerzas del orden público (de Estados Unidos), se llevó a cabo con el pleno conocimiento y apoyo de la República Bolivariana de Venezuela", añade el documento.
Según la acusación estadounidense, Saab y su socio, el prófugo colombiano Álvaro Pulido, transfirieron 350 millones de dólares obtenidos ilegalmente en Venezuela para blanquearlos a través de Estados Unidos.
La Fiscalía asegura que ambos se lucraron ilegalmente y crearon una red de sobornos, aprovechando un contrato firmado con el gobierno venezolano en noviembre de 2011 para construir viviendas destinadas a personas de bajos ingresos.
El primer contacto entre Saab y las autoridades estadounidenses ocurrió en agosto de 2016 en Bogotá. Ahí, la DEA y la policía federal (FBI) le mostraron la información que habían recabado sobre sus negocios en Venezuela.
Saab "proporcionó (a Estados Unidos) información sobre los sobornos que pagó y los delitos que cometió", según los documentos judiciales revelados este miércoles.
La cooperación concluyó en mayo de 2019, después de que el empresario colombiano no cumpliera el plazo para entregarse a Estados Unidos.
Dos meses después, la justicia del país norteamericano lo imputó por el caso de blanqueo de dinero.
"Un ciudadano leal" a Venezuela
Saab llegó a Miami en octubre tras su extradición desde Cabo Verde, donde había sido detenido en junio de 2020 a petición de Estados Unidos.
La acusación considera a Saab como un presunto testaferro del presidente venezolano, Nicolás Maduro.
La extradición del empresario enfureció al gobierno de Maduro, que dio al colombiano la nacionalidad venezolana y un título de embajador, y luchó sin éxito para evitar su traslado a Estados Unidos.
En el comunicado de su abogado, Saab declaró que "sigue siendo un ciudadano leal y diplomático de la República Bolivariana de Venezuela y nunca hará nada que perjudique los intereses del país".
El juicio de Saab comenzará el 11 de octubre en Miami. El cargo del que se le acusa se castiga con penas de hasta 20 años de cárcel.