El papa Francisco reiteró, en su alocución de domingo, sus llamamientos a un cese de los combates entre Israel y palestinos, a la liberación de los rehenes y a suministrar ayuda humanitaria a Gaza, donde la situación es "muy grave".
"Sigo pensando en la grave situación en Palestina y en Israel, donde tantas personas han perdido la vida", declaró tras recitar el Ángelus ante miles de fieles reunidos en la plaza de San Pedro.
"Les ruego en nombre de Dios que paren, cesen el fuego. Deseo que se estudien todas las posibilidades para evitar a toda costa que continúe el conflicto, para que podamos socorrer a los heridos, para que la ayuda pueda llegar a Gaza, donde la situación humanitaria es muy grave, y para que se libere inmediatamente a los rehenes", añadió.
El papa intervino en numerosas ocasiones desde el comienzo de la guerra, el siete de octubre, desencadenada por el sangriento ataque del movimiento islamista Hamás en suelo israelí, pidiendo el fin de los combates, la liberación de los rehenes y ayuda humanitaria para Gaza.
Al menos 1.400 personas murieron en Israel durante el ataque, en su mayoría civiles, según las autoridades. Entre los muertos hay más de 300 militares.
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En represalia, Israel golpea sin descanso la Franja de Gaza, controlada por Hamás. Estos ataques dejaron por el momento más de 9.700 muertos, entre ellos 4.800 menores, según el último balance del movimiento palestino.