El número de fallecidos y heridos en Medio Oriente continúa en aumento debido a la escalada de violencia que ya completó dos semanas desde que iniciaron los bombardeos entre Israel y el grupo islamista palestino Hamás.
Son más de 5.000 personas que han perdido la vida (aproximadamente 1.400 israelíes y 4.600 palestinos) y más de 10.000 heridos como resultado de los misiles y cohetes lanzados desde y hacia la Franja de Gaza, lugar donde cientos de personas continúan esperando un "flujo vital" de ayuda humanitaria ante la guerra desencadenada por el sangriento ataque del movimiento islamista palestino Hamás contra Israel.
El ejército israelí intensificó el domingo sus bombardeos en la Franja de Gaza en vistas a una probable operación terrestre, como respuesta al ataque sin precedentes de Hamás, al que promete "aniquilar".
La comunidad internacional teme que la guerra que comenzó el 7 de octubre entre Israel y Hamás escale y se desborde a otros países de Oriente Medio.
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La ayuda humanitaria empezó a llegar paulatinamente desde el sábado a la Franja de Gaza, donde viven hacinados 2,4 millones de palestinos; sin embargo, la ONU consideró que la cantidad era insuficiente.
El jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, exigió más ayuda y "más rápida" así como una "pausa humanitaria" para permitir su distribución.
El domingo, el presidente estadounidense, Joe Biden y el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, acordaron que habría un "flujo continuo" de ayuda a Gaza durante una conversación telefónica.
Ataque contra una casa
El ejército israelí anunció en las últimas horas, haber golpeado durante la noche "más de 320 objetivos militares", infraestructuras de Hamás y del grupo aliado Yihad Islámica, ambos clasificados como organizaciones terroristas por Estados Unidos, la Unión Europea e Israel.
El ejército evocó "túneles donde había terroristas de Hamás, decenas de centros de mando operativos (...) y complejos militares y puestos de observación".
Al menos 70 palestinos murieron en estos ataques nocturnos y en la mañana de este lunes, según el gobierno de Hamás, 17 en una casa de Jabaliya, en el norte, y otras 25 en el centro del enclave.
Según las autoridades israelíes, más de 1.400 personas murieron en Israel desde el 7 de octubre, la mayoría civiles ese mismo día a manos de Hamás, que también secuestró a 222 israelíes y extranjeros.
La presencia en Gaza de estos rehenes podría dificultar la operación terrestre de Israel en este enclave superpoblado, lleno de trampas y túneles.
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En el enclave palestino, más de 4.600 personas, en su mayoría civiles y entre ellos casi 1.900 niños, murieron por los bombardeos israelíes, según el ministerio de Salud de Hamás.
El 15 de octubre, Israel pidió a los civiles del norte de la Franja de Gaza, en cuya frontera están situados decenas de miles de soldados israelíes, que se desplazaran hacia el sur para refugiarse de los bombardeos.
Los ataques siguen golpeando el sur cercano a la frontera egipcia, donde cientos de miles de desplazados han buscado refugio.