Arqueólogos que acompañan la construcción de una obra del metro de Santiago encontraron vestigios de hace 13.000 años, incluidos ocho esqueletos humanos, que revelan por primera vez la presencia de poblaciones nómadas en el valle de la capital chilena.
"Este antecedente es inédito para la arqueología nacional porque no se conocían grupos cazadores-recolectores en el valle" de Santiago, explicó a la AFP la arqueóloga Consuelo Carracedo durante la presentación del hallazgo.
Entre las piezas encontradas, que datan del período arcaico (11.000-300 a.C), hay ocho esqueletos humanos, puntas de lanza de piedra, semillas y fragmentos de huesos de camélidos, entre otros vestigios.
Antes de estas excavaciones, sólo se conocía de la existencia de poblaciones nómadas en la cordillera y en la costa de lo que hoy es Chile central.
A raíz de este nuevo tesoro arqueológico, los científicos creen que poblaciones de cazadores-recolectores pasaron y se establecieron de manera temporal en lo que actualmente se conoce como Santiago.
Estos restos nos proporcionan "información importante, porque nos dicen que estos grupos estaban transitando a través del río Mapocho (que cruza de este a oeste Santiago)", aseguró la experta.
Esos nómadas prehistóricos se ubican entre el período posterior al de las glaciaciones y el que inmediatamente siguió al poblamiento de América. También son anteriores al período alfarero (300 a.C al 1.000 d.C).
Más de mil excavaciones
Desde 2020 se realizan trabajos de arqueología en un terreno de 17 hectáreas ubicado en el municipio de Renca, en el noroeste de Santiago.
Allí se levantarán los estacionamientos y talleres de reparación de los trenes de la nueva línea 7 del metro, que se espera esté en funcionamiento en 2028.
La obra ampliará la red metro de Santiago, una de las más extensas de América Latina -con unos 140 km- junto a la de ciudad de México.
Los arqueólogos, que por norma acompañan las cuadrillas de obreros, han cavado más de mil pozos en busca de restos.
Con pinceles, espátulas y pequeñas palas han ido hallando vestigios que dan cuenta de los modos de vida de la época antigua.
"Aquí había una llanura de inundación, donde el río Mapocho crecía, depositaba sedimento fino", lo que cubrió los restos sucesivamente, sostiene la arqueóloga Carracedo.
Con este hallazgo se pudo realizar "una secuencia de ocupaciones completa, desde el período más temprano, que es el arcaico, hasta grupos alfareros, históricos e incluso tiempos recientes", destaca.