El gobierno de Ecuador y el movimiento indígena reanudaron este jueves un diálogo en Quito, con mediación de la Iglesia católica, para acabar con 18 días de protestas contra el costo de vida, para lo cual el Ejecutivo hará una nueva reducción de precios de combustibles.
El vicepresidente de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana (CEE), monseñor Alfredo Espinoza, anunció ante representantes de ambas partes que el Ejecutivo está dispuesto a ampliar de 10 a 15 centavos de dólar la rebaja de los combustibles, frente a la propuesta de los indígenas de que sea de 40 centavos.
La Iglesia "planteó a las dos partes, para el bien del país y el logro de la paz, (una reducción) de 15 centavos por galón", dijo el prelado en una reunión instalada ante la sede de la CEE, en el norte de la capital ecuatoriana.
Agregó que el gobierno y la poderosa Confederación de Nacionalidades Indígenas (Conaie), que impulsa las protestas, han "aceptado" el pedido, lo cual será plasmado en un documento que deberá ser firmado para continuar con negociaciones.
El Ejecutivo rebajó el domingo en 10 centavos de dólar los precios del galón de diésel (a 1,80 dólares) y de la gasolina corriente (a 2,45 dólares).
La Conaie, que participó en revueltas que derrocaron a tres presidentes entre 1997 y 2005, reclama que los precios se reduzcan a 1,50 y 2,10 dólares, respectivamente.
En las afueras de la CEE, miles de indígenas con escudos artesanales estaban congregados a la espera de instrucciones de sus dirigentes.
Las protestas, con bloqueo de carreteras y manifestaciones que han derivado en choques con la fuerza pública, dejan seis muertos y más de 600 heridos, entre agentes y manifestantes, y unos 150 detenidos, según diversas fuentes.
"Los comparecientes expresan su convencimiento sobre la importancia de dialogar y llegar a consensos (...) para la reconciliación nacional", manifestó a su vez monseñor Luis Cabrera, presidente de la CEE.
Por el Ejecutivo asiste el ministro de Gobierno, Francisco Jiménes, y por el movimiento indígena, Leonidas Iza, líder de la Conaie.
El gobierno del derechista Guillermo Lasso suspendió las conversaciones el martes, un día después de que se iniciaran, tras acusar a manifestantes de un ataque a un convoy de militares y policías, que dejó un uniformado fallecido y otros 12 heridos.
El Ejecutivo declaró el miércoles un estado de excepción en las provincias andinas de Azuay e Imbabura y las amazónicas Orellana y Sucumbíos debido a "actos violentos" y el desabastecimiento de alimentos, medicinas, oxígeno para hospitales y combustibles a causa de las protestas, las más largas de las protagonizadas por la Conaie.
Ecuador estima que pierde unos 50 millones de dólares cada día de manifestaciones, que también amenazan con suspender la producción de petróleo.