Un adolescente de 18 años abrió fuego el martes en una escuela primaria de Texas, matando a 19 niños y al menos a dos maestros, una tragedia que conmociona a Estados Unidos. Casi el 90 por ciento de los 574 estudiantes de la Escuela Primaria Robb son latinos, según su plan de Mejoramiento del Campus 2021-2022, mientras que casi el 9 por ciento son blancos, según ha recogido la cadena NBC.
El ataque en Uvalde, Texas, una pequeña localidad a una hora de la frontera con México, es el último de una ola de tiroteos en Estados Unidos, donde el horror por la violencia armada no ha logrado impulsar suficientes acciones para ponerle fin. El presidente Joe Biden exhortó a "enfrentar el lobby de las armas".
El gobernador de Texas, el republicano Greg Abbott, dijo en rueda de prensa que se creía que el joven armado le disparó a su abuela antes de dirigirse a la escuela primaria Robb alrededor del mediodía.
Abandonó su vehículo y entró con una pistola y un rifle, con chaleco antibalas, declaró a CNN un sargento del Departamento de Seguridad Pública de Texas, y agregó que dos adultos también habían muerto en el ataque.
El gobernador informó que el sospechoso, a quien identificó como Salvador Ramos, un residente local y ciudadano estadounidense, también estaba muerto y agregó que "se cree que los oficiales que respondieron lo mataron".
"Él disparó y mató, de una manera atroz y sin sentido", dijo Abbott.
En el lugar se veía a pequeños grupos de niños zigzagueando entre autos y autobuses estacionados, algunos tomados de la mano mientras salían bajo escolta policial de la escuela, que tiene alumnos de entre siete y 10 años.
El tiroteo fue el más mortífero desde el de Sandy Hook en Connecticut en 2012, en el que murieron 20 niños y seis adultos.
"Es hora de actuar"
"¿Cuándo, por el amor de Dios, nos vamos a enfrentar al lobby de las armas?", dijo el presidente Joe Biden, visiblemente conmovido, al dirigirse a la nación desde la Casa Blanca.
"Estoy asqueado y cansado", dijo el mandatario de 79 años, que fue informado de la tragedia en el Air Force One, al regresar de una gira diplomática por Asia.
"Tenemos que dejarle claro a todos los funcionarios electos de este país: es hora de actuar", señaló.
"Ya basta", había dicho poco antes la vicepresidenta, Kamala Harris, urgiendo a "tener el coraje" de hacer algo para impedir que esto siga ocurriendo.
La Casa Blanca ordenó banderas a media asta por las víctimas, cuyas muertes provocaron una ola de conmoción.
El gobierno de México condenó "enérgicamente" este acto de violencia.
"México extiende su más sincero pésame a todas las familias afectadas y ofrecerá todo el apoyo consular a las personas mexicanas que así lo requieran", dijo en Twitter.
Más de 500 niños, casi el 90% de ellos hispanos, estudiaron en la Escuela Primeria Robb durante el año escolar 2020-2021, según datos estatales.
"En ningún otro lugar"
El senador Ted Cruz, un republicano de Texas, tuiteó que él y su esposa estaban orando por los niños y las familias "en el horrible tiroteo en Uvalde".
Pero el senador Chris Murphy, un demócrata de Connecticut, donde fue el tiroteo en Sandy Hook, hizo un llamado a sus colegas a tomar medidas concretas para evitar más violencia.
"Esto no es inevitable, estos niños no tuvieron mala suerte. Esto solo sucede en este país y en ningún otro lugar. En ningún otro lugar los niños pequeños van a la escuela pensando que podrían recibir un disparo ese día", dijo Murphy, rogando " encontrar una manera de aprobar leyes que hagan que esto sea menos probable".
Este mes hubo otros tiroteos masivos en Estados Unidos
El 14 de mayo, un joven de 18 años, autoproclamado supremacista blanco, asesinó a tiros a 10 personas en una tienda en Buffalo, Nueva York, en una zona de gran población afroestadounidense.
Al día siguiente, un hombre que dijo estar "molesto por las tensiones políticas entre China y Taiwán" disparó contra la congregación taiwanesa-estadounidense en una iglesia en Laguna Woods, California, matando a una persona e hiriendo a cinco.
Pero a pesar de que se repiten los tiroteos masivos, múltiples iniciativas para reformar las regulaciones sobre armas han fracasado en el Congreso de Estados Unidos, dejando que los estados y los consejos locales promulguen sus propias restricciones.
La Asociación Nacional del Rifle (NRA) ha sido fundamental en la lucha contra la aprobación de leyes más estrictas sobre armas. Abbott y Cruz figuran como oradores en un foro organizado por ese poderoso grupo de presión en Houston, Texas, a finales de esta semana.
Estados Unidos registró 19.350 homicidios con armas de fuego en 2020, casi un 35% más que en 2019, según datos oficiales.