Xiomara Castro hace historia como la primera presidenta de Honduras
Xiomara Castro, la primera mujer en gobernar Honduras, asume hoy el mandato de un país golpeado por la pobreza, la migración irregular, el narcotráfico y la corrupción, mientras sortea una crisis en el Congreso que amenazó su liderazgo.
De 62 años y esposa del expresidente Manuel Zelaya (2006-2009), Castro puso fin a una supremacía de derecha con una coalición liderada por su partido, Libertad y Refundación (Libre).
Desde la madrugada se armaron grandes filas en el Estadio Nacional, donde unas 29.000 personas participaron de la ceremonia de juramentación. Llegaron con banderas de Honduras y de color rojo del partido Libre.
"Hay un pueblo que está feliz, celebrando la instalación de una nueva democracia en Honduras", dijo Castro durante su juramentación y prometió reconciliar a los diferentes sectores políticos.
La ceremonia tiene como invitados estelares a la vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, al Rey de España, Felipe VI y a la vicepresidenta de Argentina, Cristina Fernández de Krichner.
Para desarrollar su plan de gobierno, Castro necesita del apoyo del Parlamento, donde no tiene mayoría absoluta. Peor aún, su propio partido se dividió al elegir dos presidentes del Congreso, Luis Redondo quien es Leal a Castro y el opositor Jorge Cálix.
Para limar asperezas, Castro le ofreció a su disidente Cñalix, un cargo dentro del gobierno como jefe de gabinete y aunque no ha respondido, hoy vía Twitter, publicó una foto suya con Castro y dijo estar seguro que "transformará a Honduras".
Castro se enfrenta a grandes retos, uno de ellos es la violencia con una elevada tasa de homicidios de casi 40 por cada 100.000 habitantes, generada por carteles de drogas y pandillas. Toda ello, sumado a la pandemia, empuja fuertes corrientes migratorias hacia Estados Unidos en busca de empleo.
Entre otros desafíos que la nueva presidenta deberá gestionar, está la acentuada pobreza que aqueja al 70% de la población hondureña, profundizada por los mortales huracanes Iota y Eta. También se enfrenta a una tasa de desempleo histórica, la pandemia, y la corrupción.
Para calmar los ánimos Xiomara Castro le ofreció al otro presidente Jorge Calix ser su jefe de gabinete.
