‘Jaibaná’, los bocadillos que evocan paz y sabiduría en Ituango, Antioquia
En la vereda Palo Blanco del municipio de Ituango, al norte de Antioquia, un grupo de 20 jóvenes, entre 16 y 21 años crearon su propio emprendimiento, en el cual elaboran bocadillos -dulce tradicional de guayaba- en diferentes presentaciones. Un producto que puede ser utilizado en diferentes recetas como postres rellenos o para comer con queso, mazamorra, y hasta con bananos o plátanos maduros.
Esta iniciativa surgió en el año 2010, con el fin de fomentar la materia de comercio en los jóvenes de los grados décimo y once. En la búsqueda de un producto innovador, tomaron la decisión de elaborar blanqueado -otro dulce típico-, después arequipe, y al poco tiempo surgieron los bocadillos ‘Jaibaná’.
“El nombre Jaibaná, es un vocablo indígena embera katío, que significa ‘Jai’ espíritu, y ‘baná’ conocimiento, y ese nombre lo tomamos porque en ese momento creíamos que se necesita espíritu de emprendimiento y conocimiento para sacar el producto a la venta”, señala Yebinson Echavarría, docente y líder del proyecto.
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Los jóvenes son los que se encargan de la elaboración del producto, proceso que afianza el proceso de aprendizaje, que va desde la recolección, selección, lavado, cocción en las marmitas, moldeo, corte y empaque; hasta dejar listos los pedidos para ser distribuidos en la región.
“Solo necesitamos guayaba, azúcar, limón y la hoja de plátano, donde los envolvemos. Es un proceso que tarda cuatro horas, pero como somos varios, uno se encarga de buscar las guayabas en cualquier presentación, ya sea guayaba pera o la que sea; otro se encarga de estar pendiente de marmitas, otro de vaciarlas a los moldes y otros a empacarlos. También algunos se encargan del área de ventas, otro del área de comunicación, otro toma las fotos, y así todos aportamos”, explica José Eider Tapias, jefe de producción.
Para estos jóvenes emprendedores, su idea sido una gran oportunidad de cambio en su vereda y en el territorio: “Le apostamos a la paz porque cuando usted les muestra otros caminos distintos a las armas a los muchachos, les estamos diciendo que las armas no son la solución; y esa práctica empresarial hace que los muchachos vean en el territorio oportunidades de vida, y de ese modo aportan a la paz y el progreso de la región”, afirma el profesor Yerbinson.
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Los bocadillos son preparados de acuerdo a la ocasión; por ejemplo, en el mes del amor y la amistad sus presentaciones pasan de ser cuadradas, y toman forma de corazones, algo que los hace diferentes y únicos, propios para eventos o fechas específicas, buscando estar presentes en los momentos especiales de las familias ituanguinas.
“Nos motiva que a través de estas pequeñas recetas nosotros estamos emprendiendo. Además, con nuestra producción podemos influenciar a los jóvenes a buscar diferentes opciones de emprendimiento, y mostrándole a la comunidad los grandes recursos de nuestro campo, que podemos emplear para salir adelante”, manifiesta Yulieth Poso, secretaria general del proyecto.
Este producto se comercializa en las diferentes tiendas y supermercados del municipio de Ituango; sin embargo, sus líderes tienen presente su misión y visión, y esperan que en un futuro no muy lejano puedan ser una empresa que genere empleo y sea reconocida a nivel nacional.
