26 años del acuerdo que abrió el camino a la reconciliación en Planadas, Tolima
El 26 de julio de 1996 en el resguardo indígena Nasa Wex`s del corregimiento de Gaitania, municipio de Planadas, Tolima, se firmó el primer acuerdo de Paz en Colombia. Se trató de un acuerdo entre comunidades indígenas y las extintas FARC-EP. Puso fin a 30 años de múltiples enfrentamientos, que irrumpen la tranquilidad de los habitantes de esta región sur tolimense.
Esta confrontación dejó más de 30 muertos de la comunidad indígena que para entonces conformó algunos destacamentos armados para su defensa. La reunión se efectuó en La Vereda Esmeralda Alta, participando como garante la Cruz Roja Internacional, la iglesia católica, la defensoría del pueblo, la personería municipal y las partes involucradas.
Virgilio López como gobernador indígena de la Época del Resguardo Indígena Nasa Wes`x y Jerónimo Galeano comandante del 21 frente perteneciente al Bloque Central Adán Izquierdo de las FARC-EP, comandado por Alfonso Cano, fueron los encargados de pactar los 10 compromisos entre los que se destaca el respeto de ambas partes, el fin del reclutamiento de los jóvenes de la comunidad indígena, el no pago de vacunas, además de la prohibición de campamentos dentro del territorio Nasa por parte de la guerrilla.
Como todos los años por tradición, la comunidad indígenas nasa de Planadas y autoridades locales se reúnen en el marco de esta celebración y con actividades artísticas y culturales milenarias le dan la bienvenida al Día de la Paz a sus territorios. Una semana de veladas, conversatorios, mercados campesinos y caminatas dentro del contexto histórico se convierte en el motor que impulsa a los mayores a dar a conocer a los jóvenes la historia, como garantía de una paz completa para el futuro.
“Nosotros los jóvenes estamos muy agradecidos con nuestros mayores por haber firmado este acuerdo con garantías de no repetición, por que fue la garantía de la permanencia y supervivencia del pueblo Nasa” fueron las palabras de Fildardo Barón Paya, actual gobernador del resguardo indígena Nasa Wesx de Gaitania en el acto de apertura de la conmemoración.
El evento este año sirvió para el lanzamiento de la escuela de arte y música José Faxir Sánchez cantante de música, nacido en Praga, Huila pero bautizado y criado en Planadas, municipio del Tolima que lo inspiró a cantar por muchos años.
Esta escuela tiene más de 100 niños y niñas hijos de personas víctimas de la violencia y que hoy a través de la cultura ponen su granito de arena en la transformación de su territorio. “Para poder disfrutar de la Paz, hay que disfrutar de la música. Ese hecho de vivir bien, del buen vivir, está en la música de la gente, del campo, en las expresiones cotidianas de cada uno de nuestros conciudadanos rurales” dijo Jhon Jairo Hueje Alcalde de Planadas y promotor de la iniciativa.
Este primer acuerdo que se convirtió en un referente de reconciliación y construcción de tejido para los habitantes de la región va acompañado y respaldado por la firma del acuerdo final de Paz en la Habana Cuba que cumple 5 años de implementación con unas dimensiones más amplias, pero con el mismo propósito. “Acabar con el espiral de violencia que ha dejado una innumerable cantidad de víctimas y ha abonado de sangre nuestro suelo patrio” como lo señaló Maribel Cardozo persona en proceso de reincorporación y representante del Espacio Territorial de Capacitación y Reincorporación “Marquetalia cuna de la resistencia” de la vereda el Oso del Corregimiento de Gaitania.
Para los anfitriones la firma de la Paz en Gaitania, se ha convertido en un momento histórico de memoria y un aporte a la tranquilidad para las nuevas generaciones. Hoy Planadas, Tolima, “La gema escondida” como se hace llamar, es un territorio resiliente, productivo, que sana sus heridas al tiempo que se proyecta como uno de los municipios del país donde se produce el mejor café especial de calidad y le apuesta al turismo en una oportunidad de visibilizarlo como zona pacífica y menos conflictiva para envíar el mensaje al mundo que de verdad “si hay lugar para segundas oportunidades”.
