Excombatientes obtienen tierras en propiedad como parte de la implementación del Acuerdo de Paz
En un hito significativo para el proceso de paz en Colombia, la Agencia para la Reincorporación y la Normalización (ARN) y la Agencia Nacional de Tierras (ANT) han oficialmente adjudicado 53 hectáreas de tierra fértil a 28 familias que firmaron el Acuerdo de Paz en 2016, establecido entre el Gobierno Nacional y las antiguas Farc.
El terreno, identificado como La Manga y La Rinconada, se encuentra en el nordeste antioqueño y se espera que sea utilizado para proyectos agrícolas y pecuarios por parte de las personas que están en proceso de reincorporación. La entrega de estas tierras representa un avance importante en los esfuerzos del Gobierno del Presidente Gustavo Petro por impulsar la Reforma Rural Integral, uno de los pilares fundamentales del Acuerdo de Paz.
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El líder de los excombatientes en reincorporación, Ovidio Meza Ospina, expresó su esperanza y optimismo ante esta adjudicación de tierras, considerándola como un rayo de esperanza en el proceso de paz. "Tenemos la esperanza de tener un terreno para empezar un nuevo futuro y una nueva esperanza", afirmó.
Andrés Felipe Ocampo, Asesor de Tierras y Vivienda de la ARN, destacó la importancia de esta primera adjudicación oficial y señaló que será seguida por otras en todo el territorio nacional donde haya firmantes del Acuerdo Final de Paz. Destacó que estos terrenos fértiles serán productivos para promover la paz y el proceso de reincorporación de los excombatientes.
La ceremonia de entrega oficial del terreno contó con la presencia de representantes de la Gobernación de Antioquia, la Alcaldía de Anorí, la Misión de Verificación de Naciones Unidas, el Instituto Kroc y delegados de Comunes, quienes brindaron su apoyo y acompañamiento en este hito histórico.
Carlos Iván Lopera, Coordinador de la ANT en Antioquia, enfatizó que sin la firma del Acuerdo de Paz, la entrega de tierras habría sido un desafío considerable. Destacó que la entrega de cualquier parcela de tierra en el país, gracias al Acuerdo de Paz, es una prueba tangible del compromiso de los firmantes y del Gobierno colombiano en la implementación de la reforma agraria.
