Juan Oliveros, el único bombero del país en ser galardonado con la Cruz de Boyacá
Poner en riesgo la vida por otras personas y tener la vocación de servir voluntariamente, es entre otras cualidades lo que definen al capitán Juan Oliveros, comandante del Cuerpo de Bomberos del municipio de Algarrobo, Magdalena.
Desde que era un niño, a través de las películas de acción, en las cuales observaba la actuación de bomberos, nació el amor de Juan por este grupo voluntario y de rescate.
Cuando el calendario marcaba el año 2.000, en el municipio de Fundación, Magdalena, se abría un proceso para la formación de bomberos. En ese grupo estaba el nombre de Juan Oliveros.
“Comencé con toda la ilusión y en este proceso se llenaron todas mis expectativas de ser bombero”, expresó.
En su trajinar por este oficio, recibió el respaldo de bomberos consolidados en el departamento como lo son Ricardo Chaín, comandante de Santa Marta; Luz de Peña del Valle, comandante de Ciénaga y Pablo Villa comandante de Fundación.
“Ellos me ayudaron mucho en mi formación y también me apoyaron en el 2012 a conformar el cuerpo bomberos voluntarios de Algarrobo”, dijo Oliveros, quien lleva 18 años como bomberos.
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Eventos que lo marcaron
Oliveros explicó que para ser bomberos hay que tener vocación y saber que cada día “nos toca arriesgar la vida por otras personas; es nuestra misión”.
En este sentido, Oliveros destacó que una de las misiones que lo marcó fue la tragedia de Fundación, en la cual 33 niños y una adulta mayor murieron calcinadas dentro de un autobús.
“Es algo que no he podido olvidar, o sea, no se me ha podido borrar de mi mente. El trauma que le causó a varios compañeros y personalmente; eso nos dejó marcado a todos los bomberos de la región…Cuando llegamos al sitio y vemos esa escena tan horrible, eso fue algo que nos pone el día a día de nuestra vida, es que pensar que ahí pudieron estar nuestros hijos, nuestros hermanos y eso nos puso a temblar. Nos afectó mucho emocionalmente, todavía tenemos compañeros que recuerdan eso y lloramos”, Indicó.
Otro de los duros episodios que le ha tocado vivir durante su carrera fue en octubre de 2016, cuando dos brazos del río Ariguaní se desbordaron, obligando por parte del cuerpo de bomberos de Algarrobo el rescate de 32 personas, entre ellos niños, adultos mayores y mujeres embarazadas, quienes quedaron atrapados en una finca de esa jurisdicción.
Aquella actuación le llevó a Oliveros ser galardonado con la Cruz de Boyacá por parte del expresidente Juan Manuel Santos.
“Eso fue una satisfacción inmensa, la recibí con tanto orgullo y no solo para Juan Olivero, sino para los bomberos de Algarrobo y de departamento del Magdalena. Eso representaba un trabajo, fue exponer la vida para salvar a un grupo de personas 32 personas. Al momento de que se me notifica, me embargó una emoción y fue un trabajo de todos los muchachos. Es un reconocimiento muy grande, soy el único bombero en Colombia que la tiene y representa el tesón de todos los bomberos de Colombia”.
Sin embargo, este comandante también admite que a pesar de la entrega no solo de los bomberos del Magdalena y sino de todo el país aún falta mucho apoyo por parte del Gobierno Nacional, departamental y municipal.
“Esa falta de apoyo es la que alguna vez me ha puesto a cuestionarme sobre mi pasión por ser bombero; en momentos he dicho que tengo que dedicarme a trabajar otra cosa, porque no crean que ser bombero es fácil”.
Para Oliveros el ser voluntario es la entrega para salvar vidas, “es la satisfacción personal que te ensancha el corazón por un servicio apretado. Le digo a la gente que no anteponga el dinero ante un servicio voluntario, lleguen toquen la puerta de su cuerpo de bombero a nivel nacional y digan, a que estoy yo pongamos ese granito de arena, el voluntariado te va a enriquecer el alma”, puntualizó.
