Llegó a Colombia buscando a su familia paterna y un taxi fue clave para encontrarla
En el decimocuarto capítulo de Relatos Amarillos, pódcast original de RTVCPlay, Zuleiny Sierra, una migrante venezolana, narra cómo encontró a su familia paterna en el lugar menos esperado, cuando llegó a Colombia buscándola sin ninguna pista. Conozca los detalles de esta historia en www.rtvcplay.co o en su agregador de pódcast favorito.
Era 1992 cuando el cantautor panameño Rubén Blades empezó a grabar su noveno álbum de estudio: Amor y control, se convirtió en uno de los discos más importantes de la época y sus letras calaron en lo más profundo de la sociedad latinoamericana, en donde la familia es un pilar fundamental.
Familia es familia y cariño es cariño
La canción de Blades resulta precisa para acompañar la historia de Zuleiny Sierra, quien en 2018 cruzó las trochas que dividen a la nación vecina con el norte del territorio nacional, acompañada de su hija, en busca de su familia paterna.
En principio, Sierra llegó a Barranquilla, Atlántico, a vender tinto en la calle y le preguntaba a todos sus clientes el apellido, con la esperanza de que el destino la cruzara con su familia gracias a una taza de café. En ese momento tan complicado, su pequeña era un sostén fundamental, pues era ella quien ofrecía la popular bebida colombiana a los conductores.
Tiempo después, la suerte le cambió y empezó a trabajar en una central de taxis, atendiendo a los ‘amarillitos’ en su antojo diario de tinto. Sin embargo, la dicha no era completa. A pesar de tener un empleo con mejores oportunidades, la mujer seguía siendo un número más en las estadísticas.
Para el año en que Sierra cruzó la frontera habían 1.174.743 venezolanos en Colombia, cifra que aumentó a 1.842.390 en agosto de 2021, de los cuales 344.688 son regulares, 1.182.059 están en proceso de regularización y 315.643 permanecen en el país de manera irregular, según el último reporte de Migración Colombia.
Deseamos para ustedes lo que nunca hemos tenido
Iniciar una vida nueva en un país desconocido no es tarea sencilla. A pesar de tener un espacio en la central de taxis, Sierra encontró varios obstáculos a su paso, uno de ellos con nombre propio: María, otra vendedora del lugar.
Sin embargo, las ganas de construir un futuro para la familia que había dejado en Venezuela motivaron a la mujer a perseguir una meta clara: formalizar su situación en Colombia para aplicar a un trabajo con mejores condiciones. Algo que logró tiempo después de encontrar a una de sus hermanas.
Finalmente, con el papel que la acreditaba como colombiana, Sierra decidió que su futuro estaría detrás del volante de un taxi. Oficio que —en la actualidad— ejerce con orgullo y compromiso. Pero ¿logró encontrar, finalmente, a su familia? Conozca los detalles en el decimocuarto capítulo de Relatos Amarillos, producción original de RTVCPlay, en www.rtvcplay.co o en su agregador de pódcast favorito.
