La tríada de MacDonald, una forma para entender la sociopatía
La psicología forense ha tratado de encontrar patrones que puedan ayudar a determinar las alertas tempranas de la psicopatía y así responder la pregunta de si se nace o se hace. Uno de los pioneros en estos estudios fue el psiquiatra John Marshall MacDonald, quien habló de una novedosa teoría para su época en su artículo de 1963 ‘The Threat to Kill’, publicado en la American Journal of Psychiatry.
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El autor y estudioso de la conducta, plantea que quienes cometen crímenes violentos en edad adulta, normalmente suelen tener 3 patrones fijos y marcados durante su infancia a los que se les conocería como ‘la tríada de MacDonald’ y que influenciarían a muchos investigadores y criminalistas como Robert K, Ressler, quien creó junto John E. Douglas el término asesino serial en la década de los 70´S.
¿Cuáles son los elementos de la tríada?
MacDonald describió tres aspectos que suelen ser los que “fabrican” a un asesino en serie, estos son: la enuresis, la piromanía y el maltrato animal.
• Enuresis: trastorno del sueño caracterizado por la incontinencia urinaria a edades tempranas. A nivel psicológico esto puede crear desconfianza en quien lo sufre al saber que no es ni capaz de controlar su vejiga cuando ya debería estar en edad de lograrlo. Para ser diagnosticada, el sujeto debe orinarse dos veces a la semana durante tres meses.
Tanto en el modelo de MacDonald como otros autores sostienen que esta variable está relacionada, de una u otra forma, con presentar tendencias pirómanas y de crueldad animal. Por otra parte, orinarse con más de cinco años puede ser vivido como algo extremadamente humillante, especialmente si sus padres no saben gestionarlo de forma sana y también es señal de una regresión a causa de un trauma como violencia o maltrato en el núcleo familiar.
• Piromanía: es el gusto por incendiar pequeñas cosas que va en incremento con otros objetos de mayor tamaño. De acuerdo con el modelo de la tríada, los niños maltratados por sus padres o acosados por sus compañeros de escuela, optan por destruir objetos como mecanismo de sustitución ante la imposibilidad de defenderse de sus agresores y el fuego es una de las formas más devastadoras para canalizar esta frustración.
El interés que genera el fuego se reemplaza por placer al observar cómo se van avivando las llamas, siendo conscientes de lo grave que supone para la integridad de los demás que el que el fuego se extienda.
• Crueldad hacia los animales: de acuerdo al propio MacDonald y al agente del FBI Alan Brantly del FBI, algunos asesinos seriales y maltratadores empiezan desde pequeños, torturando y matando animales. Los animales son presas fáciles y que no suelen crear una gran resistencia a su agresor, esto es aprovechado para sacar su frustración y su enfado con ellos, como forma de “relajación”.
La causa de esta conducta, al igual que con los incendios, es la humillación por no poder vengarse de quienes les han hecho daño. Maltratar a animales les hace sentir que controlan la situación, algo que no tienen cuando alguien les maltrata a ellos y les permite replicar lo que les han hecho otras personas, pasando de víctimas a verdugos.
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Opiniones opuestas al modelo
Si bien, muchos investigadores y perfiladores del FBI han usado esta tríada propuesta por MacDonald para perfilar sospechosos en sus casos criminales, el modelo más que dar luz sobre cómo se forman los psicópatas, ha contribuido a que se tenga una idea equivocada de muchos de ellos, creando lo que en términos de argumentación se llama como luz de túnel y es cuando se busca que la realidad encaje con los patrones que tenemos preestablecidos en lugar de buscarlos de forma natural.
En este caso, este sesgo debe ser rechazado para no caer en la generalización y así recordar que no hace falta manifestar este tipo de conductas en la infancia para que un asesino en serie lo sea, ni tampoco lo será quien haya exteriorizado alguna de estas conductas de pequeño. Por lo que se debe suponer que la predictibilidad de estas tres variables es escasa.
No obstante, los detractores de este modelo señalan que en lo que sí podría ayudar la tríada es a detectar conductas de abuso contra menores de manera temprana, ya sea por padres o compañeros y así evitar que estas escalen en conductas a futuro que puedan seguir afectando el desarrollo psicosocial de los niños y así tener una vida plena y funcional como adultos.
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