El bumangués al que la manzana mordida quiere 'poner en cintura'
¿Qué no hay en redes sociales? El señor asiático que repara Rolex carcomidos por el tiempo, aquel estadounidense que restaura juguetes desvencijados y antiguos, la señora italiana que previene de carteristas a los turistas y un colombiano que ha reparado dispositivos Apple, que sus dueños creían muertos.
Los cuatro se han convertido en íconos de las redes sociales para sus respectivos seguidores. Incluso, periódicos de talla mundial han alabado sus quehaceres. Pero, aparentemente, el colombiano se metió en una camisa de once varas sostenidas por el consumismo capitalista.
Es de público conocimiento que los dispositivos que llevan el logo de la manzanita mordida a la derecha tienen un tiempo de vida útil y que sus actualizaciones van sacando del mercado más de uno. De hecho, quien escribe estas líneas debió dejar de utilizar un iPhone 11 porque, de un día para otro, el aparato ya no leyó la sim card.
Por el tiempo que ha pasado desde su compra, la marca ya no brinda garantía. “Su cobertura se venció”, dice de manera escueta la página oficial de chequeo de cobertura de Apple cuando intento ver si aún tengo garantía con ese celular comprado en 2019. La sorpresa es mayor cuando repito el proceso con mi celular nuevo comprado en mayo de 2022. A día de hoy, tampoco tiene cobertura.
Mensaje cobertura.
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Además del tiempo, una caída aparatosa, que resulte mojado, la mala utilización del dispositivo también son motivos para que la empresa no responda por garantía. Ni más faltaba. Objetos como estos merecen cuidado. Son hermosos por fuera, tienen texturas que generan placer en manos de quien los tiene, pero aun así siempre es útil ponerlos dentro de un protector. Por esa rendija se metió Wilmer Becerra desde 2012.
Oriundo de Bucaramanga, comenzó a reparar celulares de todo tipo porque le gusta la electrónica, pero principalmente, “porque tenía el problema que sufre la mayor parte de la humanidad”, dice en medio de risas. “La falta de dinero. Y mi gusto se combinó tan bien con mi trabajo, que ya estamos donde estamos”.
Con más de 6,4 millones de seguidores en su página de Facebook, su trabajo arreglando celulares y al mismo tiempo mostrando cada una de sus reparaciones en videos de 20 o más minutos, lo ha catapultado a abrir sucursales en nueve países de América Latina, a los cuales va con cierta frecuencia para seguir capacitando a todos sus trabajadores.
Bajo la premisa de guerra “si no puedes con tu enemigo, conviértelo en tu aliado”, nunca lo han contactado para que preste ese servicio a favor de la misma empresa.
Hasta el pasado 25 de junio, cuando la empresa de abogados Baker McKenzie le hizo llegar una carta en representación de Apple Inc, haciéndole saber que Apple tiene “el derecho exclusivo de utilizar las marcas, de permitir a sus licenciatarios y revendedores autorizados a utilizarlas, y de impedir que otros las utilicen sin su consentimiento”, y que por tal motivo, quienes cometan infracción de marca pueden llegar a pagar de 4 a 8 años de prisión más una sanción económica según el artículo 306 del Código Penal.
Carta por parte de los abogados de Apple Inc.
En el documento le piden que firme un acta con tres compromisos.
En el primero, le piden no emplear el logo de la manzana en la fachada de su negocio. “Ese logo lo quité hace mucho tiempo porque sabía que mi empresa iba a crecer”. Pese a ello, en cualquier ciudad de Colombia se pueden visitar millones de locales comerciales que, sin que Apple sepa o esté al tanto, también ponen la manzana mordida.
En el segundo, “me dicen que yo me hago pasar por un servicio autorizado y eso confunde a nuestros clientes”, cuenta Wilmer, basándose en el documento; situación que él rechaza de manera tajante porque antes de aceptar arreglar un celular, revisa si aún tiene garantía y le pide al dueño que lo lleve a un punto autorizado. “Para qué yo voy a brindar una garantía que no me beneficia económicamente”, se pregunta.
Aquí es donde, desde la lógica, Wilmer Becerra quisiera comprender todo el asunto.
“Si ustedes (Apple) no le ofrecen al cliente una solución ni por garantía, ni fuera de ella, pues ese es mi negocio, y no voy a dejar de hacerlo, porque no hay ninguna ley en Colombia que le prohíba al usuario llevar su teléfono a un tercero y que tampoco prohíbe a un tercero reparar cierta marca”.
Y la tercera petición es que él no puede utilizar los productos de Apple para sus reparaciones porque son de uso exclusivo de la marca. “Esa pelea ya se resolvió a favor de los usuarios y los reparadores en Estados Unidos a través de una ley”, dice Wilmer Becerra.
Este técnico especialista en celulares se refiere a la Ley de Reparación Justa Digital, que fue aprobada en 2022 en Nueva York y “requiere que los fabricantes de equipos originales (OEM, por sus siglas en inglés) pongan a disposición de los consumidores y proveedores de reparación independientes, información de diagnóstico y reparación para piezas y equipos electrónicos digitales, si dichas piezas e información de reparación también están disponibles para proveedores de reparación autorizados por OEM”, cita el propósito general de la Ley mencionada.
“Como allá en Estados Unidos, los fabricantes tienen que distribuir las herramientas y las refacciones por obligación, pues yo las compro en Estados Unidos y se las instalo aquí a los clientes”, concluye Becerra.
Por fortuna, para él, dentro de sus millones de seguidores y miles de clientes, cuenta con abogados de todas las especialidades que ya le ofrecieron unirse en equipo para que pueda seguir haciendo su labor. Mientras él resuelve ese lío jurídico, y seguramente esta situación dé paso para que en Colombia se legisle sobre este asunto, deja un comentario en el aire.
“Pensaba que Apple tenía temas más importantes, como preparar el lanzamiento del iPhone 15, que enviarme a sus abogados”, dice en su cuenta de Facebook Wiltech.
