Colectivos coreográficos: un canto a la Pachamama desde la virtualidad
Por: Sandra Eraso - Pasto, Nariño
Este domingo 3 de enero, la senda estuvo gris, no se escucharon los cascabeles de los danzantes que a lo lejos anuncian la llegada del Carnaval de Negros y Blancos, la nostalgia se sintió desde lo más profundo de músicos y bailarines quienes integran cerca de 17 colectivos coreográficos, que año tras año recorren los 7 kilómetros con el Canto a la Tierra, el tributo a la Pachamama.
Los corazones de los artistas se llenaron de nostalgia, no recorrieron la senda, no vieron desde ella los rostros del pueblo extasiado por su magia y color. Hoy Pasto no se vistió de colores, como habitualmente lo hace cada tercer día del año.
“Se elevó nuestro espíritu en una sola voz y en un solo canto, porque el Canto a la Tierra se vive y se hace en cada ser, y con los pies firmes en la tierra y la mirada al cielo le dimos gracias por el regalo de la vida, elevamos una oración y pedimos al universo, para que nuestro próximo encuentro sea apoteósico y que nos permita recorrer nuevamente la senda infinita del carnaval”. Con estas palabras, Felipe Solarte, director del Colectivo Amaru, expresó el sentir de su gente.
Sin embargo, el carnaval y sus artistas se resisten a callar y llegaron de manera virtual a través de las pantallas con sus muestras coreográficas y por medio de ellas entregaron el homenaje que siempre hacen a través de la música y la danza, en una puesta en escena única que ser realizó desde la Concha Acústica Agustín Agualongo, corazón de este Carnaval de Negros y Blancos virtual 2021.
Un total de 125 artistas integrantes de nueve colectivos coreográficos estuvieron en escena, distribuidos en 18 bombos, 12 redoblantes y los demás en sus diversas manifestaciones de instrumentos de vientos.
El montaje artístico estuvo a cargo de la Asociación de Colectivos Pacha Carnaval, desde donde buscan terminar con la modalidad concursal, porque se pretende trabajar desde la unión de los artistas, como lo explica Harold Burbano, director musical de esta puesta en escena.
“Con lo que hicimos hoy demostramos que podemos darle calidad al evento, sin necesidad de competir por algo económico, lo que buscamos es desde la unidad fortalecer nuestra música, nuestra danza, nuestras expresiones, desde el Canto a la Tierra, desde las diferentes organizaciones y darle el valor que debe tener”, dice.
El trabajo presentado por parte de los colectivos fue montado en tiempo récord, que dio como resultado una coreografía de 12 minutos y fue trabajada desde cada una de las fundaciones, contó con cuatro ensayos de música y apenas dos ensayos de la parte dancística, por falta de espacios para hacerlo.
Fueron 12 minutos de magia, música color y alegría que demostraron el valor y la importancia que tiene esta fecha dentro del Carnaval de Negros y Blancos de Pasto, fue visible el colorido de los atuendos, se escucharon los pasos de los danzantes, el sonido de las quenas, zampoñas y los cascabeles, que anunciaron que los protectores de la Pachamama llegaron a darle gracias a la gran madre por las semillas, la lluvia y la vida.
Los demás colectivos que hacen parte del desfile habitual del Canto a la Tierra, cada 3 de enero, en esta oportunidad lo presentaron a través de una muestra videográfica, con una duración de 4 a 5 minutos cada uno. En ellos narraron los diferentes mitos y leyendas que habitan este territorio y hacen parte de la tradición oral del sur de Colombia.
De esta manera, se presentaron los colectivos Killacinga, La Guanga, Danzantes del Cerrillo, Raíces, Hatun Llacta, Raza Libertad, La Misma Tierra, Amaru, Sindamanoy, Agualongo, Kankunapa, Surcunina, Zarandearte e Indoamericanto, quienes por medio de estos videos expresaron con música y danza el sentimiento andino a la Pachamama, al Taita Inti, al padre sol, a mama Quilla, madre luna, al Urukunina y a la memoria ancestral.
El Canto a la Tierra es una ceremonia de danza, canto, algarabía, música, atuendos y coreografías en el que varias agrupaciones integradas por cerca de 200 artistas le tributan a la Pachamama. El 3 de enero acostumbran desfilar por la senda (en sentido norte a sur) más de 2 mil artistas entre músicos, danzantes y zanqueros que recrean su parafernalia multicolor ante miles de espectadores.
El colectivo coreográfico Indoamericanto es pionero de esta modalidad. Con más de 20 años de participación en la fiesta sureña, logró conquistar el gusto del público con sus rutinas danzarinas y las representaciones que hacen parte de la tradición cultural.
“Yo creo que tanto para Indoamericanto, como para todos los artistas, este cambio de pasar a un carnaval presencial con público con desfiles a pasar a un carnaval virtual ha sido demasiado grande, fue un reto inmenso, pero contamos con el acompañamiento de nuestros artistas asociados, la pandemia nos enseñó la solidaridad”, afirma Diego Chávez, representante legal del colectivo.
El carnaval tiene vida y cada año se gestan nuevas fundaciones dentro del Canto a la Tierra. Esta pandemia los encerró en el espacio, pero nunca el amor por lo que viven y hacen, pues para estos artistas la senda no es una vitrina, es una forma de vida.
Todas las modalidades que participan en el Carnaval de Negros y Blancos involucran entre sus propuestas una variedad de temáticas que versan acerca de la fantasía universal, la tradición, el costumbrismo, la idiosincrasia, la historia, los personajes y la cotidianidad cultural de Nariño.
