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Rubén Darío Bustos: "un caricaturista con muchos trazos"

Detrás de "Checho el desecho". se esconde Rubens, un caricaturista que se ha dedicado a hablar de los gobernantes, la política y en especial, la guerra.
¿Quién es Rubén Darío Bustos? La historia tras el caricaturista
Fotos: Cortesía de Rubens
Richard Hernández

"Una caricatura bien hecha con cuatro rasgos es muy difícil de lograr, porque expresar sentimientos en dos o tres líneas es como lograr las grandes melodías, que siempre son las notas más básicas y elementales. Creo en lo sencillo porque es lo que mejor transmite".

Esta definición sobre la caricatura del artista gráfico e historietista español Manuel García Ferré se acopla muy bien al estilo del caricaturista y sociólogo Rubén Darío Bustos, más conocido como Rubens.

La artista e historiadora colombiana Beatriz González, autora del libro "Historia de la caricatura en Colombia", donde realiza una profunda investigación sobre los primeros caricaturistas en nuestro país desde la independencia hasta nuestros días, señala lo siguiente sobre la obra de Rubens:

"En los caricaturistas actuales de Colombia y en particular en Rubens, el tema es la violencia. Sus convenciones son sencillas. No le importa mucho el estilo. Muestra dos tipos de líneas: una gruesa y firme, y otra delgada y sinuosa. Con ambas expresa su opinión sobre los gobernantes, la política y en especial, la guerra".

Rubén Darío Bustos: "un caricaturista con muchos trazos"

Inicios

Con su particular humor, Rubens dice que él es "agrodescendiente" porque sus padres eran campesinos:

"Cuando mi madre se casó con mi papá, ella tenía 17 años y él 44. Mi padre comenzó a trabajar en los Ferrocarriles Nacionales y a los pocos años lo nombraron jefe de la estación del municipio cundinamarqués de Albán. En esa estación nací yo porque en esa época no atendían a las mujeres embarazadas en los puestos de salud y la costumbre en esos pueblos era llamar a las parteras", señala.

Después trasladaron a su progenitor al municipio vecino de Madrid. Rubens se acercó a la caricatura gracias a su padre, quien tenía el ritual de leer el periódico y, cuando la familia estaba desayunando, les hacía un resumen de las noticias con cierto tinte político.

"Cuando ya aprendí a leer, averigüé qué era lo que mi papá hojeaba con tanto interés. En el editorial encontré una caricatura de Chapete. Eso me entusiasmó mucho. Mientras mis amigos leían los cuentos de Roy Rogers, Tarzán o Batman, yo me dedicaba a pintar. Tanto así que imitaba a Chapete. Después, en el colegio, apareció eso que llamaban centro literario. Entonces, ahí me decían 'Bustos, haga una caricatura”, cuenta.

Rubén Darío Bustos: "un caricaturista con muchos trazos"

Desde esa época estudiantil, Rubens comenzó a sentir que tenía habilidad para hacer caricaturas: "Había un prefecto de disciplina a quien llamábamos 'Carecrimen' al que le había hecho una caricatura. En el salón no faltaba el lambón y este tomó la caricatura y se la entregó al prefecto. Él, todo enojado, me llevó donde el rector. Cuando se la mostró al director, este soltó la carcajada y dijo: '¡Qué caricatura tan buena! En vez de enfadarse, debería estar contento”, relata.

Un día, Rubens quería sorprender a su padre con un retrato que había hecho con mucho esfuerzo y dedicación durante una semana. Cuando mostró su trabajo, su padre le dijo que eso no era un retrato, sino una caricatura: "Ahí me fui, pero me gustó el tema de la caricatura".

En cierta ocasión, llegó a sus manos un marcador. En ese tiempo, se transmitía por Televisora Nacional un programa llamado "El Lápiz Mágico", presentado por Gloria Valencia de Castaño, donde participaban famosos caricaturistas como Chapete: "Yo era un bobo mirándolos y en casa hacía algo parecido, imitándolos", afirma.

Rubén Darío Bustos: "un caricaturista con muchos trazos"

Cuando cursaba el último año de bachillerato en el Colegio INEM de Kennedy, junto con sus compañeros, publicaron un periódico llamado "Impacto". Rubens se encargó de la caricatura editorial. Fue ahí cuando comenzó a publicar con un criterio más formal.

Luego, tuvo participación en periódicos que se publicaban en Facatativá y Madrid, a los cuales él llamaba "cadapuedarios" porque salían cada vez que se podía. Pero su sueño era publicar en los diarios El Tiempo y El Espectador.

Trayectoria

"La mayoría de los caricaturistas de mi generación fuimos formados visualmente por observación. Mirábamos lo que otros hacían, lo que nos llegaba de las revistas extranjeras. Los fuertes en este género eran los españoles, mexicanos y argentinos. Nosotros aprendíamos de ellos: cómo dibujaban los zapatos, las manos, los ojos, la cara, y así fuimos aprendiendo", asegura.

Rubén Darío Bustos: "un caricaturista con muchos trazos"

Aquellos que pasaron por esta formación crearon la primera escuela de caricatura en Colombia. Allí, Rubens llegó a dictar clases de caricatura editorial.

Rubens siempre quiso estudiar arquitectura en la Universidad Nacional de Colombia, a pesar de las objeciones de su padre, quien decía que esa era una fábrica de comunistas. Sin embargo, logró ingresar, pero solo estudió dos semestres porque hubo un largo cierre en la universidad.

Después, trabajó en un banco y "lo obligaron a estudiar" administración de empresas en la Universidad Externado de Colombia. Allí cursó siete semestres, pero se dio cuenta de que eso no era lo suyo y abandonó los estudios. Luego, se casó y entró a estudiar sociología en la Universidad Cooperativa de Colombia.

A principios de los ochenta, comenzó a trabajar en Inravisión: "Para mí, fue una escuela. Allí tuve la oportunidad de trabajar con material didáctico, como cartillas y módulos que complementaban las clases de bachillerato por radio y televisión educativa. Tenía que crear piezas comunicativas y las hacía con caricaturas. También realizaba las ayudas visuales para el programa de televisión “Consultorio Jurídico” dirigido por Germán Navas Talero: "Era un ejercicio interesante porque tenía que leer el guion y luego convertir ese texto en imágenes".

Paralelamente a este trabajo, Rubens publicaba caricaturas en el diario conservador La República, que se había convertido en una escuela para este género. Muchos de los caricaturistas que trabajaron allí luego pasaron a trabajar en El Tiempo.

En cierta ocasión, Rubens llegó una hora antes a una cita médica en la liquidada EPS Caprecom (entidad que fue saqueada con la complicidad de políticos). Aprovechando que llevaba consigo su libreta de caricaturas, decidió ir al periódico El Tiempo, que quedaba a pocos metros, para mostrar su trabajo.

En aquel tiempo, el acceso al periódico era muy estricto. Sin embargo, gracias a la recepcionista, quien vio las caricaturas de Rubens cuando se le cayeron del portafolio, le permitieron entrar. Con mucha persistencia, logró llegar hasta el director, que en ese momento era don Hernando Santos, a quien pudo mostrar su trabajo. Santos le sugirió que enviara más material.

Así, Rubens comenzó a enviar caricaturas basadas en los titulares de los dos grandes periódicos, pero prefería los titulares de El Espectador. Sin embargo, no le publicaban nada. Hasta que un amigo periodista le aconsejó que enviara caricaturas con los titulares de El Tiempo, ya que ambos diarios eran rivales y tenían diferentes formas de abordar las noticias.

"Un domingo, cuando salí a comprar el periódico, vi mi primera caricatura publicada en la página editorial. El tema era la excusa médica que presentaban los congresistas para no asistir a las sesiones. Eso fue muy emocionante. Yo saltaba de alegría. Eso fue alrededor de 1988, cuando comencé en ese periódico que en ese entonces tenía una importancia nacional muy grande".

Rubens también trabajó durante muchos años en la Fiscalía General de la Nación como sociólogo en un área llamada Futuro Colombia, que es un programa de prevención del delito y la violencia en los jóvenes. En esa entidad, también tuvo que dar clases a los funcionarios que realizaban el curso de investigación.

Checho

Rubens ha publicado tres libros de humor gráfico. El primero fue "Conozca-monos" (1977). Luego, lanzó otros dos sobre "Checho el deshecho" (2007 y 2010).

"Checho" surgió de un trabajo de campo en la calle del Cartucho, cuando él estudiaba sociología. Era una monografía centrada en la problemática de los habitantes de la calle.

En ese mundo, descubrió elementos desconocidos para la gente. Por ejemplo, cuando el caricaturista le dio al personaje el nombre de "Checho el desecho". El término "desechable" fue acuñado por Eduardo Galeano cuando dijo que todos en el sistema capitalista somos desechables.

"Resulta que, al estudiar a la mayoría de los habitantes de la calle, ellos tienen un estatus social, ya que muchos fueron profesionales. Ellos mismos se autodenominan desechables, muy diferente a lo que nosotros llamábamos 'gamín' y que el maestro Ernesto Franco retrató muy bien con Copetín".

Después de muchos años, Rubens recuperó a "Checho" y se lo presentó a Fernando Millán, quien fue el primer director del periódico gratuito ADN, que pertenecía a la Casa Editorial de El Tiempo.

Rubén Darío Bustos: "un caricaturista con muchos trazos"

En 2008, el mismo año en que se fundó ADN, se publicó la primera caricatura de Checho, donde el personaje, en nombre de los habitantes de la calle, señalaba: "Nosotros no tenemos EPS, sino Medicina Legal". La caricatura se publicó a diario hasta el 2021.

"Mi primera etapa como caricaturista fue en el ámbito editorial. Una vez que terminé sociología, comencé a combinar mi formación académica con el oficio de la caricatura y descubrí el valor que tiene la caricatura editorial en el periodismo".

Por eso, uno de sus grandes objetivos es que este género se imparta en la academia como una materia más. Este deseo ya ha dado sus primeros frutos. A partir de este año, Rubens comenzó a dictar la clase de caricatura editorial como materia opcional en la Facultad de Comunicación de la Universidad Externado de Colombia.

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