Álvaro Gasca: 50 años al servicio del teatro en el Huila
Con medio siglo de actividad teatral sin interrupción, Álvaro Gasca Coronado es una de las figuras más reconocidas en la realización y promoción del arte y la cultura en el departamento del Huila y, aunque casi toda su vida ha transcurrido en Neiva, siempre recuerda con cariño a su natal Íquira, municipio donde habría nacido su amor por el teatro. “Ahí empecé a actuar”, afirma con su permanente sonrisa, “porque cuando estaba chiquito, mi mamá me prestaba para Niño Dios del pesebre”.
Aunque tuvo una fuerte influencia familiar, con la que recreaba celebraciones religiosas y populares con personajes en vivo, Gasca Coronado destaca que, en realidad, todo comenzó en Neiva en los inicios de la década de los setenta.
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“Fue en 1972 con un grupo llamado ‘Oescán’. Obreros, estudiantes y campesinos del barrio Cándido Leguízamo montamos una obra con la que fuimos a varios colegios y a Bogotá, y desde entonces nunca me he detenido”, relata.
Esa primera obra se llamó “La pena capital” que era “de corte social, como buena parte del teatro de los años setenta”, indica Gasca, para quien la actividad cultural en torno al teatro es inseparable de todos los intereses en su vida, en la que ha impulsado las artes escénicas en todas las formas que le han sido posibles.
“Hemos logrado que la región entienda la gran dinámica de las artes, en este caso del teatro, y lo que nosotros podemos trabajar para fortalecer nuestra identidad, nuestra búsqueda de la paz, y que nuestra región sea un baluarte muy fuerte de la cultura y el folclor”, destaca Gasca Coronado.
Se tituló como maestro en arte dramático de la Escuela Nacional de Arte Dramático, y tiene como dos de sus más importantes logros el haber contribuido a la fundación de la licenciatura en arte escénico de la Universidad Surcolombiana y de la CasaTeatro, uno de los emblemas de esta actividad para el Huila y el sur del país.
Desde CasaTeatro ha impulsado múltiples eventos, incluida una programación permanente, el festival de teatro de títeres “Taitapuro” y el festival de narradores de historias “Viva la palabra viva”.
Solo este último suma la sorprendente cifra de haber presentado hasta ahora unos 400 narradores de cuentos, leyendas e historias, procedentes del Huila y todo el país, y de diferentes naciones de América Latina.
La sede de CasaTeatro pasó, además, de ubicarse en un local en la zona urbana al área rural de Neiva, en un salto que Gasca considera esencial dentro del teatro nacional.
“Estamos muy entusiasmados con ser la alternativa rural en las ‘goteras’ de Neiva. Estamos liderando un proyecto de 40 salas rurales en Colombia. Nuestro país es hermosamente raro: mientras la violencia saca a la gente del campo, 40 grupos de teatro con sus respectivas salas estamos volviendo a la ruralidad por diferentes condiciones y circunstancias”, expresa con alegría.
Para él es fundamental poder presentar en escena la vigorosa herencia cultural del Huila que muchas veces incorpora en sus relatos los mitos y leyendas del Alto Magdalena.
“Es el proyecto del teatro colombiano, un teatro que habla de las cosas nuestras, y que tiene además un filón muy rico, que son nuestras tradiciones”, concluye.
