Por: Daniela Cárdenas Seoanes
Este sistema de acueducto que cuya construcción fue liderada por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, FAO; y financiado por la Unión Europea, fue logrado gracias al trabajo mancomunado de los exguerrilleros, la comunidad de Manaure en el Cesar y otros voluntarios.
La importancia de este proyecto radica, básicamente, en que beneficiará a alrededor de mil personas: 300 entre reincorporados y sus familiares que habitan en la vereda Tierra Grata, Manaure; y a unas 700 de la comunidad del corregimiento de San José de Oriente, La Paz; que es el centro poblado más cercano a Tierra Grata.
Según Alan Bojanic, director de la FAO en Colombia, con el agua con que se riegan los proyectos productivos, también se le da vida a la esperanza de un país.
“Esto que tenemos hoy trasciende totalmente lo local porque es la reconciliación lo que está de por medio. Poder darnos la mano y poder hablar con un lenguaje común y tener sueños comunes nos convierte en un país con un futuro promisorio”, manifestó Bojanic quien además indicó que las dificultades por las que atraviesa Colombia, no son obstáculo para cumplir el compromiso con la paz.
Por su parte, Yarledis Olaya, presidente de la Junta de Acción Comunal de Tierra Grata y excombatiente, aseguró que todo el esfuerzo de las largas jornadas de trabajo estuvo conducido a la reconciliación, la unión comunitaria y la construcción de paz.
“Construir confianza no es fácil y este proyecto la construyó, y creo que eso es de resaltarlo. Como excombatientes ya sabíamos de trabajo en equipo, pero la comunidad de El Mirador (San José de Oriente) no, y entonces nuestra tarea también buscó enseñarles a construir como colectivo y hoy celebramos los frutos del esfuerzo”, indicó la lideresa.
En medio de la celebración del Festival, en el que se vieron muestras de los proyectos productivos de los excombatientes y sus familias, además de preciosos murales que dan vida al lugar; una melodía de esperanza amenizó la ocasión: la música provenía de la Escopetarra de César López, quien también llegó para aportar su nota a la paz con un taller de donación de instrumentos musicales.
Con la puesta en marcha de este proyecto de conducción de agua no potable, reverdecen las esperanzas de conseguir los ingresos necesarios para sostener a las familias que llegaron, nacieron y/o crecieron en Tierra Grata, una tierra en la que se respira paz, reconciliación y prosperidad.
Esta obra se considera fundamental, un canal de conexión de agua no potable para riego, que va a cambiar vidas y va a dar estabilidad al territorio y un ancla para consolidar esos esfuerzos de desarrollo en el ETCR, así como la ganadería, forestería, agricultura y ecoturismo. Este último se ha visto con buenos ojos, es un turismo muy particular, pero sirve para traer personas y generar fuentes de empleo.
Este proyecto será compartido con el Mirador, en igualdad de condiciones, de tal manera que esta reconciliación beneficia a todos, víctimas, excombatientes, municipios PDET, y todos los colombianos que quiera ayudar a hacer de este un país grande; referencia de reconciliación.