“El chatico”, la chiva de Flor Alba, en Huila
“El chatico” ese es el nombre que Flor Alba Guevara Duarte le dio a su bus mixto. Flor, de 41 años de edad, es una de las pocas mujeres que maneja este tipo de vehículos en Colombia. Para ella conducir este carro pesado y llevarlo por las distintas veredas del municipio de Algeciras, en el Huila, y por el departamento del Caquetá, es un sueño cumplido.
“Desde que tenía entre diez y once años de edad, mi papá tenía carro, yo lo veía manejar y la ilusión mía era algún día poder aprender y conducir un carro grande. Él tenía un bus mixto y yo movía la cabrilla y él metía los cambios”, cuenta.
Esta algecireña fue creciendo entre carros. Luego de aprender a conducir, siguió con la mecánica. “Yo le escucho un ruido al carro y me meto debajo y lo reviso para saber que le está fallando”, recalca.
La chiva, el bus mixto o también conocido como «bus escalera» (por las escalerillas que tienen en su parte posterior), son autobuses típicos de nuestro país adaptados en forma artesanal para el transporte público rural, pero también utilizadas en países como Ecuador y Panamá.
“Las chivas o buses escalera son parte de la historia del transporte del siglo XX en Colombia, que además llevan consigo una carga de objetos cotidianos: transportan pasajeros, llevan los alimentos de los campesinos, transportan, también, una serie de contenidos culturales y formas diversas de la gráfica popular en los repertorios visuales que se pueden observar a través del decorado de la carrocería exterior”, plantea Diana Paola Valero, doctora en Historia y Artes en su investigación ´Chivas colombianas y sus repertorios visuales´.
Rojo y verde
En Huila, las chivas se caracterizan por su gran colorido, predominando el verde y el rojo, los colores que identifican a la empresa Cootranshuila a la cual están afiliados veintidós buses mixtos, para el caso de Algeciras.
En la Despensa Agrícola del Huila, ver una chiva hace parte de la idiosincrasia de la región; es el medio de transporte que conecta a los habitantes de la zona rural, con el centro del municipio y con la capital del Huila. Este tipo de transporte público es muy importante para los campesinos.
“Uno tiene que cumplir la ruta, llegar hasta la vereda que corresponda, así sea con uno, dos o tres pasajeros, porque cuando uno llega a la punta de ruta, como le decimos, los campesinos nos están esperando. Entonces no importa subir vacío porque al bajar el cupo va completo”, dice Flor, reiterando que trabajar transportando pasajeros en un vehículo pesado, es algo que disfruta hacer cada día.
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“Es muy significativo que las personas lo conocen a uno, me dan halagos por verme manejar el mixto, me dicen que soy muy berraca y a mí me da pena”, expresa.
Son muchas las trochas que ha tenido que recorrer Flor en su vida como conductora de chiva. Aunque para muchas personas conducir un vehículo de esta categoría es algo bastante difícil, esta mujer dice que dejará el oficio el día que deje de existir.
