Mujeres indígenas Nasa Yuwe en el sur del Meta: tejedoras de vida
En Mesetas, Meta, hay tres asentamientos de indígenas Nasa Yuwe, conformados en dos resguardos legalmente constituidos y un cabildo, “Ondas del Cafre, Villa Lucía y Sol Naciente”. Para los años 1974, cuando todo era selva, no había vías de comunicación, puentes de ninguna clase, ni pueblos como los que existen hoy en día, para esa época, comenzaron a llegar algunas familias de indígenas del pueblo Nasa, provenientes del departamento del Cauca, muchos llegaron a conocer los Llanos en el Meta, en busca de tierras fértiles para trabajar, fue así como empezaron a colonizar las montañas, lugar donde hoy día viven con sus familias, sobre el piedemonte llanero, en las laderas de la imponente Cordillera Oriental.
Algunas costumbres y tradiciones ancestrales de los indígenas mayores, aún se mantienen vigentes en estas comunidades, donde se resaltan las danzas tradicionales, comidas y bebidas propias, rituales de refrescamiento liderados por médicos nativos y la tradición de las mujeres tejedoras de vida, las cuales hacen y enseñan a los más pequeños, el arte de hacer artesanías de diferentes estilos y colores, los cuales tienen un gran significado para estos pueblos.
De Lanas, Hilos, Agujas y chaquiras de diferentes dimensiones y colores, hacen grandes obras artísticas, tales como: Aretes de diferentes estilos y modelos, Pulseras, Collares, Moñas, Mochilas, prendas de ropa para adultos y conjuntos para los recién nacidos, también fabrican el Chumbe, que es una cinta larga en lana, y es empleada para absolver y sujetar los niños a la espalda de sus medres, mientras ellas salen a caminar o realizan las diferentes labores del campo, en el cual se crea un laso maternal mediado por el uso del chumbe como elemento unificador y de identidad de la relación familiar.
Los chumbes son tejidos realizados por las mujeres indígenas con hilos de lana de varios colores, con los cuales, mediante rombos, forman las figuras del arte originario. Estas fajas son más que prendas de vestir: expresan su cosmovisión y pensamiento, también es una forma de enseñar a los menores los valores de cómo vivir bien y el ser honesto.
“El proceso de tejer se retomó cuando desde el Cauca llegó al territorio la profesora Luz Piñacue, y que inculcó este legado a los niños y a las mujeres, nos dio una gran enseñanza, con la cual hay varias de ellas, jóvenes y niños trabajando en ello, esto es algo muy bueno para nosotros, ya que trabajamos por tradición con los colores del arcoíris, donde cada uno representa o simboliza una riqueza. Las chaquiras, Hilos o Lanas son nuestra herramienta de trabajo”, Así lo recuerda Ediyudiana Yule, madre tejedora.
Los trabajos de artesanía tienen varios objetivos, tales como recuperar la tradición en estas comunidades étnicas, exposición en encuentros culturales, municipales y departamentales, y al tiempo es un renglón económico más de este pueblo.
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“Aquí ya son varias las generaciones que han crecido, por lo que así mismo han perdido su lengua nativa y una de las apuestas que se está trabajando en este momento es recuperarla con la orientación de profesores Nasa. En cuanto a las madres tejedoras y los colores que se emplean en cada artesanía, estos tienen un gran significado para nosotros como pueblos indígenas; el rojo representa el planeta Tierra, el naranja simboliza la sociedad y la cultura, el amarillo representa la energía y la fuerza, el blanco simboliza el tiempo y la transformación que este produce, el verde representa la economía y la producción. Además de esto, los colores significan la unidad de los diferentes pueblos, sin importar raza, religión o color político”, Así lo afirma Jorge Rivera Corpus, líder indígena.
Los pueblos indígenas Nasa Yuwe de Mesetas, son cerca de 500 familias, y se sienten orgullosos de sus tradiciones y cultura. El legado de los ancestros o los mayores son de gran respecto, el amor por lo propio es lo más importante, donde la madre Tierra y todo su entorno es de gran aprecio, ellos son guardianes de la biodiversidad y de su casa misma, donde se preserva el agua, la flora y la fauna, estas son la fuente de vida más valiosa para los pueblos indígenas.
