Tejido de hamacas, una tradición artesanal que trasciende en San Jacinto, Bolívar
Cerca de 18 familias de artesanas de San Jacinto, Bolívar, preocupadas en preservar el tejido vertical o de hamaca hecho a mano con hilaza de algodón, decidieron poner en marcha un proyecto para fomentar la tradición cultural en los niños y niñas a través de una escuela de enseñanza, que permitiera mantener las técnicas del tejido y como complemento el acabado en crochet.
Elisa Caro, representante de una asociación de artesanas indicó que “nosotras tratamos de rescatar las tradiciones culturales y de compartirlas a las nuevas generaciones para que sepan de dónde proviene la tradición de San Jacinto, a qué se deben los tintes naturales y cómo se aplican en el momento de elaborar una hamaca”.
El municipio de San Jacinto es reconocido en la elaboración del tejido de hamacas o tejido vertical, renglón de la economía donde derivan su sustento las familias que tradicionalmente se dedicaban a este oficio.
Dentro de la elaboración del tejido vertical, además de la hamaca, sobresalen las telas para bolso, los individuales o centros de mesa, cojines, ponchos, entre otros, lo que permite adaptar el telar de acuerdo al tamaño del producto que se vaya a elaborar.
“Pensando en las artesanas tradicionales que se están envejeciendo, estamos trasmitiendo este legado que nos dejaron los indígenas zenú y que, además, sirve como terapia, ya que el tejido trabaja las habilidades de las manos y nos enseña a ser creativos”, indicó Caro.
Cerca de 50 menores entre los 12 y 16 años hacen parte de este proyecto actualmente, lo que además les permite que hagan buen uso de su tiempo libre en medio de la pandemia por el Covid-19.
Para Elisa Caro, cuando los menores acuden por primera vez a la escuela de enseñanza se debe iniciar con una faja “para que ellos tengan conocimiento de cuáles son las herramientas que se utilizan en el telar, compuesto por dos largueros verticales y dos travesaños que forman un cuadrado”.
En este municipio de Bolívar las artesanas tradicionales luchan para que se declare como Patrimonio Cultural las técnicas de tejido de hamaca, oficio que trasmitieran de generación en generación a través de escuelas de enseñanza.
El municipio ubicado en el centro de la subregión de los Montes de María ha gozado de reconocimiento nacional por ser pionero en innovación y la utilización de tintes naturales extraídos de la naturaleza.
