Tumaco es el mejor destino ecoturístico de la costa pacífica nariñense para disfrutar de todo su potencial ecológico, pero sobre todo de las aves silvestres que hacen parte de esa riqueza natural que en el perímetro urbano y rural son la admiración de turistas nacionales e internacionales.

En los manglares y en otros escenarios naturales pernoctan coloridos pájaros, en cuyos sinfónicos cantos anuncian la llegaba de azuladas alboradas y de anaranjados crepúsculos cuyo esplendor se contempla desde las playas de Bocagrande hasta el corregimiento de La Guayacana.

De aquellas aves, Diana Carolina Legarda, profesional especializada de la Corporación Autónoma Regional de Nariño, Corponariño, precisa que 46 especies habitan en Tumaco y que en su mayoría guardan una inseparable relación con los medios acuáticos. De ahí que los manglares sean ecosistemas muy importantes para el anidamiento, descanso y alimentación de los pájaros.

Entre las familias que habitan en esta región está la Ardeidae (Garzas) y dentro de ella están las especies: Ardea alba, Egretta caerulea, Egretta thula, Egretta tricolor y Nyctanassa violácea.

Así mismo destaca a aquellas aves pertenecientes a la familia Recurvirostridae y dentro de ella está la especie Himantopus mexicanus. De igual manera habita la familia Cuculidae y la especie Crotophaga ani.

En los amplios ecosistemas de ‘La Perla del Pacífico’ también viven aves de la familia Scolopacidae y de ella la especie Calidris minutilla. Igualmente es una fortuna admirar la imponencia de aquellas aves de la familia Cathartidae y de ella la especie Coragyps atratus, entre muchas más.

Su alimentación gira en torno a los peces, moluscos, reptiles, anfibios, crustáceos y moscos afines al sistema acuático. “Como olvidar a la familia Fregatidae, cuya especie Fregata magnificens suele visualizarse en las playas de Los Pájaros, de El Morro y El Bajito”, indicó.

En Colombia existen alrededor de 280 especies de aves acuáticas, de ellas el 62% son migratorias y el 8% se encuentra en proceso de amenaza o vulnerabilidad. De ahí la importancia de proteger a todas las aves que habitan en Tumaco, porque hacen parte de un ecosistema integral, es decir, si se afecta a una especie, se afecta a las demás.

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Rutas ecoturísticas

El municipio de Tumaco cuenta con diversos espacios que son compatibles para el disfrute de la naturaleza y el respeto por el equilibrio del medio ambiente, por ello Lidia Grueso, directora de la agencia de viajes Conociendo, precisa que en esta zona de la costa pacífica nariñense predominan 19 rutas ecoturísticas de las cuales sobresale aquella que tiene que ver con el aviturismo rural y urbano.

Para apreciar la belleza de las aves y conocer detalladamente la vida de cada una de ellas, en las 5 horas de recorrido rural y en las 8 horas de recorrido urbano, los visitantes pueden disfrutar de las fragatas, tijeretas sabaneras, gaviotas y pelicanos, entre otras especies que abundan en este ecosistema.

El aviturismo es otra manera de contribuir a la edificación de la paz y al fortalecimiento de la economía local porque según Zahida Mosquera, presidenta ejecutiva de la Cámara de Comercio, este renglón se complementa con emprendimientos que están relacionados con la gastronomía ancestral y el deporte de aventura.

Uno de esos sitios lo constituye la denominada isla de las aves, lugar al que se llega después de un fantástico paseo en kayak.

Aida Garzón, natural de la ciudad de Cali (Valle del Cauca) quien hace unos días llegó a Tumaco en compañía de su familia para pasar las vacaciones de fin de año, aseguró que nunca en su vida había disfrutado tanto de las aves.

“Son hermosas y en Tumaco es la única parte de Colombia que he tenido la oportunidad de observar en toda su plenitud a los pelicanos y gaviotas. El aviturismo nos saca del diario estrés y nos permite reencontrarnos con la madre naturaleza”, expresó.