La casa en el árbol, un sueño que aporta al ecoturismo en Tame, Arauca
La casa en el árbol en Tame es una estructura de tres pisos hecha en su mayoría con madera de pardillo sobre un árbol vivo de más de 70 años, que se ha convertido en un atractivo ecoturístico.
Su diseño busca generar sensaciones desde la naturaleza, ya que respeta la presencia de la misma; durante su construcción se trató de no afectar al árbol y conservar las ramas que terminan por abrazar la casa.
Con esto se logró un estilo fresco y natural, sin perder las comodidades de una vivienda tradicional, a pesar de estar en medio de la ruralidad en la vía de herradura de Tame, así lo menciona Franklin Salas, creador de la casa en el árbol y emprendedor de ecoturismo de este municipio araucano.
“Es una experiencia verdaderamente memorable que inició hace un par de años cuando decidí con mi esposa, quien es ingeniera ambiental, comprar un terreno. Alrededor había cinco árboles y pensamos que sería hermoso construir una casa en el árbol para nuestros hijos, sin imaginar que luego se convertiría en un atractivo turístico del departamento”, le contó Salas a la Radio Nacional de Colombia.
La construcción de la casa en el árbol tardó aproximadamente dos años porque fue un proyecto muy exigente de la mano de expertos en arquitectura. “Hay muchas condiciones especiales, por ejemplo, para hacerle un hueco al árbol se debía calcular muy bien porque la intención era no lastimarlo y mantenerlo vivo. Se invirtió mucho, tanto en tiempo como en dinero, pero aprendimos bastante durante el proceso de recrearla”, mencionó el propietario.
Todas las habitaciones que tiene este lugar son atravesadas por ramas del árbol, es una estructura monolítica que se mueve junto al árbol cuando hace brisa; es decir, la estructura se mece dando una sensación de arrullo, lo que hace más placentera la estadía allí.
Así mismo, la casa en el árbol cuenta con todas las comodidades de una vivienda como camas grandes, cocina, electricidad, servicio de internet, closet, baños y alrededor hay una hectárea dispuesta para sorprender con senderismo a orilla del río Chicanoa, a su vez se pueden encontrar zonas BBQ, de juegos tradicionales y donde se pueden realizar actividades autóctonas del llanero en su finca.
“Dormir con un árbol, tenerlo a pocos metros mientras duermes o abrazarlo, realmente ayuda a transferir energías y se descansa mejor. Su efecto cura, es una tradición ancestral que funciona de verdad”, resalta Salas al hablar de la arboterapia como una de las principales atracciones del lugar para calmar la ansiedad, el estrés, la depresión y hasta los dolores corporales.
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Propios y visitantes pueden conocer esta innovadora estructura llegando al municipio de Tame, a tres kilómetros del casco urbano.
Se ubica la plaza de mercado local tomando la ruta hacia la herradura turística, un recorrido que solo dura cinco minutos aproximadamente y que se encuentra a 50 metros del río Chicanoa.
