Pala: música y poesía colombiana que vuelan sin fronteras

Anochece en Madrid y en la emblemática sala Galileo Galilei, “El templo de la música'', se anuncia la presentación de un colombiano nacido entre montañas antioqueñas, es Carlos Palacios, más conocido como Pala. Un concierto donde lo acompañarán nombres tan relevantes en la escena de la canción de autor como Jorge Drexler, Pedro Guerra, Marwan, entre otros.

Me encontré con él un par de horas antes de su presentación que forma parte de la gira ‘Estamos Vivos’ y, al verlo con su camisa de flores, sus ojos iluminados y su amplia sonrisa, me di cuenta, justamente, que ese día Pala estaba más vivo que nunca. Fue una entrevista de preguntas cortas y respuestas profundas marcadas por la emoción de saber que se está ante un concierto para recordar toda la vida.

¿Qué significa para usted este concierto en España rodeado de tantos y tan talentosos artistas?

Yo estoy muy contento. Es un privilegio estar en esta sala que es mítica en el mundo de la canción de autor y estar tan bien rodeado. Esto demuestra que hay una camaradería que es muy genuina, porque llamé a estos monstruos a que se vinieran aquí a cantar conmigo y todos me dijeron que sí. Yo soy como un niño el día de la primera comunión, feliz y muy honrado y dispuesto a disfrutar esto, que no es otra cosa que un privilegio inmenso.

En su más reciente disco, El Siglo del Loro, esos amigos lo acompañan. ¿Quiénes aceptaron esta invitación?

Los amigos que me acompañan son la aristocracia de la canción de autor. Me acompañan mi querido Jorge Drexler, Pedro Guerra, El Kanka, José Manuel Díaz (El Duende Josele), y Marwan. Ahí están los nombres más representativos de muchas vertientes de la canción de autor en español. Este es un concierto muy particular porque tiene en el centro la poesía. Creo que más que un concierto de un cantautor que hace poemas, es un concierto de un poeta que canta y no es una diferencia sutil. En el centro de este concierto, en su concepción, están la palabra y la poesía, siempre acompañadas de la música.

Además, todo esto ocurre en Madrid, cuna de grandes poetas. ¿Qué significa para usted esta ciudad?

Madrid es mi ciudad favorita del mundo, no hay ninguna ciudad en la que yo me sienta más cómodo, ni siquiera en mi país, donde me siento tan bien. Y básicamente tiene que ver con una combinación de cosas: el escenario que arropa tan bien el tipo de música que yo hago, una tradición de cantautores, la camaradería de la que hablaba antes, pero también cosas que no tienen que ver con mi oficio, sino con la forma que tiene el madrileño de vivir la vida, de gastarse todo el tiempo necesario para comer y después terminar con una copita, es decir, priorizar lo que yo considero que es lo más esencial en la vida y no es el trabajo, es la reunión con el amigo, es la comida con quien se quiere, es el encuentro con el otro. Yo valoro mucho eso, llevo muchos años viniendo aquí y mientras más vengo, más me enamoro. Entonces, es un privilegio doble poder hacer este concierto con mis colegas y mis amigos, y hacerlo en Madrid, y hacerlo en la sala Galileo Galilei. Este es uno de esos días que a uno no se le va a olvidar nunca en la vida.

Venimos de una pandemia, un hecho que distanció al artista de su público

Este es un momento muy postergado y muy esperado, y hay un ansia reprimida por volver a encontrarte con el público. De hecho, toda la gira que empezó hace un par de semanas en Cádiz, continuó en Barcelona y ahora aquí en Madrid, y que terminará en marzo, nos llevará hasta Argentina pasando por Perú y Chile. La gira tiene un nombre que tiene que ver con todo eso, se llama Estamos Vivos y estar vivos parecería ser una verdad de perogrullo, porque obviamente lo estamos, pero la intención de ese nombre es la de recordar que acabamos de pasar por algo que no deberíamos olvidar, algo que nos debería recordar todos los días que el hecho de respirar debería ser suficiente motivo para celebrar constantemente.

“Y al final, el final es igual,

niños, soldados, cantantes, ateos, creyentes, presos sin fe, abogados sin ley, delincuentes, igual.

Todos tenemos un verso y un duelo pendientes”

Ya en el escenario, el cantautor nacido en Yarumal, se entregó a un público diverso que agotó la boletería. Aplausos, risas y lágrimas formaron parte de este memorable encuentro donde los artistas invitados demostraron la admiración mutua y genuina amistad que los acompaña. Pala brindó un homenaje a la palabra cantada, y dejó tras de sí esa hermosa sensación de que la música y la poesía vuelan sin permiso y sin fronteras.