'La hamaca grande', la serenata con música de acordeón que se mece en toda Colombia
'La Hamaca Grande' es una composición del maestro Adolfo Pacheco que se convirtió en el himno cultural del municipio de San Jacinto (Bolívar) hace más de 50 años. Hoy sus melodías son una serenata con música de acordeón que se mece con fuerza en todos los rincones de Colombia.
En diálogo con el músico bolivarense, recorrimos la historia de una de sus composiciones más emblemáticas. En la Casa Román, en el barrio Manga, decidió atendernos y con su particular carisma nos contó cada detalle detrás de este clásico.
"Compadre Ramón, le hago la visita pa' que me acepte la invitación, quiero con afecto llevar al Valle en cofre de plata, una bella serenata con música de acordeón, con notas y con folclor de la tierra de la hamaca"
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Los orígenes de ‘La hamaca grande' se remontan a 1969, en la segunda edición del Festival de la Leyenda Vallenata en Valledupar. Andrés Landero, un talentoso acordeonero de San Jacinto (Bolívar), perdió la corona ante Nicolás Elías 'Colacho' Mendoza, un hecho que despertaría la frustración, pero a la vez la inspiración del juglar de los Montes de María, Adolfo Pacheco Anillo.
"La hamaca grande nace porque a Andrés Landero no lo eligieron como yo esperaba, lo consideraba en ese tiempo un músico completo en el acordeón y fue a Valledupar, lo apoyé para que nos representara y perdió, entonces eso me produjo un dolor sentimental y musical", cuenta el maestro.
Luego de la derrota, tanto Pacheco como Landero sintieron que la música de acordeón que se hacía en las sabanas de Bolívar también merecía su reconocimiento y su lugar.
"Después de participar, Landero llegó a San Jacinto y me manifestó que el Festival que se hacía en Valledupar no era como nosotros pensábamos, es un evento exclusivamente para realzar la música vallenata. Entonces yo le dije: -compa, voy hacer una canción que hable de la importancia musical que tiene la música sabanera, con ritmos como la cumbia, el porro, el fandango, el pasebol y el paseito", relata.
Un grito y un lamento que iba a quedar en la historia dirigido al compañero de fórmula en el acordeón de Pacheco en aquellos años, Luis Ramón Vargas Tapia.
"La canción me sale como un grito cuando digo ‘compadre Ramón’, destaco que mi tierra San Jacinto fue todo un emporio musical y uno de los sitios donde todos los músicos iban cuando comenzó el acordeón. Ese era mi pueblo San Jacinto", afirma orgulloso el maestro.
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Esta canción tiene una figura literaria que el destacado Juglar sabe explicar hábilmente: "Lo máximo que tiene nuestra música y la cultura de San Jacinto es la hamaca, es su símbolo. Hago una alegoría o un símil entre la hamaca grande y el pueblo vallenato, para que estos últimos se puedan mecer en nuestro símbolo cultural, una hamaca grande", explica.
En una de las estrofas de la canción, Pacheco se refiere a los indios farotos que también hacían parte de esa riqueza cultural y musical de San Jacinto.
"Así como Francisco El Hombre fue una creación literaria de García Márquez, para significar a los viejos juglares que andaban a caballo, de pueblo en pueblo contando historias, así hago yo. Les conseguí un indio faroto que eran los que tocaban la gaita, los parranderos, pero no era una raza de indios, sino que tienen leyenda como Francisco El Hombre ", señala Pacheco.
'La Hamaca Grande' es una de las canciones en Colombia que tiene más de 50 versiones, el maestro recuerda claramente a varios de los artistas que se la han grabado.
"Aquí vino Johnny Ventura a Barranquilla y pidió esa canción porque la quería grabar, la grabó Carlos Vives, Daniel Santos, Los Zuleta y varios artistas nacionales e internacionales, ha llamado mucho la atención porque tiene música y una parte literaria muy bonita", resalta.
'La hamaca grande' es una muestra de la cultura y el folclor de los Montes de María, una composición enmarcada en letras de oro, como una de las más importantes obras de la música colombiana.
