En Caquetá apuestan por el relevo generacional para conservar el oso de anteojos
Familias ganaderas de la Cooperativa de Beneficiarios de la Reforma Agraria Zona Balsillas (COOPABI) junto al Club Huellas del Oso, integrado por estudiantes y jóvenes de la Zona de Reserva Campesina del Pato-Balsillas de San Vicente del Caguán, lideraron la primera Asamblea Campesina Ambiental, donde reafirmaron la importancia de trabajar en conjunto para proteger el hábitat del oso andino.
En el marco de este espacio donde se congregaron niños, jóvenes y campesinos ganaderos se llevó a cabo la firma del acuerdo intergeneracional de conservación veredal, donde cada representante de las veredas Balsillas, Libertadores, Pueblitos y Toscana junto con otros miembros de la comunidad participante, se comprometieron a cuidar las áreas de bosque.
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Este acuerdo simboliza un compromiso colectivo hacia la protección ambiental, promoviendo el relevo generacional y facilitando el intercambio de procesos de monitoreo, resaltando los acuerdos de conservación alcanzados con las comunidades locales.
Alfonso Tovar, coordinador del proyecto, dio a conocer que esta actividad desarrollada en la inspección de Balsillas contó con participación no solo de asociaciones, colectivos y entidades del Caquetá sino también del Huila, donde se analizaron y destacaron las acciones de estas comunidades rurales por conservar el frágil hábitat del oso andino.
De su lado, Wilmar Andrés Sánchez Ortega, líder ambiental de la zona de reserva campesina, mencionó la importancia de las planificaciones prediales como estrategia para asegurar la conectividad del hábitat del oso. En este sentido se destaca la creación del Club de Monitoreo, enfocado en involucrar activamente a los campesinos en el proceso de monitoreo comunitario del hábitat del oso andino.
Monitoreo del oso de anteojos
El Grupo de Monitoreo Hábitat Sostenible del municipio de Algeciras (Huila), población que limita con la inspección de Balsillas (Caquetá) vinculada a este proyecto de preservación, presentó el proceso continuo de monitoreo que han llevado a cabo desde el año 2020. Durante la asamblea, se compartieron los métodos empleados, como el foto-trampeo, enfocados en capturar imágenes de la fauna local, incluyendo aves, mariposas y mamíferos.
Entre tanto, el Club de Monitoreo de San Vicente del Caguán (Caquetá), un espacio de investigación y de monitoreo comunitario participativo, resaltó sus contribuciones a la conservación ambiental. La niña Laura Sofía Bojacá compartió cómo los niños y niñas están aprendiendo sobre la importancia de cuidar la naturaleza desde temprana edad, subrayando su papel crucial en el futuro de la conservación.
Igualmente, los jóvenes del colegio Guillermo Ríos Mejía compartieron su experiencia activa en el proceso de monitoreo, incluyendo su participación en eventos como el Global Big Day, donde pudieron contribuir significativamente al registro de avistamientos de aves.
Colaboración intergeneracional
En esta Asamblea Campesina Ambiental se destacaron logros significativos, como la consolidación del Club de Monitoreo y el establecimiento de parcelas permanentes para seguimiento ambiental continuo. Además, se compartieron los datos recabados mediante foto-trampeo que han contribuido a la evaluación de la fauna local.
Igualmente, se presentaron los resultados del proceso de planificación predial a nivel veredal, destacando los avances y estrategias implementadas para mejorar la gestión de los recursos agrícolas y naturales en las comunidades participantes. Asimismo, se expusieron los logros alcanzados en el fortalecimiento de la gobernanza campesina, resaltando la importancia de empoderar a las comunidades locales en la toma de decisiones que afectan sus territorios y recursos.
Finalmente, Corpoamazonía enfatizó en las proyecciones estratégicas de la corporación en el territorio, especialmente en relación con la conservación del Parque Regional Miraflores Picachos.
