Las comunidades étnicas retornan a Tumaco

Regresar a su territorio y recobrar sus vidas, es el anhelo de cerca de 220 familias del corregimiento de San Isidro, en el Bajo Calima, zona rural del distrito especial de Buenaventura, quienes por causa del conflicto armado debieron dejar sus hogares y desplazarse hacia la zona urbana.

Este capítulo habla de las mujeres de la Fundación Chiyangua. Mujeres valientes que buscan fomentar una mejor calidad de vida para otras mujeres en la costa Pacífica Caucana, implementando narrativas, programas y proyectos de capacitación, protección del medio ambiente, empoderamiento, entre otras, para fortalecer la figura de la mujer negra dentro del contexto actual. (En el marco de la ley 70 del 93, la Constitución Política Colombiana, que habla del rescate y fortalecimiento de su identidad étnica; que le permita una real participación en los diferentes espacios de toma de decisiones). En resúmen, son mujeres que narran el conflicto del territorio colombiano, que abordan temas de machismo, de violencia estructural y de un sinfín de problemáticas que han golpeado a su género por siglos. Poniéndose como mediadoras, como pacificadoras, como tejedoras de lo social, procurando la paz, la reconciliación y la verdad.  

Una mujer oriunda del municipio de Litoral del San Juan, en el Chocó, que ha dedicado su vida a trabajar por su comunidad, lo que la ha llevado no sólo a obtener distinciones en Colombia como el Premio Nacional de Derechos Humanos 2023, sino distinciones internacionales como el Premio Nansen-Américas 2023 que le entregó la Agencia de la ONU para los Refugiados, Acnur. La Chava del San Juan, como le dicen en su tierra, lleva casi 20 años luchando junto a las comunidades afrocolombianas del río San Juan en su resistencia a la guerra y la defensa del territorio.